La historias desconocidas detrás de la larguísima gira de la selección en 1990

El fútbol también tenia diferencias. Se otorgaban dos puntos por triunfo, solo se permitían dos cambios y el arquero podía tomar la pelota con las manos si se la pasaba un compañero.

La planificación y la preparación para aquel Mundial también fue muy distinta a lo que se acostumbra en la actualidad.

"La prensa y grandes figuras que habían llegado para ver el Mundial, como Pelé y Platini, daban como candidato a las instancias decisivas a Uruguay, por la preparación y por los jugadores que eran muy reconocidos en Europa y estaban a muy buen nivel” (Gregorio Pérez, ayudante de Tabárez en el ciclo de Italia 1990)

Para llegar a Italia 1990 en forma óptima, la selección realizó una gira de casi dos meses, algo impensado en la actualidad.

Un año antes, Uruguay había realizado una buena Eliminatoria al finalizar primera en el grupo que formaba junto a Perú y Bolivia, con otro sistema de disputa distinto al actual. También en 1989, se disputó la Copa América de Brasil, en la que los locales le ganaron la final en Maracaná a Uruguay, que venia de ser campeón en Argentina.

El año del Mundial, la selección lo comenzó con dos amistosos en febrero, ambos disputados en Miami y con triunfos ante Colombia y Costa Rica por 2-0. Luego, en marzo, también en Estados Unidos pero en Los Ángeles, se jugó ante México y ganaron los aztecas por 2-1.

Recuerdos del 90

El Mundial de Italia 1990 comenzaba el 13 de junio para la selección uruguaya, con el debut ante España, pero la última fase de la preparación tuvo su primer partido el 25 de abril con el 3-3 ante Alemania, futura campeona del mundo, en Stuttgart.

“Esa preparación fue un poco particular”, recordó a Referí Gregorio Pérez, quien era el ayudante de campo de Tabárez en aquel entonces. “Porque las ligas de Europa no habían terminado, ni la de España, ni la de Italia ni la de Francia. Y Uruguay ya en el año 1990 tenía a la gran mayoría del plantel jugando en Europa”.

Por ese motivo, fue un tiempo “muy prolongado” de trabajo, señaló el entrenador que en aquel momento tenía 42 años. Además, a diferencia de lo que ocurre hoy cuando los jugadores quedan libres al terminar sus ligas para sumarse a la selección, en aquel momento, al estar en actividad con sus clubes, iban a los partidos de la celeste y volvían a sus equipos.

Además de los de Europa, había futbolistas del medio local que formaban parte de ese ciclo y que entrenaban en Montevideo, en el Charrúa, que se había acondicionado como concentración, y a donde también se sumaban los que jugaban en Argentina.

“Hacíamos triple horario”, recordó a Referí Alfonso Domínguez, quien en ese entonces jugaba en Peñarol. “Entrabamos a las 6 de la mañana y salíamos a las 18”, señaló el duraznense, quien dijo que tras la Copa América y las Eliminatorias de 1989 siguieron con los trabajos “enganchados” para llegar al Mundial.

"Después de esa preparación, en el Mundial 2010 el Maestro decidió viajar una semana antes y salimos cuartos. La experiencia le sirvió. Y él mismo dijo como que nos había cansado con la cabeza. Por eso es muy inteligente y sabe lo que es el fútbol y un grupo” (Ruben Sosa, delantero de Uruguay en el mundial de Italia 1990).

Luego, se instalaron en Italia. “El bunker fue un pueblito chico, de unos mil habitantes, llamado Majano. Estaba en la región de Udine”, contó Gregorio. “Era un hotel donde estábamos solamente nosotros. Era un lugar muy pintoresco”. Esa sería una constante de Tabárez en los mundiales posteriores: buscar ciudades chicas y alejadas para entrenar con tranquilidad, como Kimberley en Sudáfrica 2010, Sete Lagoas en Brasil 2014 y Nizhny Novgorod en Rusia 2018.

Desde ahí hacían los viajes para ir a jugar los amistosos (ver cuadro). En 46 días, del 25 de abril al 9 de junio, Uruguay disputó 13 partidos ante selecciones y equipos. La selección voló a Stuttgart, a Sevilla, a Vitrach, una ciudad de Austria, a Belfast para jugar con Irlanda del Norte y luego a Londres para el partido ante Inglaterra en Wembley, además de viajes dentro de Italia.

“Creo que jugamos dos mundiales. Uno amistoso y otro oficial”, comentó a Referí Ruben Sosa, fiel a su estilo. “Fue una experiencia para el Maestro, que nos llevó 30 días antes o algo así. Estábamos en una forma espectacular, pero viajábamos mucho en avión, íbamos de un lado para el otro. Una cosa de locos”, agregó el Principito, una de las figuras de aquella selección.

Para Sosita, que en aquel momento brillaba en Lazio de Italia, la concentración uruguaya era como “Alcatraz”, en referencia a la famosa cárcel. “Lo único que veíamos eran viñedos. Abrías la ventana y por enfrente no pasaba un auto”, señaló.

Por su parte, Domínguez, que no estaba acostumbrado a lo que era el fútbol europeo, vivió una experiencia “espectacular” en la preparación y el Mundial. “Teníamos tres días en doble horario y un día libre activo, se le llamaba, en los que algunos hacían fútbol tenis o aprovechábamos la piscina. Y los jugadores que estaban en Europa hacían el trabajo de pretemporada”, dijo el hoy entrenador que ha ganado títulos de OFI con Durazno, sobre el régimen semanal de Tabárez. 

Para José Batlle Perdomo, volante de aquel equipo, la puesta a punto fue “excelente”. “Fue como el inicio de las preparaciones que ahora hace el Maestro Tabárez”, dijo a Referí.

El Chueco recordó que en aquel entonces no había un complejo como el que tiene la selección hoy. “Para la Copa América de 1987, nosotros entrenábamos en la cancha de Miramar Misiones, sin desmerecer a la cancha de Miramar, y concentrábamos en CAFO, en el Estadio”, señaló.
En el Mundial, Uruguay pasó la primera fase con el agónico gol de Daniel Fonseca a Corea y luego, en octavos, cayó ante Italia.

¿Influyó la preparación en el resultado? “No te digo que nos haya ido mal por eso, pero llegamos al Mundial como diciendo, ‘¿y tenemos que jugar el Mundial todavía?’”, dijo Sosa, recordado por el penal fallado ante España. “Quizás la cabecita nuestra no estaba o estaba cansada. Capaz no tuvimos suerte o lo que sea”.

Todos conicideron en que Uruguay tenía equipo para llegar más lejos pero se cruzó con el local. “Estabamos preparados, no sé si para salir campeón, pero teníamos muchas posibilidades de mejorar lo que veníamos haciendo. Con los jugadores que teníamos, si sacábamos a Italia y seguíamos a la siguiente serie, se podía dar”, dijo Perdomo.

Y también en que esa gira marcó a Tabárez para las futuras preparaciones. “Fue una experiencia muy rica que el Maestro la capitalizó en el Mundial de 2010, que fueron pocos días antes, sin jugar partidos desgastantes previos”, dijo Gregorio. “Esas experiencias vividas, con su capacidad e inteligencia, las ha sabido capitalizar”, agregó el  asistente celeste en Italia 1990.  

Pesca, videos y TV italiana

En la concentración en Italia los jugadores aprovechaban los ratos libres. “Teníamos un gimnasio, una sala de juego con maquinitas, pool, ping pong, futbolito… Aparte de eso, Antonio (Alzamendi) había llevado el Nintendo que era el juego que había en aquel momento y llevamos videos y películas”, contó Domínguez, quien también dijo que tenían un lago en el que había que pagar para pescar. “Era de pesca deportiva”, agregó Sosita. “Fuimos casi todos. Yo decía: ‘si no pescamos acá somos un desastre’. Y ninguno pescó. Los pescados estaban tan aburridos que vos los veías y no picaban”. El delantero también recordó que en aquel entonces las visitas familiares no eran habituales como ahora y que en aquellos días todas las noches los jugadores miraban un programa de juegos picarescos de la TV italiana. “Haciamos asados”, agregó Ruben. “Después, Tabárez un poco se dio cuenta que estábamos con la cabeza en otro lado y llamó a las familias para que vinieran. Y venían de tarde, un par de horas, y veíamos a la familia y a los hijos”, agregó el exdelantero, que también paseaba por Verona.

Alemania

Uno de los puntos fuertes de la gira previa a Italia 1990 fue el empate 3-3 ante Alemania, que luego ganaría el Mundial. “Ese partido fue divino, espectacular. De ida y vuelta. Con la pisada de Ruben Pereyra que fue sensacional porque levantó el centro y fue el gol de Ostolaza. Si no hacía el gol, capaz que no se hablaba de esa jugada”, dijo Sosa. Gregorio agregó que el once alemán fue luego el de la final en Roma.

Inglaterra

El otro destaque fue el triunfo 2-1 ante Inglaterra en el mítico Wembley, antes de su remodelación. José Perdomo marcó uno de los tantos de tiro libre. “Fue importante ese gol”, dijo el Chueco, quien de todas formas agregó que quedó atrás de su gol del “terremoto” en Argentina entre sus conquistas más recordadas. Gregorio destacó que Inglaterra llevaba 17 partidos invicto y que era un equipazo. “Son recuerdos imborrables”, expresó.

Amistosos previos a Italia 90

Fecha       Resultado y rival          Lugar
25 abril     3-3 Alemania                 Stuttgart
3 mayo       4-1 a Padova                 Padova
4 mayo        2-0 US Pro Fagagna             Udine
9 mayo        1-1 Selección Andaluza         Sevilla
11 mayo      10-1 ASD Majanese              Udine
13 mayo       7-1 Villach (Austria)         Villach
18 mayo      1-2 Irlanda del Norte         Belfast
22 mayo      2-1 Inglaterra                 LONDRES 
30 mayo      10-0 Chievo Verona         Verona
30 mayo      2-1 Chievo Verona             Verona
6 junio         5-2 Ospitaleto                 Brescia
6 junio         3-0 Brescia                 Brescia
9 de junio   2-1 Mantova                 Mantova