Diego Battiste

Matías Pérez: "Debemos replantearnos si hay que hacer un torneo con menos equipos"

El primer futbolista que se transformó en dirigente y participa del gobierno de la AUF, intenta cambiar los prejuicios, entendió el funcionamiento del fútbol y explica que también comprendieron el rol del jugador

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22 de mayo de 2020 a las 05:02

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Los futbolistas cumplieron un año en el gobierno del fútbol, tras el cambio estatuario impulsado por FIFA en 2018, que se ejecutó desde mayo 2019 y que promovió que Matías Pérez ocupara una de las siete sillas del Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).

¿Cuánto cambió el fútbol con los jugadores en lugares de decisión? El ahora dirigente, brindó a Referí su profunda mirada sobre el tema y puso en la mesa asuntos que entiende deben abordar para seguir mejorando.

¿Imaginaba ser dirigente?

Nunca imaginé estar donde me encuentro actualmente. Comencé en esta actividad como algo que me ilusionaba para impulsar un cambio en el fútbol a partir de Más Unidos que Nunca. Luego me tocó participar en la Mutual, en la que estuve vinculado desde chiquito, porque me acuerdo en 2006 iba con Paolo Montero. Luego fui parte de un grupo que luchó mucho para hacer algo por los jugadores, por el derecho de imagen y de televisión. Finalmente, tras un año de trabajo en la directiva de la Mutual se forma el grupo AFU (Asociación de Futbolistas Uruguayos), que es el que representa a todos los futbolistas del Uruguay. Empezamos a tener encuentros con las jugadoras y los jugadores de sala, amateur y los profesionales, y llegó el momento elegir a una persona como la voz cantante en la AUF. Pensaron en mí, me dieron su apoyo, entendieron que había estado en todo el recorrido de trabajo desde el inicio y creyeron que era una buena oportunidad para que plasmara todo ese trabajo que hicimos. Al principio dudé bastante porque era un cambio muy grande en mi vida, pero después asumí el desafío de manera responsable y seria. Hoy hace un año que estoy aquí. Al principio me sentí raro. Diferente. Estaba acostumbrado a las directivas de la Mutual en la que compartía con amigos, compañeros y colegas, y llegué a un lugar tan importante en la AUF, en el que me encontraba con abogados, contadores, economistas, gente acostumbrada en la gerenciar empresas. Debo reconocer que al principio no fue fácil, pero a partir de mi juventud y que todos tenemos el mismo objetivo, se hizo un trabajo llevadero y completo.

@AUF

En ese crecimiento, ¿cambió el respeto y los derechos del jugador uruguayo desde que los futbolistas ganaron un lugar en el gobierno?

Lo que se logra ocupando un lugar en el ejecutivo es una línea directa en la toma de decisiones de las cosas importantes del fútbol. Actualmente, cada vez que el ejecutivo de la AUF va a tomar una decisión tiene de primera mano la postura y el sentir de los futbolistas, de árbitros y de técncios. Está arriba de la mesa el parecer de los futbolistas, lo que permite allanar caminos y solucionar problemas que no son problemas. Se desactivan determinados conflictos antes que empiecen. Eso no es perceptible a los ojos de la gente pero es algo que sucede todo el tiempo internamente y hace que el trabajo sea muy bueno a la hora de tomar decisiones importantes porque siempre está la posición del jugador, que es un gran actor en todo esto.

Aunque no siempre consigan lo que quiere el futbolista.

Obviamente. Muchas veces los jugadores tienen determinada postura y la decisión que se adopta no refleja 100% nuestro sentir, pero el parecer de los futbolistas está, estuvo y se discutió. Eso no existía antes, o estaba muy lejano. Siempre le digo a los muchachos del gremio, con los que hablo casi todos los días: sin dudas que no se hará siempre lo que quiere el jugador, porque hay que contemplar muchos intereses y muchos puntos de vista, pero en el ejecutivo están representadas todas las fuerzas del fútbol y eso produce que estén todas las posiciones arriba de la mesa.

@Uruguay

¿Los dirigentes también empezaron a entender que es la voz de 1.000 futbolistas?

Sí. Mis compañeros del ejecutivo desde el primer momento, y con el correr del tiempo, un montón de clubes, que me empezaron a ver en el día a día, que vieron que siempre estoy pensando en lo mejor para la AUF entendieron que el futbolista no solo se pone en un lugar para reclamar y pedir, sino que está para construir, apoyar y trabajar. En todo este tiempo lo hemos demostrado. Diego Scotti integra la comisión de canchas y realizó un trabajo bárbaro con el resto de sus compañeros en forma honoraria para ver lo que faltaba y qué hay que hacer para mejorar. Creo que comprendieron que el futbolista no solo está para críticar y disentir, sino para trabajar a la par y en conjunto para que esto salga adelante de la mejor manera posible.

¿Cómo ve el fútbol en esta nueva etapa política?

El fútbol dio un paso muy grande en este cambio de sistema que brindará muchos frutos. Hoy me toca a estar a mí en el ejecutivo. Mañana será otro compañero. De lo que no hay dudas es que se produjo un quiebre, un antes y un después con los futbolistas dentro del gobierno. ¿Por qué? Durante mucho tiempo determinadas actividades dentro de la AUF se manejaron siempre de la misma manera. Ahora, con los futbolistas en este lugar, invitamos a reflexionar y a mirar a largo plazo. A poder cambiar cosas que vienen de mucho tiempo, que pueden mejorar mucho al fútbol uruguayo. Por ejemplo, nosotros, desde el ejecutivo, debemos cuidar los activos de la AUF e intentar pensar cómo mejorarlos. Entendemos que no solo hay que generar determinados acuerdos que puedan ayudar a solucionar situaciones del presente y que luego nos obligue a quedarnos con algo que para el futuro no es tan bueno. Eso es lo más importante para esta AUF.

En ese plan, ¿en qué piensan a largo plazo?

En seguir desarrollando el producto AUFTV. Hay muchas cosas buenas de lo que hicimos que nos brinda posibilidades de soñar en el futuro. Este es un proyecto genuino de la AUF para generar recursos propios. No estamos inventando nada, es algo que realizaron en otros países, les fue bien, y es un activo que tenemos que seguir defendiendo, sin perjuicio de otras empresas, sino por el objetivo de generar mayores recursos en la AUF. También, y esto es muy importante, debemos seguir cuidando un montón de cosas, porque hay números que asustan. Se venden muchos futbolistas en condición de libre. ¿Qué sucede cuando se transfieren los jugadores en esas condiciones? Ese dinero no llega a los clubes, y tampoco a los jugadores que se están formando. Entonces se corta la cadena, y no es saludable que suceda eso. Tenemos que seguir buscando que los jugadores sean transferidos al exterior, pero es importante que el sistema se pueda seguir sosteniendo a partir de respetar toda la cadena. Otro aspecto es que debemos replantearnos si hay que hacer un torneo con menos equipos para repartir los ingresos que tenemos y que todos los equipos puedan ser profesionales, y no vivir esa incertidumbre que se plantea previo al comienzo de cada campeonato en el que los dirigentes salen a juntar dinero porque no les alcanza. Hay que replantearse y poner arriba de la mesa si está bien el número que tenemos hoy. Debemos discutirlo, pensarlo entre todos y ver qué es lo mejor para el fútbol. Lo digo de esta forma porque en este tiempo en la AUF conocí a muchos dirigentes que hacen lo imposible para juntar peso a peso para poder pagar sus compromisos, y se ve el esfuerzo que hacen. También desde la cabeza tenemos que seguir trabajando para mejorar y que ellos puedan llevar adelante la tarea de conducir a sus clubes de una manera más sólida.

¿Cómo ajusta para que no se transfieran tantos jugadores en condición de libre?

No tengo la ecuación perfecta, pero el tema es bien claro: el jugador tiene que ser vendido, porque es su carrera, tiene que ser vendido en un buen número y el club tiene que llevarse una buena parte también. No se pueden ir libres. Tenemos que trabajar para contener esta fuga de dinero tan importante que tiene el fútbol.

¿Está bien la fecha de agosto para el regreso del fútbol por la pandemia de coronavirus?

Trabajamos en fechas estimadas, según lo que nos dice el gobierno. Ojalá sea antes, pero no podemos ser imprudentes en decir una cosa que no va a ser por la responsabilidad que conlleva. Ojalá pueda ser antes, pero en base a los plazos y lo que sucede en Europa, agosto es la fecha que se está sugiriendo.

Los árbitros quieren un complejo deportivo, ¿es posible?

Lo estamos buscando para el fútbol playa, sala, femenino y árbitros. Buscamos un lugar y tenemos unos fondos para ello. Ya tuvimos encuentros con autoridades, pero la pandemia lo frenó. El gran objetivo de este ejecutivo es tener un complejo para estos sectores importantes de la AUF.

Antes de ingresar al mundo directriz, en su etapa de futbolista, ¿cómo veía al dirigente? Se lo pregunto porque existen muchos prejuicios.

Vengo de una familia de dirigentes del fútbol del interior. Vi a mi madre lavar las camisetas todos los fines de semana, a mi viejo poner carne de su carnicería para que los jugadores tuvieran para comer con unos fideos con tuco antes de los partidos. Vi a mi abuelo llevar tierra a la cancha. Conozco de cerca lo que es la dirigencia del corazón, y veo que hay muchos que dejan horas de su familia y que trabajan honorariamente. También hay de los otros, que hacen de este lugar su profesión, con otros fines o ideas. He visto de todo y no hay que generalizar nunca para ningún lado. Por eso me quedo con todos esos dirigentes que dejan muchas horas de su vida para ayudar a sus clubes desde el lugar en el que están.

¿Cómo lo ven sus compañeros? ¿Creen que se puede hacer un cambio?

Muchos de los que me llaman tiene las respuestas reales de lo que está pasando en la AUF. Y de alguna manera empiezan a entender que no todo es blanco y negro, que se trabaja un montón y que las cosas no salen tan rápido como queríamos. Cuando uno entra a estos lugares empieza a entender la maquinaria y la logística que hay adentro, que las cosas no son tan sencillas como se ven desde afuera. Ese es uno de los aprendizajes que me quedan y es lo que trato de trasladar a cada uno de los jugadores que me llama o a mis compañeros del gremio. A veces, desde afuera, parece que las cosas son fáciles de solucionar, pero no es tan así por momentos.

¿Por ejemplo?

Hay un montón. Cuento uno: a la hora de cobrar los reclamos de los jugadores en la AUF hay un proceso que se cumple en contaduría, en un sector en el que trabajan tres o cuatro muchachos. A veces demoran en cobrar, y como futbolista preguntaba: “¿Por qué, si ya entró la plata?”. Sin embargo, hay un trabajo administrativo gigante que desarrollar, entre otras tareas que deben atender esos funcionarios. A veces parecen largos esos tiempos, pero los entendés cuando estás ahí adentro.

En Uruguay solemos estigmatizar, y la figura de Lugano aparece ligada a todos los movimientos de los futbolistas. ¿Atrás de cada paso que dan está Lugano?

Lugano, con Godín, Luis (Suárez) y un montón de jugadores de la selección han sido desde el comienzo los que nos mostraron el camino. Luego, las inquietudes nacieron de los que estábamos en Uruguay. Es cierto que nos apoyamos en ellos porque vivieron otras realidades en Europa y porque también habían vivido lo mismo que nosotros mucho antes en Uruguay. Fueron un apoyo importante para todos nosotros. Y celebro que jugadores que están en otra situación económica, que no tienen por qué ocuparse de lo que sucede en Uruguay, le hayan dedicado su tiempo e ideas para mejorar el fútbol uruguayo. Estoy orgulloso de ellos.

¿Los maneja Lugano? Es lo que en el imaginario colectivo piensa.

Pensar que Diego nos puede manejar sería menospreciar la inteligencia de mucha gente que trabaja. ¿Dónde quedamos parados nosotros que damos la cara y ponemos cabeza en todo lo que hacemos? Sería muy triste que hubiera una persona que manejara a 1.000 jugadores, más los del interior, el femenino, futbol sala. Sería triste pensar así. No me entra en la cabeza. Sé que hay un sector que quiere manejar esa posibilidad, pero no es así.

¿Le quedaron ganas de jugar al fútbol?

A veces sí. Y también a veces me arrepiento haber dejado el fútbol a los 33 años. Tengo ganas de darle un final a mi carrera en Nacional de Cardona, donde me críe y del que mi familia es hincha y colabora desde la dirigencia. Pensaba hacerlo este año, pero por la pandemia se posterga porque no estoy entrenando para jugar.

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