Leonardo Carreño

La espalda de Ancap para “aguantar” precio de combustibles, el peso del referéndum y la “confusión” con el factor x

El Poder Ejecutivo resolverá en las próximas horas qué hará con las tarifas del gasoil y las naftas en marzo en un escenario internacional que juega en contra; el presidente Lacalle Pou tendrá la última palabra

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24 de febrero de 2022 a las 05:02

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El próximo viernes 25 la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (Ursea) le debería elevar al Poder Ejecutivo el último informe de Precio de Paridad de Importación (PPI), uno de los insumos para la fijación de las tarifas de los combustibles en marzo, y que también tendrá en cuenta los números que le presente Ancap. Esa definición también contendrá un “factor político” (mayor a otros meses) dado que el próximo 27 de marzo se llevará a cabo el referéndum para derogar 137 artículos de la LUC, dentro de los cuales están los referidos al nuevo esquema que aprobó el gobierno para revisar mensualmente los precios de los combustibles. 

Según supo El Observador, el director de la OPP Isaac Alfie está afín de subir las tarifas de Ancap para no erosionar el margen de ganancia de la petrolera estatal. En febrero, el gobierno había optado por ajustar las tarifas del gasoil y las naftas para corregir el rezago que se había dado en los meses de octubre a enero por el congelamiento de los precios, que alejó las tarifas del precio teórico de importación (PPI). Así el gasoil aumentó 6%, a $ 52,94, y 4,3% la nafta Súper 95, a $ 73,41, para trasladar “parcialmente” al público la disparada que había mostrado el crudo en los mercados internacionales.

De todas formas, como ha ocurrido en otras oportunidades, la última palabra la tendrá el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, en consulta con la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche. Fuentes políticas admitieron a El Observador que el “factor político” —por la proximidad del referéndum— será una variable que “estará sobre la mesa” a la hora de definir si es momento para ajustar las tarifas en caso de que así lo paute el próximo PPI. También hay otros elementos que juegan, ya que hoy Ancap está refinando embarques de crudo que pagó a precios inferiores a lo que marca el mercado internacional con un crudo por encima de los US$ 90 por barril, y que su (abultada) caja toleraría sin grandes sobresaltos un potencial congelamiento de las tarifas durante marzo. 

La foto del mercado internacional de la primera quincena de febrero —que define el PPI vigente para marzo— viene con viento en la camiseta y se exacerbó en los últimos días por los temores a un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. El primero es un importante productor y exportador de petróleo a nivel global. 

La dinámica de los precios internacionales del crudo terminan (tarde o temprano) en los precios de los combustibles refinados de la Costa del Golfo de México en EEUU (USGC), que es el insumo principal del informe PPI que la Ursea elabora todos los meses. En esta ocasión, el regulador evaluará el período que va entre el 26 de enero y este viernes 25 de febrero. Los últimos datos publicados por la Administración de Información de Energía (EIA) de EEUU muestran que los precios para el símil de la nafta uruguaya Súper 95 siguieron en ascenso. El valor promedio por galón al 14 de febrero se ubica en US$ 2,63, con una suba del 12,5% respecto al promedio del mes inmediato anterior. El gasoil, por su parte, tiene como referencia el precio del Ultra Low Sulfur Diesel (ULSD 62). La actualización más aproximada posible a lo que indicaría el PPI, está un 13,5% por encima de la medición anterior.

 

La “confusión” con el factor x

Cuando el Poder Ejecutivo anunció la puesta en marcha de un nuevo esquema para la fijación de las tarifas de los combustibles desde agosto del año pasado, el ministro de Industria Omar Paganini explicó que las tarifas contemplaban un sobrecosto de $ 2,97 sobre la tarifa del gasoil y la nafta. Ese factor x — como se lo denominó— correspondía a la mezcla con etanol y biodiésel por encima de lo que obliga la ley y su sobrecosto de producción ($ 0,62), el subsidio implícito al supergás ($ 1,7), y negocios de la estatal que dan pérdida como el pórtland y costos estructurales de Ancap ( $ 0,66).  Ahí se anunció que el próximo objetivo del gobierno era trabajar para la reducción de estos sobrecostos en  tres años. 

La ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, manejó en una entrevista con El País el pasado domingo que el factor x, ese supuesto sobrecosto de Ancap, había bajado de $ 2,97 a $ 2, aunque evitó entrar en más detalles de cómo se dio esa mejora en la eficiencia de la petrolera uruguaya. 

¿Qué pasó en la realidad?

El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, explicó a El Observador que se generó una especie de “confusión” sobre cómo se comportó el factor x en los últimos meses, ya que ese “sobrecosto” de $ 2,97 en las tarifas de gasoil y naftas que pagan los consumidores solo se dio en un 100% en los meses de agosto y setiembre en los hechos. 

En ese contexto, Stipanicic relató que esta semana habló con el ministro interino de Industria, Walter Verri, para explicarle que hoy el factor x  “es negativo” para la nafta Súper y el gasoil, ya que está casi $ 1 más barata de lo que muestra el PPI de la Ursea. 

¿Cómo se explica?

El presidente de la petrolera estatal explicó que lo que estuvo detrás de eso fue un “aumento considerable” en el margen de refinación de La Teja, en línea con lo ocurrido con las refinerías de otros países, así como un aumento en los volúmenes de comercialización, en particular, por la venta de gasoil a UTE para la generación de energía eléctrica. Lo habitual es que el margen de refinación se ubique en US$ 3 a US$ 5 por barril, pero el año pasado se elevó a US$ 7 por barril.

La Teja suele tener un margen reducido en la comparación internacional dado su tamaño reducido. El margen de refinación se determina por el promedio ponderado de los productos refinados menos el costo del crudo. En 2021, hubo meses del año pasado donde ese margen llegó a ser de US$ 10 por barril. “Eso fue lo que generó espalda para vender combustibles por debajo del precio de paridad de importación”, explicó Stipanicic. 

Por otro lado, en entrevista con radio Carve, Stipanicic dijo este miércoles que con el nuevo contrato con los productores de caña de azúcar en Bella Unión y el fin de la mezcla del biodiésel con el gasoil, ayudarán a reducir el sobrecosto que tiene Ancap. 
 

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