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Jueza procesó con prisión a homicida de ciudadano argentino

A pedido de la fiscal le imputó homicidio muy especialmente agravado, en el entendido de que lo mató para robarle el auto
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30 de julio de 2012 a las 20:11

La jueza de Maldonado Adriana Graziuso dispuso el procesamiento con prisión del joven de iniciales B.H.M.F, de 18 años, quien confesó el asesinato del ciudadano argentino de 59 años Horacio Sebaste, en un apartamento de Punta del Este.

La magistrada accedió al pedido de la fiscal Stella Llorente y le imputó el delito de “homicidio muy especialmente agravado”, en el entendido de que el joven mató a Sebaste con el fin de robarle el auto Citroen C4 en el que pretendió trasladar el cadáver, cuando fue interceptado por la policía sobre las 6.30 del domingo, entre San Carlos y la capital fernandina.

En la tarde de este lunes se realizó durante dos horas la reconstrucción del crimen.

Si bien el joven negó en sede judicial que el móvil del crimen haya sido la intención de robar el vehículo, y declaró que simplemente “pensaba usarlo”, de todos modos quedó probado en la reconstrucción de lo sucedido que él llevó el cloroformo –con el que asfixió a la víctima- al apartamento del ciudadano argentino, aunque sostuvo que lo hizo con la intención de dormirlo para usarle el auto.

Fuentes vinculadas a la investigación dijeron a El Observador que el hombre aseguró que cometió el crimen “en defensa propia” al trabarse en lucha con su víctima luego que éste intentara “manosearlo”. El rostro del joven exhibía señales que el ciudadano argentino efectivamente también respondió agresivamente al joven.

Las fuentes contaron que las cámaras de vigilancia del edificio registraron “detalles macabros” de cómo el homicida depositó el cadáver en un carrito usado para trasladar valijas y luego lo depositó en el baúl del auto. “Es espeluznante ver las imágenes y la sangre fría del muchacho”, agregaron.

Fuentes judiciales, en tanto, aseguraron que en el marco de la investigación no pudo probarse que el procesado hubiera estado presente en el apartamento en carácter de “taxi boy” y negaron que en algún momento la joven que era su novia hubiera estado detenida o indagada como presunta responsable del llamado telefónico anónimo que casualmente permitió a la Policía encontrar el cadáver de Sebaste.

 

Historial

Las fuentes dijeron que el joven proviene de una familia humilde que reside en el modesto barrio Kennedy de Maldonado y que llevaba una “doble vida” que lo hacía estar vinculado a ámbitos sociales de la clase media alta de Maldonado y Punta del Este. En ese sentido, mantuvo hasta que se descubrió este hecho una relación afectiva con la hija de un conocido abogado a quien sin embargo ocultaba -como a la enorme mayoría de las personas de su entorno- su origen humilde e incluso su lugar de residencia.

De la misma forma, en 2011, se había relacionado a un alto jerarca del complejo Terrazas de Manantiales, cuyo propietario es el empresario argentino Franco Macri. En esa época estuvo detenido por la Policía luego que se denunciara que la camioneta de un hermano del empresario, Mariano Macri, no estaba en el garaje del complejo.

Las investigaciones policiales determinaron que el auto el vehículo estaba en poder del joven que fue ubicado en Montevideo. La Policía de Maldonado se comunicó vía celular con el joven –entonces menor de edad- y éste devolvió la camioneta, determinándose que cumpliera arresto domiciliario 60 días.

Pero para acceder a las llaves del vehículo antes debió ganarse la confianza de un decorador de interiores vinculado a los Macri, quien incluso le llegó a franquear el ingreso al domicilio del empresario.

 

El crimen

El asesinato ocurrió en un apartamento situado en Vaz Ferreira y Chiverta, a pocas cuadras del hotel Conrad de Punta del Este.

El joven confesó a las autoridades judiciales que previo a darle muerte, ambos mantuvieron una pelea que dejó al argentino inconsciente al golpearse contra una pared. El joven admitió que aprovechó ese hecho para introducirle un trozo de tela con cloroformo en la boca.
Fue luego de ello cuando puso el cadáver en el carrito y después en el auto, de la forma en que lo registraron las cámaras de vigilancia del edificio.

El cadáver fue descubierto sobre las 6:30 en un control dispuesto por la Jueza Graziuso. Lo curioso fue que había sido dispuesto por la jueza luego que la policía recibiera una llamada anónima –a las cuatro de la madrugada- en la que una voz femenina alertó que una mujer había sido secuestrada.

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