Diego Battiste

Las decisiones difíciles de Martínez y Talvi

La competencia entre blancos y colorados por entrar al balotaje será mucho más cerrada de lo imaginado

Tiempo de lectura: -'

31 de julio de 2019 a las 05:00

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Para ellos es una carrera contra el tiempo. Daniel Martínez se agita para darle un “nuevo impulso” al Frente Amplio, que navega escorado hacia la izquierda. Ernesto Talvi acelera y se aferra al volante para sostener el despegue vertical que ya registra el Partido Colorado. Los dos saben que no la tienen fácil. Según la última medición de Equipos-Mori el Frente Amplio registra 12 puntos menos que hace 5 años. El Partido Colorado, a su vez, está 11 puntos por debajo del Partido Nacional. Martínez sabe que para vencer en el balotaje tiene que lograr recuperar los votos de centro que vienen mostrando una alta propensión a emigrar. Ese nicho, el de los votantes de centro izquierda que el FA ha venido descuidando tanto es, justamente, el que Talvi codicia y que ha demostrado, en los pocos meses que lleva dedicándose a la competencia electoral, saber atacar. Los dos candidatos acaban de tomar decisiones de campaña muy difíciles. Vamos por partes.

Martínez, se atrevió, por fin, a decir la palabra “dictadura” para calificar el régimen chavista. La “etiqueta” es tan obvia que da pereza tener que explicarla. Venezuela es una dictadura porque Nicolás Maduro destruyó por completo el principio de separación de poderes, ignorando el Parlamento electo en diciembre de 2015 e interviniendo el Poder Judicial. Según el informe Bachelet, el gobierno chavista busca “neutralizar, reprimir y criminalizar a opositores/as”: “se despidió y detuvo arbitrariamente a varios dirigentes sindicales (…)”; se “ha levantado la inmunidad parlamentaria a 22 diputados de la Asamblea Nacional, entre ellos el Presidente de la Asamblea Nacional”; el número de muertes por “resistencia a la autoridad” durante 2018 superara las cinco mil personas; para “extraer información” o “intimidar”, se tortura sistemáticamente a los opositores al régimen: “aplicación de corriente eléctrica, asfixia con bolsas de plástico, simulacros de ahogamiento, palizas, violencias sexuales, privación de agua y comida, posturas forzadas y exposición a temperaturas extremas”. Para retener el poder vale todo.

En términos estratégicos, la decisión de Martínez es incuestionable. Por suerte, no hay forma de ganar una elección en Uruguay sin dar señales muy claras de entender la diferencia entre libertad y despotismo. En nuestro país, el partido que deja caer de sus manos la bandera de la libertad está condenado de antemano. En ese sentido, no dejar de ser curioso que la tan cuestionada “guardia vieja” del FA haya tenido más lucidez que la nueva camada de presidenciables frenteamplistas. Danilo Astori y José Mujica, en ese orden, como tantas otras veces, asumieron el costo político de bajarle el pulgar a Maduro y abrieron el camino para que Martínez, solamente Martínez entre quienes compitieron por la nominación presidencial en el FA, haya dado el paso de tomar distancia del chavismo. Todo indica que, de todos modos, el tema Venezuela seguirá siendo una piedra en el zapato del partido de gobierno por mucho tiempo más.

Talvi, por su parte, también tomó una decisión  arriesgada. Con el apoyo de Julio María Sanguinetti, impidió que Pedro Bordaberry volviera a postularse como senador. No me atrevo a decir si acertó o se equivocó. El tiempo dirá. De acuerdo a nuestros viejos manuales los partidos más grandes son los que logran desplegar al máximo su oferta electoral. Dicho de un modo muy simple, los más partidos más votados han sido siempre los que lograron ofrecer más variedad (ideológica, generacional, territorial) en sus listas al Senado. Los partidos tradicionales tenían cerca del 40% de los votos cuando ofrecían, ayudados por el Doble Voto Simultáneo, candidatos de derecha, centro e izquierda. El FA es inmenso gracias a la diversidad de su menú electoral: desde Danilo Astori, Mario Bergara y Michelini, en una punta, hasta Constanza Moreira, Carolina Cosse y Óscar Andrade en la otra. Mirado desde este ángulo, la incorporación de Pedro Bordaberry a la oferta de los colorados tenía mucho sentido tomando en cuenta, además, que hay votos de derecha que están siendo captados por el General Guido Manini Ríos en Cabildo Abierto.

Por otro lado, el razonamiento que parece haber prevalecido en el equipo de campaña de Ernesto Talvi, también tiene mucho sentido. Su punto de partida es considerar que el apoyo al PC viene creciendo gracias a que el propio Talvi ha logrado tener un discurso más socialdemócrata que liberal y porque, al mismo tiempo, consiguió posicionarse como “lo nuevo” (que “se viene”) tomando distancia de los líderes colorados que han tenido más presencia en los últimos años: Julio María Sanguinetti (su principal rival en la elección primaria) y Pedro Bordaberry (el candidato a la presidencia del partido en 2009 y 2014). El incremento en la intención de voto a los colorados que vienen registrando las encuestas aporta evidencia empírica para respaldar esta estrategia. La confrontación con Manini Ríos, dicho sea de paso, va exactamente en la misma dirección: tomar distancia de la derecha, desplazarse a toda velocidad hacia el centro.

De todos modos, la pregunta queda abierta. ¿Cuánto gana y cuánto pierde el PC con esta decisión? ¿Podrá Julio María Sanguinetti jugar el mismo papel que hubiera cumplido Pedro Bordaberry? Es perfectamente posible. En todo caso, cada día está más claro que la competencia entre colorados y blancos por entrar al balotaje será mucho más cerrada de lo que hubiéramos creído hace apenas dos o tres meses atrás. Para ambos partidos, los votos centristas son importantes. Pero también serán decisivos los votos de derecha. Tanto Julio María Sanguinetti como Francisco Vernazza lo saben muy bien. Fue así, enviando a último momento mensajes hacia los electores de derecha que logró sacar la ventaja decisiva sobre los blancos en 1994.

 

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.