La construcción desarrolla un plan de medición de productividad en 30 obras

Desde hace años, el sector mira de cerca a la productividad. El último relevamiento fue realizado por el Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción (Ceeic) hace un par de años. El informe, que abarcó el período comprendido entre 1995 y 2016, concluyó que la productividad de la mano de obra en la construcción de vivienda nueva había caído 20% en los últimos años, en tanto que los cambios tecnológicos introducidos deberían haber generado un incremento de al menos 12%. La información no era buena y los empresarios decidieron profundizar sobre el tema.

El presidente de la Cámara de la Construcción, Diego O´Neill, dijo a El Observador que la gremial mantenía contacto con la Corporación de Desarrollo Tecnológico, que depende  de la Cámara de la Construcción de Chile. Esa organización efectúa hace años una medición de productividad a través de una metodología propia.

Entonces, se definió realizar una experiencia piloto en un par de obras locales y con los resultados que se obtuvieron la cámara dio otro paso más. “Se armó un convenio con la corporación para la transferencia de la metodología y la cámara  se postuló en la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) para que nos diera el financiamiento”, informó el empresario.

La gremial consiguió una financiación del 80% para llevar adelante una iniciativa de medición de productividad. “Es gratuita para las empresas y de libre postulación, pueden ser socias de la cámara o no”, indicó. Se inscribieron 30 obras de unas 15 compañías y en junio comenzaron las primeras evaluaciones que se realizaron durante cinco días. “Básicamente es una medición de tiempos, productivos o improductivos, tanto de personas como de maquinaria. También da información por cuadrillo o por sector”, explicó O´Neill.

“En los improductivos, más allá de medir cuántos son, dice las causas que están detrás para poder tomar acciones correctivas”, señaló. “El resultado de la medición es confidencial y es entregado solo a la empresa; después al año se efectúa un benchmark (referencia) del sector con las mediciones de todas las obras, pero sin identificarlas, para que se puedan evaluar y también hacer comparaciones internacionales”, complementó.

El presidente de la gremial estimó que los primeros informes particulares deben estar por conocerse. Afirmó que la decisión de medir la productividad en las obras no se centra exclusivamente en el rendimiento de los obreros. “No hay un tema de control estrictamente, más bien es para ocupar mejor el tiempo; si hay una jornada de trabajo donde el tiempo productivo es de 60%, por ejemplo, hay que lograr que se transforme en 70%,75% u 80%”, mencionó.

“Esa menor productividad no necesariamente debe ser por un problema del operario. Puede ser por organización del trabajo o por la falta de equipamiento adecuado; hay una serie de cosas que pueden estar detrás”, agregó.

El último Índice Líder de actividad de la construcción (ILIC) elaborado por el Ceeic y divulgado la semana pasada, mostró un deterioro del indicador. Por tanto, la estimación fue que el ILIC no se revertiría en 2019 y la actividad de la construcción continuara en retracción.   

Por eso y ante la caída de la inversión privada en el sector, se busca que avances en la productividad puedan convertirse en elementos alentadores en el mediano plazo.