Nandez, el capitán matemático

Nahitan Nandez continúa siendo figura en todos los partidos. Es el que contagia a sus compañeros, como dijo Ángel Rodríguez a Referí hace 10 días.

Es el que seguramente se irá en este período de pases porque será difícil que Peñarol lo pueda retener.

Como informó su propio representante el sábado en el Campeón del Siglo a Referí: "Hay una oferta de Racing, pero no hay nada definido. Voy a hablar con los dirigentes en estos días".

Peñarol es el dueño del 59,5% del pase, mientras que su equipo Ituzaingó de Maldonado posee un 15% y Bentancur un 25,5%.

El otro día ante Plaza Colonia, el técnico Leonardo Ramos volvió a apostar por Nandez en la posición de volante externo por derecha. "De esa posición no lo voy a sacar porque allí anda muy bien", explicó previo al encuentro.

Nahitan suma. Es tan polifuncional que Ramos colocó de doble cinco al Cebolla Rodríguez junto con Ángel Rodríguez. En esa posición, Cristian no rindió como sí lo hizo cuando pasó a jugar más de externo por izquierda como en la jugada del tercer gol en la que llegó el segundo penal.

Nahitan multiplica. Porque su esfuerzo es inquebrantable en la mitad de la cancha y siempre llega con peligro al área rival. Es más: en los últimos partidos, se animó a pegarle desde fuera del área y ante Plaza, de no ser por Nicolás Guirín, hubiera convertido un golazo estilo europeo.

Nahitan calcula. Sabe pararse muy bien en la cancha y de esa forma, incide mucho ofensivamente.

Nahitan mide. Entonces coloca el pase preciso para sus compañeros de arriba.

Nahitan es el común denominador. Si se toman en cuenta los últimos encuentros de Peñarol, la figura siempre ha sido él. No es que juegue solo, pero su ida y vuelta incansable –típico de un joven de 21 años, pero también de un futbolista que está por encima de lo normal–, sus asistencias claves para sus compañeros de ofensiva y su verstatilidad a la hora de jugar en cualquier puesto que lo coloquen, lo hace un diferente.

El gran capitán de Peñarol entonces parece un matemático: suma, multiplica, calcula, mide y hasta es común denominador.

Liquida arriba, sufre atrás

Gastón Guruceaga, quien hasta el viernes de noche no se sabía si sería titular ya que el propio Ramos tenía esa duda entre él y Kevin Dawson, tuvo una atajada fundamental ante un remate de Matías Caseras cuando estaban 0-0, tan solo 3 minutos antes del 1-0 de Nicolás Dibble en posición adelantada.

Yefferson Quintana se ganó la tarjeta amarilla por una falta en la que se veía de lejos que iba a llegar tarde en la marca. De todas formas, luego no desentonó.

Pero en defensa, Peñarol mostró algunos claroscuros que le pudieron haber costado más caros.

Porque cuando estuvo 2-0 arriba, llegó el descuento de Camilo Núñez –por un error de Marcel Novick quien recién había ingresado– y el silencio del Campeón del Siglo. Cuando ocurre eso, es porque existe cierto nerviosismo en la gente que se transmite desde la cancha y viceversa. Porque Plaza hasta lo pudo empatar.

Lo que tiene Peñarol es un poder ofensivo letal. Sabe aprovechar las oportunidades de gol que genera y por eso lleva 42 entre el Apertura y el Intermedio y es el más goleador.

Cuando le dieron una chance al Cebolla de robar una pelota en la mitad de la cancha, no lo pudieron parar más, hasta que Baltasar Silva la tocó con la mano, ganándose la expulsión y que el árbitro pitara un nuevo penal.

Después, hasta dio para que Lucas Cavallini definiera el cuarto con un taco.

Esa contundencia que tiene Peñarol ya tiene cierto copyright y es un emblema del equipo. Tiene que mejorar en defensa y en la separación que a veces existe entre esta y la línea de volantes.

Por ahora, con Nandez hace la diferencia y mantiene el liderazgo en su grupo. Los hinchas de Peñarol deben valorar estar disfrutando de su jugador. Tienen que aprovechar porque le queda poco en este medio.