La apuesta que hizo Sartori con UAG en la bolsa duró seis años

La empresa argumentó que por costos y lógica de funcionamiento esa opción carecía de sentido; para los inversores minoristas invertir en esa empresa no fue alternativa

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12 de marzo de 2019 a las 18:15

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“Debe ser la primera vez que un animal vivo llega a Rincón y Misiones”, dijo en mayo de 2013 el ese entonces ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, cuando participó de la apertura de capital accionario en la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM) de la firma Union Agriculture Group (UAG), creada por el empresario (hoy alejado de la firma y precandidato del Partido Nacional), Juan Sartori.

Ese día pautó un hito para muchos corredores de bolsa que veían cómo luego de varios años de letargo una empresa privada uruguaya abría un capital por unos US$ 420 millones. El precio de lanzamiento de la acción fue de US$ 59.

El evento contó con la participación de dos ovejas de la estancia “La Verónica” de Salto de UAG, una ternera Holando y fardos hasta en el centro del ruedo de la Bolsa, que fueron acompañadas con guitarristas del célebre cantautor Alfredo Zitarrosa. “Espero que no se les ocurra agrandarse en los campos donde yo planto”, disparó Aguerre por su condición de empresario agrícola y ganadero.

“Esta primera emisión de acciones de nuestra empresa, es un hecho histórico en nuestro país”, destacó Sartori -que era presidente de UAG- minutos después de cumplir con el ritual de mover la campana de la bolsa.

Casi seis años después de iniciado ese camino, una asamblea de accionistas de la firma UAG decidió poner fin a esa estrategia empresarial. La firma le comunicó este lunes al Banco Central del Uruguay (BCU) que una asamblea general resolvió por unanimidad “aprobar la conversión de la sociedad anónima abierta en sociedad anónima cerrada, atento a la realidad y dinámica del mercado bursátil de acciones, el reducido número de accionistas de la sociedad y los costos operativos asociados a cotizar en bolsa”.

Por ese motivo, UAG decidió “cancelar la cotización pública de la Bolsa de Valores de Montevideo (BVM)  bajo el prospecto de emisión de acciones de fecha de abril de 2018”. Según supo El Observador, la empresa consideraba que el hecho de cotizar en bolsa agregaba más complicaciones que beneficios. Por otro lado, la exoneración (por 5 años) del Impuesto al Patrimonio por abrir su capital al mercado de valores ya había expirado hace un año, por lo que que ese incentivo tampoco estaba presente.

El presidente de la BVM, Ángel Urraburu, dijo a El Observador que la decisión de la empresa de bajar su cotización está atada a argumentos “más internos” sobre su gestión empresarial, que a los costos operativos que le puede acarrear cumplir con los requisitos que exige el BCU para mantener una oferta pública en el mercado de valores.

No generó confianza

Invertir en un acción de UAG no fue una opción de interés para “el perfil del inversor” uruguayo minorista, explicó a El Observador un corredor de bolsa que optó por el anonimato. Las transacciones de UAG en el mercado secundario de valores fueron bastante acotadas a lo largo de los últimos seis años.

También jugó en contra el escaso desarrollo que tiene el mercado de capitales privado en Uruguay. “El público en general nunca terminó de familiarizarse con las acciones de UAG. No estuvo muy claro qué tipo de compañía quería ser y cómo iba a generar su flujo de fondos”, explicó el operador. El agente bursátil añadió que para una compañía de este tipo se le hace complejo “generar y ganar la confianza” de los inversores minoristas.

“En general, quieren ver algo tangible como puede ser hoy una acción de Tres Cruces. Distinto es el perfil que puede tener un inversor institucional como una AFAP”, explicó. Otros factores que tampoco contribuyeron a la imagen de la compañía fueron sus números negativos durante la mayoría de los ejercicios desde que se listó en 2013 o las dificultades para reperfilar su endeudamiento bancario con el BROU, acotó.

Al 31 de diciembre, UAG tenía un endeudamiento financiero de US$ 58,2 millones, y cuenta con hipotecas sobre campos valuados en unos US$ 167 millones. El patrimonio de la compañía es de unos US$ 209 millones. La empresa tiene bajo su propiedad algo más de 80 mil hectáreas (ha) en Uruguay, y llegó a tener un máximo de unas 130 mil ha.

Luego de una reestructura en su modelo de negocios que implicó la venta de tierras y el arrendamientos de otros predios, la empresa logró cerrar el año fiscal 2017/18 con un positivo operativo de US$ 3,5 millones.

La salida de Sartori

El empresario Juan Sartori abandonó la presidencia de UAG en junio del año pasado. “He decidido dedicar mis esfuerzos hacia otros negocios importantes dado que UAG se encuentra reorganizada y estable, con el nuevo modelo de negocios implementado. Justamente salgo del Directorio porque la empresa está organizada y tiene toda la deuda vigente reestructurada”, explicó el expresidente de UAG cuando se produjo su alejamiento.

El semanario Búsqueda informó en su edición del pasado 21 de febrero que su alejamiento obedeció a cuestionamientos de una parte mayoritaria de los accionistas chinos, alemanes, franceses y suizos que ponían en duda la falta de rumbo de la compañía en Uruguay. Sartori tiene una participación en UAG inferior al 2%.

“UAG tiene más de 250 cuentas de accionistas de diversas partes del mundo, entre los cuales se encuentran algunas instituciones y fondos muy prestigiosos. Los accionistas más grandes, que tienen más del 10% de la compañía, integran o integraron el Directorio de la compañía, por lo que son ellos quienes marcan el rumbo de la misma y toman las decisiones relevantes”, explicó la empresa en un comunicado difundido el pasado 21 de febrero.

“Sensibilizar” a los políticos

La BVM iniciará en los próximos días una ronda de contactos con los precandidatos presidenciales buscando “sensibilizar” al sistema político de las bondades que tiene para la empresas abrirse al mercado de capitales para buscar opciones de financiamiento, informó Urraburu.

“Es claro que hacen falta incentivos. Por ese motivo hoy estamos trabajando en un planteo de fondo sobre este tema para elevarlo el Ministerio de Economía y el Banco Central, para que no sea un pedido en el aire”, comentó el presidente de la bolsa.

Con la retirada de UAG, actualmente quedan solo cuatro empresas con su capital abierto al mercado: Gralado (shopping Tres Cruces), Isusa, Valentines (el parque eólico de UTE) y Frigorífico Modelo. UAG fue la última empresa privada que se listó en la bolsa para abrir su capital al mercado.

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