Camilo dos Santos

Lacalle Pou se estrenó como futuro presidente ante empresarios con un mensaje de diálogo

El presidente electo insistió en que buscará "un país cohesionado"

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06 de diciembre de 2019 a las 05:02

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La llegada de Luis Lacalle Pou este jueves al Club de Golf como presidente electo para disertar ante la Unión de Exportadores del Uruguay fue similar a la de cualquiera de sus arribos a plazas públicas en campaña electoral. El futuro mandatario se bajó de su camioneta y apenas pudo dar unos pasos cuando un grupo de personas lo rodearon para pedirle fotos. Como siempre, el que tomaba los celulares para las selfis era él. Cuestión de práctica y agilidad. “Sostené bien tensa la bandera”, le pidió a un niño que se coló entre las piernas de los adultos para pedirle un autógrafo. La disposición del líder nacionalista animó al niño a pedirle que le firmara una segunda bandera.

Entre esos autógrafos y fotos, el presidente electo se estrenó en su nuevo rol y dio su primer discurso tras la victoria del balotaje rodeado de empresarios que, por el Día del Exportador, fueron a escucharlo a él, y a la futura ministra de Economía, Azucena Arbeleche, y a pedirle al nuevo equipo de gobierno que apueste a un Mercosur más flexible y a no poner más impuestos, entre otros puntos.

Como respuesta, el gobierno electo, en su primera presentación formal, buscó transmitir tranquilidad a los empresarios en una coyuntura de fragilidad económica, con un crecimiento modesto desde 2015 y un déficit fiscal 4,7% del Producto Interno Bruto que pone en riesgo la sostenibilidad del grado inversor.

Camilo dos Santos

Mientras el inicio de la transición estuvo marcado por la disputa del gobierno entrante con el saliente por las tarifas públicas, en su discurso, que fue el cierre del almuerzo, el presidente electo envió mensajes de apuesta al diálogo pero advirtió que eso no llevara a trasformar al gobierno en una “asamblea”, y dijo que estimulará la iniciativa privada para reactivar la economía.

La futura ministra de Economía, en tanto, prometió un Estado más eficiente, descartó los impuestos como herramienta para mejorar las cuentas públicas y dijo que atenderá los reclamos del sector productivo.

Arbeleche marcó a la creación de empleo como el principal desafío de corto plazo y dijo que el gobierno de Lacalle Pou “derogará el decreto que habilita la ocupación” como una  extensión del derecho de huelga. Además señaló que buscarán la reactivación de las exportaciones y fomentarán la apertura comercial.

La apuesta al diálogo 

Camilo dos Santos

En su arribo el presidente electo conversó brevemente con algunos empresarios y estuvo acompañado de los líderes de los partidos de la coalición, el senador Luis Alberto Heber –posible ministro de Transporte-, el futuro secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, el futuro prosecretario, Rodrigo Ferrés y su secretario personal, Nicolás Martínez. Guido Manini Ríos fue el único que llegó acompañado de los líderes partidarios. Entró de la mano con Irene Moreira, senadora electa de Cabildo Abierto y esposa del excomandante en jefe del Ejército.

Al entrar al salón, el colorado Ernesto Talvi se saludó con Ferrés y lo felicitó por el cargo que Lacalle había anunciado este lunes luego de reunirse con el presidente de la República, Tabaré Vázquez. “Muchas gracias. A vos todavía no te felicito oficialmente”, le respondió Ferrés a las risas en clara alusión al rol de canciller que el colorado asumirá el 1° de marzo.

Una vez que los comensales pasaron al salón principal previsto para el evento, el presidente electo demoraba en entrar. “Lacalle sigue saludando gente”, le dijo una de las organizadoras a otra. El futuro mandatario prefirió que la oradora central fuera Arbeleche, quien disertó durante más de 40 minutos sobre productividad, empleo, relaciones laborales, inserción internacional y política monetaria.

El presidente electo la miraba atento desde la mesa que estaba al frente de un salón lleno del Club de Golf y asentía con la cabeza constantemente en señal de aprobación. También era la primera vez que su ministra de Economía se presentaba ante un auditorio como tal.

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Mientras Arbeleche daba su discurso, un señor mayor se acercó tímidamente al salón con una foto en su mano en la que se veía a Luis Alberto Lacalle Herrera, padre del mandatario electo, con la banda presidencial. El hombre caminó con pasos cortos, sorteó a los organizadores, pasó por delante de Arbeleche –que seguía con su oratoria- y fue al encuentro de Lacalle Pou, quien lo saludó y le pidió que lo buscara a la salida para recibir la foto. Una organizadora le pidió al hombre que se retirara y en su caminata hacia la salida, tropezó y cayó al lado de Arbeleche. La economista pidió que “alguien más fuerte” lo levantara porque a ella no le daba la fuerza. “Yo lo acompaño”, dijo Lacalle Pou que se paró y, luego de que un grupo de hombres pudieron levantarlo, fue con el señor hasta la puerta.

Cuando le tocó su momento de hablar, Lacalle Pou apeló a la unidad, al diálogo y sostuvo que su administración se caracterizará por la acción, en contraposición a "un gobierno asamblea".

“La preocupación mayor es la felicidad de cada uno de ustedes. Y lo atractivo y difícil es que la felicidad de cada uno de ustedes es distinta y la colectiva es la suma de que cada uno esté bien. Por eso queremos un país cohesionado. No van a escuchar de este gobierno un insulto, un agravio, una descalificación. Tenemos un deber de una unión nacional. Estaremos todos juntos tratando de soltarles las amarras, la mochila a los que emprenden, a los que invierten,  a los que investigan. Y también tendiéndole una mano solidaria y afectiva al que está atrás de la fila. Esa es la tarea nuestra y es posible”, dijo en línea con su discurso de campaña y aclaró a los empresarios que no podían este jueves darles “efectivamente los pasos a seguir” del nuevo gobierno porque están en plena negociación.

Camilo Dos Santos

Cuando, sobre el final, Lacalle Pou le dio un tono más político partidario a su discurso y cuestionó a quienes creen que la coalición no será duradera, sus palabras fueron interrumpidas por una canción que salía de un celular. “Nacionales, tricolores, bolsilludos…”. El presidente electo hizo silencio y se rió. “Culpa mía, presidente”, le dijo Daniel Belerati, presidente de la Cámara Frigorífica, mientras cortaba la llamada que había provocado que media sala largara la carcajada.

“Aparte vamos a tener un quinquenio en Nacional. No estaría mal pero no lo puedo asegurar”, comentó Lacalle. “¿Se arregla por decreto?”, le retrucó Belerati y Lacalle largó una carcajada.

El remate de ese discurso interrumpido fue un mensaje a la ciudadanía. “Vamos a tener una ansiedad  constructiva. Podemos tener un signo de interrogación sobre lo que podemos hacer pero no sobre lo que se puede llegar a romper. Eso va a ser muy importante en la relación gobierno-ciudadano, ciudadano-gobierno. Que cada uno haga lo que tenga que hacer”, le dijo a los empresarios en sus palabras finales.

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