Samsung y Huawei: ¿los plegables llegaron para quedarse? 

Hubo una época en que un pequeño dispositivo, del tamaño de la palma de una mano, supo capturar nuestros corazones. Pasada la era de los celulares “ladrillo” (algunos de ustedes los habrán llegado a usar, en los 90), los pequeños celulares se convirtieron en el acompañante esencial de casi cualquier persona que pretendía estar conectada. Desde entonces pasaron menos de 20 años -un suspiro en términos del tiempo humano y un siglo en términos de tecnología- y en ese período otros dispositivos lograron posicionarse en el mismo nivel de esencialidad, ya sea real o supuesta. Hubo celulares de todo tipo, tamaño y color, surgieron las tabletas y hasta se creó una nueva categoría: los phablets, algo así como un híbrido entre celular y tableta por su tamaño, que al principio parecía enorme y hasta generó burlas, pero que pronto se convirtió en normal y deseado. 

 

Lo novedoso, lo normal y lo extraordinario son conceptos que evolucionan rápidamente particularmente en la tecnología. Por eso, cuando Samsung mostró un video de un prototipo un smartphone plegable, el mundo abrió un ojo, miró la novedad, y esperó confiado. Porque los últimos 20 años demostraron que en materia de celulares casi todo es posible 

 

Samsung presentó su plegable el 20 de febrero y esta vez sí lo mostró desde todos los ángulos, además de probar sus funciones y la tecnología que desarrolló para que sea realmente un celular que pasa de tener una pantalla de 4,6 pulgadas a una de 7.3, sin fronteras ni trancazos ni complicaciones. La nueva estrella que llega en el aniversario 10 de la línea Galaxy se lanzará en EEUU el 26 de abril y costará 1.980 dólares; en marzo llegará a Europa, a 2000 euros. 

Lo que se vio en el Unpacked 2019 desde el escenario es un portento en innovación aunque hasta ahora ningún periodista ha probado de primera mano el nuevo celular. El celular tiene una pantalla llamada infinity flex display, que permite usar el celular en su tamaño “pequeño” (que entra en el bolsillo) o en su versión tableta. Lo que se empieza a hacer en ese modo se puede seguir haciendo sin cortes cuando se despliega y ahí, frente a esa pantalla de resolución impecable, es posible utilizar hasta tres aplicaciones simultáneamente y cada una de ellas independientemente. 

Para que el Fold funcione como debe ser viene cargado con dos baterías que combinadas suman 4,380 mAh (el nuevo S10 tiene 4.100 mAh pero hay otras marcas que han superado largamente este rendimiento), un procesador Qualcomm 7nm de ocho núcleos, 512GB de almacenamiento y 12GB de RAM. Claro que la innovación clave en este celular es el propio sistema de plegado que se basa en múltiples engranajes escondidos en el propio dispositivo. Samsung dice que se puede usar unas 200.000 veces. Si el usuario decidiera cambiar de 4 a 7 pulgadas o viceversa 100 veces por día, el celular le duraría al menos cinco años.

Samsung tal vez no fue el primer fabricante en anunciar un celular plegable, pero si se llevó la medalla de oro a la hora de presentar uno masivamente. A los pocos días, Huawei lanzó en el Congreso de Móviles de Barcelona su Mate X, otra pieza de innovación que -según dicen quienes lo vieron- presenta un “diseño refinado, un uso razonable del espacio” y, además, un grosor que no molesta, tal como lo definió Vlad Savod en el sitio especializado The Verge. 

El punto alto del Mate X es su grosor, apenas superior al de un smartphone “común y corriente”, algo que en los últimos tiempos también generó un frenesí de competencia entre las marcas. Podrá parecer sencillo que los celulares sean cada vez más finos pero esto implica enormes desafíos en materia de desarrollo, porque en esos pocos milímetros, que en el caso del plegable de Huawei son 5.4, debe entrar una poderosa batería y lentes de cámaras cada vez más sofisticadas. 

Además de las tres pantallas, la gran diferencia entre el Mate X y el Galaxy Fold es la forma en que se pliegan: el primero hacia afuera y el segundo hacia adentro. Huawei decidió dejar dos pantallas hacia afuera, lo cual es bueno a la hora de plegarlo pero no tanto a la hora de la exposición a mayores riesgos de roturas. Samsung explicó en entrevista con The Verge que definió que las pantallas quedaran protegidas y que el doblez hacia adentro también permite usar una funda protectora. 

 

A diferencia de Samsung, la empresa china no reveló fecha exacta de lanzamiento (será a mediados de año) pero sí fue claro sobre el precio: costará 2600 dólares/2300 euros.  

Todo lo anterior hace suponer que, como las phablets antes, los plegables tienen al menos en teoría una buena chance de convertirse en una categoría potente. Las tabletas nunca alcanzaron el nivel de popularidad de los celulares y sus ventas están estancadas desde hace tiempo. Por eso los smartphones que cambian de tamaño pueden ser una opción atractiva que agrega a la comunicación una capa extra de productividad y facilidad de uso. 

 

Hay quienes consideran que el precio podría ser su gran freno, aunque en los últimos tiempos el mercado se ha encargado de despistar hasta al más avanzado analista en esta materia. Los celulares de alta gama superan fácilmente los 1000 dólares.  

 

El tiempo y los propios consumidores serán quienes se encarguen de avalar lo que podría ser una saludable e interesante nueva categoría de dispositivos, o de dejarla en el estante de los que quisieron y no pudieron. Mientras tanto la curiosidad juega su rol y ya es hora de que podamos probarlos para ver cuánto aportan -o no- a nuestras vidas.

Royole. La startup presentó su celular flexible en enero, el FlexPai, que se vende por US$ 1.300. Los analistas no han sido benévolos a la hora de calificarlo y coinciden en que la empresa se apuró. Tiene 6GB de RAM y 128GB de almacenamiento. 

 

TCL. La empresa presentó en Barcelona un mecanismo de plegado al que llamó DragonHinge, el que le permitiría construir sus propios línea de celulares plegables a corto plazo. El prototipo que algunos periodistas vieron en Barcelona puede ser doblado hacia adentro o hacia afuera, con una pantalla Amoled flexible. TCL anunció su intención de que se venda a un precio 30% más barato que el FlexPai, lo que lo dejaría por debajo de los 1000 dólares. 

 

Xiaomi. La empresa china también mostró un prototipo en enero a través de un video. En este caso la pantalla puede doblarse en tres.

 

Otros. LG está desarrollando pantallas flexibles OLED y ya presentó un televisor que se puede enrollar en una caja. Lenovo anunció que comenzó a trabajar en su propio prototipo.  Apple también tiene una patente para este tipo de dispositivo pero no se espera ver alguno con la manzanita hasta 2020.