L. Carreño

Nacional se puso el chip goleador

En los últimos dos partidos Nacional hizo más goles que en el resto del campeonato

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09 de noviembre de 2017 a las 22:35

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En los últimos dos partidos Nacional marcó más goles que en los anteriores siete del Torneo Clausura. Había convertido ocho hasta la séptima fecha cuando perdió contra El Tanque Sisley y sobrevino el paro de futbolistas, y lleva nueve desde que se reanudó: cuatro contra Liverpool y cinco este jueves frente a Boston River.

Convengamos que no es común que los goles caigan como avalancha en un campeonato que suele ser parejo y menos si el equipo que los hace viene de un ciclo negativo que lo dejó lejos de los principales puestos del campeonato, si bien aún tiene posibilidades. Y aún llama más la atención que el cuadro que anoche fue acribillado en el estadio Centenario sea Boston River, uno de los más equilibrados del año y con momentos de buen fútbol, que le valieron elogios bien ganados a su técnico Alejandro Apud.

Pero estos dos encuentros que siguieron al paro de tres semanas encontraron a un Nacional distinto, sólido defensivamente y matador en ataque, dos rubros en los que no llegaba con buenos antecedentes.

¿Y por qué cambió tanto? ¿Solo por la vuelta de Diego Arismendi? La presencia del volante le brindó otra prestancia al mediocampo, pero no es el único motivo por el que el equipo de Martín Lasarte cambió la cara en esta segunda parte del torneo.

Primero, Nacional mostró en el segundo tiempo frente a Liverpool y anoche contra Boston River un juego más coordinado, de mejor funcionamiento colectivo. Y por supuesto, con figuras individuales que le dieron esa tónica.

Atrás, la pareja de centrales integrada por Diego Polenta y Alexis Rolín volvió a mostrarse sólida, más allá de que en esta oportunidad el rival generó muy poco. El medio, además de Arismendi, un jugado táctico por excelencia, mostró dos volantes generosos en el esfuerzo y de buen manejo de pelota.

La inclusión de Matías Zunino le dio otro aire en esa zona y le permitió mayor libertad para visitar el área contraria. Prueba de ello fue que marcó el segundo gol, cuando transcurrían 12 minutos. Ya se había permitido algún remate desde afuera del área en el encuentro que se disputó el sábado en Belvedere.

Por el costado zurdo volvió a destacarse Sebastián Rodríguez. Tiene un manejo del balón envidiable. La pisa, la esconde y la juega con claridad cuando el desarrollo lo exige. Un futbolista notable, que el otro día marcó dos goles con pelota en movimiento y ayer hizo otro de tiro libre. No es un goleador, pero le está sacando jugo a la gran pegada que tiene.

Arriba, toda la impronta de Tabaré Viudez, que aunque no brilló como otras veces participó en los dos primeros goles: tiro libre para el cabezazo de Polenta en el primero y cambio de frente perfecto para que Aguirre le bajara la pelota a Zunino en el siguiente.

Polenta, que tuvo solvencia en su área, también desequilibró en la de enfrente: abrió el marcador y después provocó el penal (mano de Sigales) que generó el tercer gol, marcado por Sebastián Fernández. El delantero que falló uno contra Liverpool volvió a tener la oportunidad desde el punto blanco.

El Papelito fue el autor del cuarto, de cabeza nuevamente, como el pasado fin de semana. Aguirre quemó los guantes de Berbia con un remate desde afuera del área y Fernández aprovechó para definir por encima del golero.

Antes de la media hora de juego el tricolor liquidó el partido. Dominó a Boston River en todos los aspectos. No sufrió en esa primera parte ni un pellizcón de los delanteros rojiverdes.

En el complemento sí, Boston River salió con otra actitud, sabiendo que dar vuelta el resultado era una tarea imposible. Pero por lo menos hizo revolcar a Conde (tuvo una atajada fantástica frente a Gurri) y jugó más cerca del área de Nacional. Pero el marcador estaba sellado y Nacional ya pensaba en Wanderers, su próximo rival. Porque a pesar de las victorias y de las goleadas, ni siquiera puede pestañear.


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