Es la primera parada que debes hacer al llegar a esta ciudad andaluza. Sin duda con solo contemplarla desde alguno de los miradores de la ciudad te va a dejar sin palabras, pero cuando entres vas a sentir que estás en un sueño.
La Alhambra es la ciudad, fortaleza y palacio que idearon y construyeron los sultanes de la dinastía Nazarí del Reino de Granada. Es el símbolo de la ciudad, el monumento más visitado de España y la obra cumbre del arte musulmán en Europa.
Por eso, es imprescindible conocerla en profundidad para entender la historia de la ciudad y su importante legado nazarí.
Patrimonio de la Humanidad desde 1984, en 2018 más de 2,7 millones de turistas de todo el mundo visitaron esta joya arquitectónica única en el mundo.
Esta ciudad fortaleza tiene una particularidad que la hace especial. Fue construida sobre la colina al-Sabika, frente al Albaicín y con la Sierra Nevada de fondo, para demostrar el poder de la dinastía nazarí y para que su monumento estrella se pudiera ver desde prácticamente todos los puntos de Granada.
La historia de la Alhambra o “castillo rojo” está muy ligada al punto geográfico donde se encuentra, sobre una colina rocosa de difícil acceso, en los márgenes del río Darro, protegida por las montañas y rodeada de bosque, entre los barrios más antiguos de la ciudad. Es un castillo imponente de tonos rojizos en sus murallas que ocultan al exterior la belleza delicada de su interior.
Tras la disolución del Califato de Córdoba en el año 1031, el territorio ocupado por los musulmanes quedó dividido en reinos de taifas, que finalmente sucumbieron a las tropas cristianas en el siglo XII.
Durante doscientos años, el reino de Granada se convirtió en el único vestigio del poder musulmán en la Península Ibérica. El fundador de la dinastía nazarí, Al-Ahmar, ordenó la edificación de la Alhambra y trasladó la residencia real del Albaicín a este nuevo lugar. Fue entonces cuando Granada entró en su período de mayor esplendor artístico.
La muralla y el acueducto de la Alhambra son la parte más antigua de la ciudad palatina. Más adelante, se construyó la Alcazaba y las torres principales. Durante el siglo XIV, se levantaron los tres palacios nazaríes: el de Mexuar, el de Comares y el de los Leones.
Tras la Reconquista en 1492, los Reyes Católicos llevaron a cabo varias reformas y construyeron el convento de San Francisco. Más tarde, su nieto el emperador Carlos V ordenó levantar un palacio que llevara su nombre.
Entre los siglos XVIII y XIX, la Alhambra sufrió un periodo de abandono de casi cien años hasta que las tropas francesas de Napoleón ocuparon parte del palacio y estuvieron a punto de destruirlo.
Finalmente, en 1870, la Alhambra pasa a ser propiedad del Estado y fue declarada Monumento Nacional.
La mejor forma de conocer la Alhambra por completo es hacerlo primero por afuera, desde la distancia, y luego adentrarse y recorrer sus patios, subir a sus torres, caminar por sus arcadas y disfrutar del sonido del agua de sus estanques y fuentes que están siempre en movimiento, dando una sensación de paz y vida este majestuoso lugar.
Más información: www.andalucia.org/es
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá