Montevideo, un plebiscito: gestión versus alternancia

Veamos, para empezar, algunos números. La candidatura de Raffo cuenta con el apoyo de seis partidos. En Montevideo, en octubre de 2019, esos seis partidos sumados obtuvieron 429.752 votos. El Frente Amplio conquistó el apoyo de 438.839 montevideanos. La diferencia es mínima: 9.087 votos. El corolario en términos de estrategias de campaña es obvio: si los partidos que apoyan a Raffo fidelizan a sus votantes de octubre de 2019, la elección en Montevideo se torna de difícil pronóstico.

Fuente: elaboración propia a partir de datos de la Corte Electoral

El paso siguiente del razonamiento es tan sencillo como el anterior. Fidelizar a esos votantes requiere un esfuerzo importante (la experiencia del balotaje es muy clara en este sentido), pero no les debería resultar tan difícil. Votaron por el cambio en octubre. Casi un año después, están conformes con el resultado. Las encuestas muestran que una muy amplia mayoría de los votantes de la Coalición Multicolor aprueban la gestión del gobierno nacional. Los números del último sondeo publicado, el de Opción, son contundentes: 92% de los votantes de Luis Lacalle Pou en el balotaje evalúa positivamente la gestión del gobierno. 

Desde luego, para que los votantes de la Coalición Multicolor y el PERI se inclinen por el cambio en Montevideo no alcanza con el buen desempeño de la candidata desafiante. Raffo comunica muy bien y muestra personalidad. Además, ha hecho un gran esfuerzo en el plano programático. Pero es evidente que precisa ayuda. Sin los líderes de los partidos que la respaldan explicitando su apoyo en medios de comunicación y recorridas barriales, sin los senadores y diputados rodeándola, no tiene ninguna chance.

Desde luego, además de fidelizar votantes de seis partidos tiene que conquistar electores que votaron por Daniel Martínez en la elección nacional. Esto es un poco más difícil, pero tampoco es imposible. Me apoyo otra vez en información de opinión pública. Aproximadamente un 10% de quienes votaron por el FA evalúan positivamente la gestión del gobierno de Lacalle Pou. Haciendo un cálculo conservador diría que son unos 40 mil vecinos de Montevideo. No debería ser tan difícil para Laura Raffo conquistar el apoyo de algunos miles de ellos, sobre la base de identificar su propuesta con la gestión de Lacalle Pou. 

Si voy por la pista correcta, a medida que nos acerquemos al 27 de setiembre la incertidumbre irá en aumento

El principal obstáculo que enfrenta la candidata multicolor es que la gestión del Daniel Martínez al frente de la IM está bien evaluada. Casi 6 de cada 10 montevideanos aprueban el desempeño del ex Intendente. Aprueban la última gestión del FA en la capital los votantes de la coalición de izquierda, pero también una parte de los electores de la Coalición Multicolor. Hace cinco años, el panorama era muy distinto. La gestión de Ana Olivera estaba mal evaluada: apenas 3 de cada 10 montevideanos hacían un balance positivo de su desempeño en la IM. Esto ayuda a entender por qué, en mayo de 2015, el FA perdió casi 50 mil votos respecto a octubre de 2014.

Cuando se privilegia el peso predictivo de la evaluación de su gestión como Intendente, Daniel Martínez es el favorito. Sin embargo, corre la carrera por su reelección cargando con una mochila demasiado pesada: muchos frenteamplistas lo responsabilizan de la derrota del FA en la elección nacional. Este factor explica el crecimiento de Carolina Cosse y Álvaro Villar. De todos modos, estas candidaturas también tienen grietas. Cosse es muy criticada desde hace años por su decisión de construir el ANTEL Arena. Quienes la cuestionan la asocian al “derroche” de recursos, un argumento potente en tiempos de austeridad. Villar tiene al menos dos problemas importantes. Es poco conocido y enfrenta un sucesión de denuncias sobre su gestión como director del Hospital Maciel.

Si voy por la pista correcta, a medida que nos acerquemos al 27 de setiembre la incertidumbre irá en aumento. Las encuestas de agosto ya registraron un crecimiento significativo del apoyo a Raffo (que ronda el 38%) y el estancamiento de la intención de voto al FA (en el entorno del 50%). Creo que muchos electores terminarán decidiendo a último momento, poniendo en un platillo de la balanza la buena gestión de la IM entre 2015 y 2020 y, en el otro, las buenas sensaciones dejadas por la alternancia en el gobierno nacional. 

Adolfo Garcé es doctor en Ciencia Política, docente e investigador en el Instituto de Ciencia Política, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República

adolfogarce@gmail.com