Argumentando que no es “buena” hablando, solicitó de inmediato que los periodistas comenzaran con las preguntas y que ella estaba dispuesta a responder todas las dudas de los presentes y brindar sus explicaciones de lo sucedido. Sin embargo, se limitó a un “no contesto” cuando fue consultada acerca de si había recibido amenazas de muerte. Su nuevo representante, Sebastián Revetira, respondió de la misma manera ante la consulta.
En el cuatro piso del hotel se encontraban familiares y allegados de la boxeadora. Además de Namús, estaban en la mesa sus nuevos representantes, Wilson Golomar y Revetira, y el abogado Guzmán Acosta y Lara, quien se encargó de responder acerca de las preguntas del contrato de la boxeadora con los managers Sebastián Amaya y Juan María Vanrell.
“Ellos amenazaron con que no iba a pelear nunca más, y eso es corrupción. Además del manejo poco transparente, nunca me hicieron firmar ningún contrato, me enteraba muy por arriba de lo que me iban a pagar y, cuando pedí que me explicaran detalles, me mintieron en un 99,9% de las cosas. Mi entrenador les preguntó por qué no me pagaron más, sabiendo que habían recaudado mucho en la última pelea. Y entre ellos dijeron que no me querían malacostumbrar. No sé a qué se referían”, dijo Namús.
Después de repasar el dinero que había recaudado en su última presentación, ante la estadounidense Nicole Woods –US$ 3.000-, aseveró que su distanciamiento de Amaya y Vanrell no se debe únicamente a motivos económicos. Por su parte, aclaró que no cambia de representantes, sino que el contrato con esos dos managers vence en los primeros días de mayo y ella no lo renovará. “No era por el tema económico. Si el trato hubiese sido otro, si se hubiesen interesado por mí, si hubiesen sabido que yo caminaba ocho cuadras cada día para tomar el ómnibus cargando con un bolso y que me faltaban cosas, capaz que peleaba por esa plata”, dijo Namús.
Por su parte, Vanrell dijo a Observa que la joven tiene en su carrera solamente dos peleas importantes y destacó que en Uruguay, difícilmente un trabajador logre en dos años comprar una casa propia y un auto (ver nota aparte).
El ‘bombón asesino’, nervioso, no pudo contener las lágrimas en algunos momentos de la conferencia de prensa. “Decido dar este KO a la injusticia y a la corrupción”, había anunciado en un comunicado que emitió hace una semana.
(Observa)