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Llegó la hora: con qué argumentos se ilusionan Los Teros para ganarle a Italia
No hay más que decir ni trabajar. Desde el 9 de octubre de 2021, cuando Los Teros le ganaron la eliminatoria a Estados Unidos y clasificaron como Américas 1, la meta estuvo clara. En realidad, fue antes: el 14 de diciembre de 2020, cuando se sortearon los grupos de la Copa del Mundo.
Ese día, el capitán Andrés Vilaseca le mandó un mensaje de whatsapp al DT Esteban Meneses. Había visto el Grupo A: Nueva Zelanda, Francia, Italia (los tres clasificados directo por entrar entre los mejores 12 de Japón 2019), Américas 1, y Africa 1.
“Mono, tenemos que estar ahí. Tenemos que ser Américas 1”, le dijo al entrenador. Eran épocas de pandemia, Uruguay había jugado solo 3 partidos (como Uruguay XV) en octubre y había empatado 1-1 una serie de dos test matches con España en Montevideo, a puertas cerradas. La Slar se había cancelado antes de terminar la segunda fecha, cuando estalló la pandemia. La temporada 2 estaba en pañales aun, y con el desafío de una burbuja.
Pero Los Teros sabían a donde querían ir. Querían mejorar lo de 2019, y la única manera era clasificar antes, y luego, en el Mundial, subir un escalón, ganar dos partidos y clasificar directo a 2027.
De eso pasó mucha agua abajo del puente. Pero sobre todo, pasó un trabajo difícil de catalogar. Porque impresionante se queda corto, y varios otros adjetivos también.
Alguna vez, la historia del deporte uruguayo tendrá que analizar a fondo lo que hicieron estos Teros. No por resultados, no por títulos, no por lo grande y obvio que se ve en los resultados. Sí por el proceso de transformación, física, mental, técnica, que logró este equipo en este tiempo. Por el escalón competitivo que logró subir el equipo, algo extremadamente difícil en un deporte como el rugby, donde las diferencias físicas, y por tanto deportivas, son difíciles de escalar.
El proceso metódico, en etapas, que empezó allá por 2012 Pablo Lemoine y su staff casi desde el barro, y que continuó Esteban Meneses y su staff en los últimos siete años, ha sido basante documentado. Y ahora tiene la prueba más importante de este tiempo: ganarle a Italia, un Tier 1, algo aún más duro que la histórica victoria ante Fiji del Mundial pasado. Tambien, ya se ha dicho: significa el primer paso en la estrategia de clasificar directo al Mundial 2027, que habría que completar ganándole a Namibia el miércoles 27 en Lyon.
Es difícil también, porque Uruguay no debería ser una sorpresa a Italia. Los italianos saben lo que se les viene, como dijo su entrenador de scrum en conferencia este martes: “sabemos que representamos su gran desafío”.
Pero Los Teros están completamente convenidos que lo pueden hacer. Y esa convicción no nace de mística, o de motivación, que la tienen. Nace de que están preparando este partido hace meses, que hicieron el análisis más exhaustivo de estos años acerca del equipo italiano. Saben como juega Italia, casi más que los italianos. Y la agregaron una preparación física que termina siendo una tremenda fuente de confianza,
La lógica dice que Italia será el ganador. Las casas de apuesta van entre los 16 y los 20 puntos de diferencia. Pero iban por 58 puntos para Francia, y fueron 15. Y además, Teros saben lo que es dar batacazos. Que para los jugadores no sería un batacazo. "Quizás algunos se siguen sorprendiendo, pero nosotros sabemos bien cómo trabajamos", dijo Vilaseca después de Francia.
Las claves del partido
El punto de encuentro, vital.
El tackle, y la situación alrededor del tackle, es la construcción de cualquier partido de rugby, porque es la más común. Allí será una lucha pareja. Si Uruguay quiere ganarlo, necesita que las pelotas de Italia sean lentas. Como dijo Manuel Ardao, uno de los especialistas allí: antes de ir al piso, con dobles tackles que impidan el pase en el contacto; ya en el piso, con el cuidado de no cometer penales pero asegurando ese segundo extra que le permita a Uruguay ponerse de pie antes que el rival agarre inercia.
La lluvia
Hay alrededor de 90% de chances de lluvia, lo cual obligará a ambos a ajustar los planes. Más juego con el pie para salir de campo propio y no exponerse a errores de manejo allí. Más formaciones fijas por los eventuales errores de manejo. Un poco más de juego de forwards. No es el escenario ideal que podía pensar Uruguay, que parece tener más posibilidades de desequilibrar en el juego por afuera. Pero estos forwards vienen de medirse de igual a igual ante Francia y de ganar ese duelo en varios momentos, por lo que hay que darles crédito.
Las formaciones fijas
Uruguay tuvo varios errores en el line (78% de acierto) ante Francia. Si hubiese tenido mejores porcentajes, hubiese estado más cerca de una victoria hazañosa. En el scrum también pasó problemas, aunque ahora amoas formaciones suman la experiencia de Germán Kessler. Enfrente hay una primera línea con oficio y un pack de forwards grande, pero que no es tremendamente superior a Uruguay. Tiene 60 kilos s favor, lo cual es una diferencia pero no decisiva.
Los cambios
Italia hace experimentos. Pone a Polo Garbisi de 12, una posición donde ha jugado en su club Montpellier, pero no en Italia. Alessandro Garbisi entra como 9 con solo 6 partidos en la selección. La duda en la prensa italiana ayer era: ¿es el momento de hacer experimentos en un partido crucial? Ojalá que termine siendo un problema
El estado físico de Uruguay
La preparación física de este equipo ha sido un punto alto. Y ante Francia se administraron los minutos: la primera linea salió a los 50’, y a los 60 Uruguay ya había hecho los ocho cambios. Era una decisión previa del cuerpo técnico, aunque el partido estuviera parejo, porque el objetivo era (y es Italia). ¿Habrá desgaste del primer partido? ¿La lluvia pasará factura? Preguntas clave
Ante todo, desde afuera de la cancha, habrá que disfrutar de esta jornada en la que la ambición de Los Teros nos lleva a vivir el partido con expectativas como pocas veces antes. Adentro de la cancha, ellos se concentrará en hacer historia.
