El director de relaciones institucionales y deportivas de Peñarol, Fernando Morena, estaba fuera de sí al término del partido por el claro penal que no pitó el árbitro Andrés Cunha cuando la pelota golpeó en los dos brazos de Claudio Dadomo a los 75 minutos e intentó a los gritos ingresar al camarín de los jueces.
Cunha no vio que la pelota pegó en la mano del lateral cerrense y se tocó el pecho dando a entender que el balón le había pegado allí.
De no ser porque ingresaba justo el técnico Jorge Fossati al vestuario y vio a Morena, este hubiese ingresado totalmente desacatado al camarín de los árbitros.
Esta no es la primera vez que sucede algo similar con Morena. En el campeonato pasado tuvo una reacción fuera de lugar en el Parque Franzini cuando Defensor Sporting le ganaba un partido decisivo a Peñarol y luego tuvo otra en el propio Centenario.
Lo más llamativo es que consultado el juez Cunha por Sport 890 luego del encuentro acerca de qué había acontecido con Morena, dijo que "en ningún momento lo vi a Morena", por lo que no será denunciado en el confidencial del partido.
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