Los días frenéticos de Milei: la gente, “las luces del cielo” y la casta política

En alguna fecha entre el 2017 y 2018 Milei y Sturzenegger se conocieron en un largo almuerzo en el Banco Central, el entonces funcionario quería conocer al único economista que lo defendía a capa y espada en cada programa de TV, en cada artículo publicado. 

Desde ese encuentro, o antes, Milei tuvo sobre Sturzenegger un respeto intelectual, raro en una persona, como el presidente, más proclive a la auto referenciación, a las críticas a los otros que a los halagos. Esa relación entre ambos se mantuvo intacta todos estos años, Milei consultaba y Sturzenegger respondía. 

NO PUEDE SER🤦‍♀️. POSTA HABÍA QUE EXPLICAR ESTA IMAGEN? pic.twitter.com/TZhksN0D8u

— NiKi 🇦🇷 (@NikiNikitaLiana) December 24, 2023

Sus vínculos, el respeto intelectual de Milei hacia Sturzenegger, se plasmó esta interminable semana cuando parado a su derecha Sturzenegger debutó en público como asesor sin cartera para presentar el proyecto más ambicioso del liberalismo en los últimos cien años. 

“Vení, sumate”, le pidió Milei a Sturzenegger en el momento en que los asistentes presidenciales definían la puesta en escena del anuncio del DNU. Una escenografía copiada y amoldada a Carlos Menem cuando anunció él también el paquete de privatizaciones. 

Sturzenegger fue autor ideológico del paquete de reformas del DNU, lo vino trabajando hace años, se lo presentó a quien quiera adoptarlo, entre ellos a Patricia Bullrich, y logró ver sus sueños plasmado en Javier Milei. 

No es intención de este artículo defender o criticar el paquete de reformar del DNU, cada cual, incluso yo, sacaremos nuestras conclusiones, pero si es menester descifrarlo en términos políticos, sociológicos. 

Acá la primera definición: desde el propio Estado se buscó, valga la redundancia, sacar al Estado del medio de todo contrato, comercio, servicio donde estaba presente y dejarlo a una relación entre las partes. 

El DNU no es un capricho de Milei, es la demostración de su fuerza. Con un Congreso en minoría; sin un solo gobernador, Milei se somete al 55% por ciento de los votos que lo legitimó. Su poder radica ahí y en las “fuerzas del cielo” como le gusta decir. 

Su propio posteo en la cuenta de X lo grafica de manera total: Milei le “abre las rejas a los caceroleros para que ingresen a la libertad”. 

Es por eso que, luego de las críticas y los cacerolazos, Milei se endureció y señaló que el DNU no se baja: “Que el costo político lo paguen los políticos de no aprobar este conjunto de normas”. 

En su primera aparición pública, tras el DNU, redobló la apuesta. "Las repercusiones han sido importantísimas, las filas propias estaban sorprendidas. Y les aviso que habrá más". 

Ese “habrá más” llegó con el llamado a sesiones extraordinarias donde se viene otro megapaquete de medidas de orden impositivo – Ganancias y Jubilaciones— pero también de orden electoral –Boleta única--.

Son los tres eslabones del shock: 1) medidas de orden monetaria para garantizar el déficit cero que lanzó Luis Caputo; 2) el DNU que desregula la economía en su totalidad y 3) en materia fiscal y electoral que necesariamente debe pasar por el Congreso. 

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— Manuel Adorni (@madorni) December 24, 2023

Su espejo en el menemismo

En otras columnas decía que Milei representaba un menemismo sin el peronismo. De estilo paternalista, como Menem en la década de los ´90, con el “nos los voy a defraudar” y el “Síganme”.

Es claro que Milei no es Menem, pero sigue sus pasos en otro contexto y con menos poder. Menem llegó con la hiperinflación de Alfonsín, mientras que Milei llega con una hiper en puerta heredara de Alberto Fernández y Sergio Massa. 

Menem obtuvo la emergencia económica, que luego perfiló un gobierno basado en el hiper presidencialismo y Mieli, con sus primeros pasos, parece seguir su ejemplo.

El presidente, y en su discurso anunciando el DNU lo dejó en claro, le puso nombre y apellido y definió, finalmente, quién era la casta. No dejó dudas, la casta es la clase política; por eso habló de espaldas al Congreso, por eso legisló con un DNU. 

Sturzenegger, más que Caputo, es el Domingo Cavallo de Milei. El expresidente dictó en 1991 el decreto 2284 de Desregulación Económica, muchísimo más vasto que el que acaba de lanzar Milei. La diferencia: el peronismo estaba en el gobierno, Menem tenía mayorías parlamentarias y sobre todo tenía gobernadores. 

Ricardo Roa, editor general de Clarín, lo define de la mejor manera. “Nunca las experiencias son iguales y es aventurado asimilar a un caudillo experimentado como Menem, con un movimiento detrás, con Milei, que tiene un gobierno para el que ha debido tomar de aquí y de allá para formar un combinado más que un equipo”.

Entre los números y las fuerzas del cielo

Javier Milei cree que puede ganar la batalla cultural que debutó en Argentina con el mega DNU. La primera mitad de su discurso por Cadena Nacional estuvo destinado a la casta política. 

El presidente argentino ya mostró su primera señal cuando habló de espalda al Congreso y ahora evita el Parlamento para discutir el DNU con más de 300 cambios profundos de la golpeada economía argentina. 

No está dispuesto a negociar con esa clase política y está convencido que, de no aprobarse el ambicioso paquete de medidas que desregulan la economía, el costo político lo pagarán los mismos políticos. 

Milei celebró el rating que alcanzó la cadena nacional para anunciar el DNU. Fue más que una final de fútbol de Argentina. "Vos podes hablar y que no te mire nadie, pero acá la gente quiso ver a un presidente dándole libertad y metió 50 puntos", se lo escuchó decir a su entorno. 

En ese territorio movedizo, Milei cuenta con dos agentes imprescindibles. Primero, el 55% de los votos y segundo “las fuerzas del cielo”, que volvió a convocar en su discurso anunciando el DNU. 

Aunque algunos le quieren darle un marco de “mesianismo religioso” a Milei, lo cierto que sus proclamas a las “fuerzas del cielo” son más política que mesiánica: “En una batalla, la victoria no depende del número de los soldados, sino de la fuerza que Dios da" señala la Tanaj en su libro Macabeos Cap. 2 versículo 19. 

Milei habla del momento político que le toca vivir: un gobierno con una tremenda minoría institucional y de ahí su convicción de sacar un DNU que antemano sabía que iba a tener críticas sociales, institucionales y jurídicas.

Lo importante era decirle a la casta política que es el “milagro de Janucá” para Milei: era “pocos soldados enfrentando al imperio griego con una botella de aceite que les permitió subsistir ocho días con luz frente a la oscuridad”. 

Los sondeos políticos y las encuestas de opinión

La firma DC Consultores que dirige Aníbal Urios y cercano a Milei, realizó su estudio entre el 20 y el 21 de diciembre sobre 1.560 casos y el resultado más notable fue que el 71,3% de los consultados dijeron estar "de acuerdo" con el DNU, mientras que solo el 28,7% se expresó en contra.

Por otra parte, la consultora Taquion señaló que más del 50% de los encuestados expresaron su oposición al megadecreto, y las críticas se centraron en aspectos como el presunto avasallamiento del Congreso, la legalidad del DNU y el potencial impacto en los precios de los alquileres.

En estos primeros quince días Milei ya soporto su primera marcha piquetera, de la que salió airoso, y sus primeros cacerolazos de una clase media, la más politizada y progresista de la Ciudad de Buenos Aires, que no esperó los 100 días de gracia. 

Se viene un fin de año complicado, la Justicia ya decidió abrir el proceso legal para definir la constitucionalidad del DNU y más allá de cómo falle, si a favor o contra, el camino a la Corte Suprema está asegurado. Lo cierto que ese camino siempre largo en la justicia argentina deja vigente el DNU. 

La misma Corte esta enfrascada en una interna que por ahora no tienen solución: Ricardo Lorenzetti está enfrentado a Horacio Rosatti que esta semana en LN+ dejó algunas señales del conflicto que se viene venir. 

El cortesano parece haberle marcado la cancha a Milei y aseguró que los decretos que puedan emitirse “no pueden tratar temas tributarios”, porque en esos temas sí o sí debe intervenir el Congreso”. 

Algo parecido pasa en el Congreso, sin que se haya conformado la Comisión Bicameral de Seguimientos de los Decretos de Necesidad y Urgencia, el parlamento se ve imposibilitado aún a tratarlo, por lo que en este camino también deja vigente el DNU. Con un dato más, el Parlamento todavía no aprobó los DNU que fueron sancionados en el gobierno de Alberto Fernández por lo que esos también éstos siguen vigentes. 

La CGT tuvo que despertarse de su largo letargo de cuatro años, donde el silencio por la inflación de 180% o el 40% de pobres deslegitimizó su representatividad. La lógica peronista de esperar y negociar con Milei tiene pocas chances, para el presidente también ellos son la casta. 

El despertar de la CGT tiene más que ver con el peligro de perder sus privilegios que el golpe al bolsillo de la clase media con la derogación de la ley de alquileres, la desregularización de las prepagas o el alza de los precios. Milei los golpeó en los aportes sindicales; en la limitación del derecho a huelga; en la desregularización de las obras sociales. 

Es una señal de alarma para el presidente, sí. Las primeras manifestaciones no están encadenadas al alza de precios que están por venir. Los costos de los supermercados; de las prepagas y sobre todo al menos de 20% de inflación prevista para diciembre y más para enero y hasta abril. 

Habrá que ver en los próximos meses como se comporta ese “núcleo blando” de votantes que eligieron a Milei cansados del peronismo y sus privilegios para poder mirar y entender si el presidente tiene esos “ocho días de luz” que señala el libro de los Macabeos para su propio milagro.