La intendencia dice que no hay lugar para habilitar más shoppings en Montevideo

 Actualmente en la ciudad hay cinco centros comerciales construidos: el Montevideo Shopping Center, el Punta Carretas Shopping, Tres Cruces, el Nuevocentro Shopping y el Portones Shopping. A estos cuatro se le suma un proyecto que ya está en marcha y que supone la construcción de un centro comercial en Malvín, sobre avenida Italia. Este último fue aprobado en 2016 por la IMM con la condición de que estuviera acompañado por la construcción de tres torres de viviendas.

“No vemos ninguna forma de que exista otro shopping sobre la costa o al sur de avenida Italia”, expresó a El Observador el director de Planificación de la IMM, Ramón Méndez. La administración del frenteamplista Daniel Martínez apuesta a una sociedad en la que el consumo no sea una “forma de lograr la felicidad”. “El objetivo que estamos tratando de llevar adelante es uno en el que la felicidad no se alcanza por consumir, sino por convivencias, vínculos humanos u otro tipo de valores”, agregó.

La última propuesta de instalar un centro comercial contó con la participación del empresario Carlos Lecueder, administrador de varias superficies de este tipo. Lecueder está vinculado a la terminal Tres Cruces, Nuevocentro Shopping, Montevideo Shopping, Portones Shopping y el complejo World Trade Center. El Punta Carretas Shopping está vinculado al Grupo Garbarino.

El empresario reconoció recientemente a El Observador que mantuvo una reunión con representantes del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y la IMM en la que propuso transformar la vieja estación de trenes en un centro comercial y, posiblemente, en una terminal de ómnibus. Sin embargo, el proyecto no prosperó ya que, según afirmaron allegados a Martínez, el intendente no ve con buenos ojos que la simbólica terminal de AFE se transforme en un nuevo centro comercial. Por el contrario, la idea del intendente era construir un polo tecnológico inspirado en Sillicon Valley. La idea, sin embargo, fue criticada por el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi. 

Además de esta propuesta, según detalló Méndez, la administración de Martínez también descartó otras propuestas de este tipo por “diferentes razones”, aunque siempre vinculadas al modelo de sociedad que se pretende para Montevideo. Pese a esta visión, el director de Planificación aseguró que “puede haber excepciones” ya que no es una “postura a rajatabla escrita en piedra”. “En principio, la idea de seguir construyendo shoppings en la ciudad no es una que estemos impulsando”, concluyó. 

El Montevideo Shopping Center fue el primero que se instaló en la ciudad y abrió sus puertas por primera vez en 1985. Desde ese año, el establecimiento afrontó más de 20 ampliaciones y recibe cerca de 1.400.000 visitas al mes, según afirma la página web del centro comercial. Además del shopping, alrededor del establecimiento se construyeron torres ejecutivas, como el World Trade Center, y negocios que tienen al centro comercial como ancla.

El boom llegaría en la década de los noventa, cuando abrieron otros tres centros comerciales: Punta Carretas Shopping, Tres Cruces y Portones Shopping. Los tres experimentaron varias ampliaciones desde sus inicios, buscando reconvertirse y adaptarse a las nuevas tendencias de consumo. Punta Carretas, por ejemplo, lleva alrededor de 10 ampliaciones desde que comenzó a operar y la última de ellas fue inaugurada a finales de 2018, con nuevas tiendas y una conexión con el hipermercado Disco. Tres Cruces, por su parte, atraviesa actualmente una reforma que creará un nuevo piso para sumar a las grandes marcas, mientras que Portones Shopping anunció en mayo de 2018 que ampliaría en 3.000 metros cuadrados el edificio. 

Nuevocentro Shopping –propiedad del empresario y precandidato a la presidencia Edgardo Novick y de la empresa de transporte de pasajeros Cutcsa– fue el último en sumarse a las grandes superficies comerciales en 2013. Cinco años después anunció su primera gran ampliación con más plazas comerciales, espacios de estacionamiento y la incorporación de grandes marcas. El único proyecto de este tipo que la ciudad tiene en marcha desde cero es el centro comercial de Malvín, cuya culminación está prevista para 2020. Según afirmó Méndez, la IMM no tiene ningún otro proyecto a estudio, pese a que es consciente que el deseo está presente entre algunos empresarios. 

Lecueder, por ejemplo, explicó en una entrevista con Bloomberg que  una vez terminado el proyecto de Malvín buscará construir otros dos centros comerciales al norte de Montevideo. Consultado por El Observador, el empresario declinó hacer declaraciones. 

Transformación y tendencias

¿Montevideo está saturada de centros comerciales? Para el arquitecto Diego Capandeguy la pregunta es difícil de responder, ya que la respuesta puede variar según cómo la perspectiva desde la que se la analice. “La cuestión es si lo podés evitar o si forma parte de las tendencias exitosas (...) Pareciera que estaba saturado pero permanentemente se van dando reconversiones”, expresó el arquitecto, que está trabajando junto a otros docentes del Taller Danza sobre los nuevos fenómenos vinculados a las centralidades innovadoras y reales. El trabajo será presentado en los próximos meses. 
Para Capandeguy, más allá de las políticas públicas, el “deseo social” no se puede contener. De esta manera, consultado sobre la conveniencia de contar con políticas que desestimulen la instalación de nuevos centros comerciales, el arquitecto aseguró que, en su opinión, es necesario tener una postura “más abierta”. 

“Es muy difícil contenerlo (el deseo social) con políticas públicas que, en todo caso, pueden orientar algunas decisiones y viceversa”, expresó. En los últimos años, además, la tendencia de consumo de la sociedad varió hacia otros modelos, por lo que los centros comerciales tradicionales debieron reconfigurarse. Según relató Capandeguy, por un lado está la complejización de los centros comerciales y, por el otro, las “pequeñas intervenciones” que aparecen en la ciudad . Dentro de estas últimas se incluye  a las “pequeñas ofertas de comercios, como de gastronomía, vinculados a un tipo de venta más artesanal o boutique”, agregó Capandeguy. 

A esto se le debe sumar el fenómeno más reciente de las aplicaciones que están apareciendo, que se aprestan a ‘uberizar’ a la ciudad.  “Son fenómenos que van a surgir y que van a traspasar, como en muchas ciudades, regulaciones”, consideró Capandeguy. Para Méndez, la única forma en la que la IMM podría rever su postura es si llega a sus manos un proyecto vinculado a lo “socio-territorial” y no al consumo masivo.  
“Cada vez que consumimos dañamos el medio ambiente de una forma u de otra, contribuimos al cambio climático”, explicó el director de Planificación. Aunque la comuna reconoce que el comercio en general es “central” como parte de los “servicios a la población”, en este momento este tipo de emprendimientos “han llegado a su techo”.