Camilo dos Santos

Daniel Olesker: “A la reactivación, que va a llegar, la caractericé como TDI: tardía, débil e injusta”

El senador pedirá que el gobierno explique por qué se rechazan medidas alternativas ante "una situación trágica”

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19 de junio de 2021 a las 05:01

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Por Fabián Cambiaso.

El senador socialista Daniel Olesker estará a cargo el martes 6 de julio de la interpelación a los ministros Azucena Arbeleche (Economía y Finanzas) y Daniel Salinas (Salud Pública), una instancia a la que según aseguró el Frente Amplio llega luego de un largo proceso en el que reclamó sin éxito medidas que, advirtió, habrían sido exitosas para contener los contagios y evitar una situación que define como "tragedia".

Entrevistado por El Observador, Olesker habló de las respuestas que pretende obtener de los secretarios de Estado, de la responsabilidad que, a su juicio, tiene el gobierno en la realidad actual y de los "pretextos" del Poder Ejecutivo "para no tomar medidas". En el plano económico, para el senador la gestión de la emergencia sanitaria tendrá como consecuencia una reactivación "tardía, débil e injusta" y, en lo sanitario, advirtió que a través de una "política pública" de reducción de la movilidad "habría menos muertes".

¿Qué va a buscar el Frente Amplio a la interpelación? 

Sería bueno contextualizar cómo se llega a la interpelación. La pandemia lleva 15 meses. Nosotros tuvimos una posición muy crítica (en cuanto a las medidas) desde el inicio, y una posición muy crítica en lo sanitario por lo menos desde diciembre, cuando los informes ya mostraban que la situación giraba hacia una circulación comunitaria del virus y la introducción de la variante P1. A partir de allí propusimos crear una comisión de seguimiento parlamentario. Eso fue el 3 de diciembre y recién el 5 de abril eso se aceptó. En marzo habíamos vuelto a presentar un documento, concentrando las 42 medidas originales presentadas en marzo de 2020 a un número más reducido.

En la comisión propusimos un paquete de 24 medidas, pero la comisión llegó a su final. Un final acordado por todos, porque nadie propuso continuarla. Fue un resultado frustrante, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo.  Se tomaron algunas medidas, pero hasta ahora ninguna se implementó. Ni los consejos de salarios para discutir licencias, ni los protocolos de fiscalización por parte del Ministerio de Trabajo, ni el aumento en los seguros de paro, ni el diferimiento de las cuotas hipotecarias. También en lo cualitativo. Entre las 24 había tres que eran la esencia: la reducción de la movilidad, las contraprestaciones económicas y las licencias para 24 grupos de trabajadores con situaciones de comorbilidad o embarazo. Cuando uno llega a esto, es evidente que el gobierno ha decidido que las propuestas que hemos hecho no son de recibo. Nos queda el camino de la interpelación, el único camino legislativo que tenemos. 

Hay dos objetivos claros. Uno es entender por qué razones ante una evidente situación trágica, de absoluto descontrol, estas medidas no se han tomado. Queremos entender la razón. El presidente, en la reunión de la Torre Ejecutiva, le bajó mucho el perfil a su primera respuesta, que fue “no tengo plata”. Le bajó mucho el perfil. Ahora dijo: “La razón económica no es la más importante”. Recordemos que todo eso sale 0,3% del PBI.

¿Qué fue lo que les dijo el presidente? 

Lo que dijo ahora el presidente es que no hay evidencia científica suficiente para demostrar que una reducción de movilidad aplana la curva de contagios. Este será el centro de nuestra preocupación. Los científicos lo han demostrado reiteradas veces. La mejor síntesis es el reporte 11 del GUIAD (Grupo Interdisciplinario de Análisis de Datos), que compara a Uruguay con 23 países que tomaron medidas de reducción de la movilidad. Otro argumento de Lacalle fue que la gente no lo aceptaría. En realidad no tuvimos respuesta. Fue un trío de respuestas sin ninguna validez. Creo que ellos mismos lo reconocen. 

Si vamos a la experiencia de mayo del año pasado, uno piensa que la gente responde. Y allí hay un problema de comunicación. La comunicación de la pandemia, en los primeros meses de 2020, puso en tela de juicio la gravedad de la situación: conferencia de prensa todos los días y una fuerte comunicación de que había que salir de esto. Desde febrero de este año en adelante, hubo una comunicación que ayudó a reducir la percepción de riesgo, que tendía a mostrar lo más positivo de la cuestión. 

¿Usted entiende que la culpa fue de la comunicación del gobierno y no de que la gente perdió el miedo? 

Es evidente que hay una situación de saturación, que también es responsabilidad del gobierno. Hay una reducción de la percepción del riesgo porque la gente recibe mensajes de la comunicación pública de que estamos en una situación mejor. Allí hubo un error muy importante.

Camilo dos Santos
“Si el FA fuera gobierno tendríamos menos pobreza, menos desigualdad y el impacto de la crisis sería más parejo”

¿La renta básica que ustedes proponen, $ 15.000 por núcleo familiar, sería suficiente para que un trabajador decida quedarse en su casa? 

Por un mes sí. Si las medidas dan resultado, como dio resultado en todas partes del mundo, la idea es que siga operando la renta básica por cuatro meses, extendible a seis, pero allí ya no operarían las restricciones absolutas de movilidad. Sería solo por ese mes, a lo que se le agregarían los subsidios a los consumos en sus casas. 

¿Qué es lo que entiende el Frente Amplio por restricciones absolutas de movilidad? 

Lo que planteó el GACH (Grupo Asesor Científico Honorario) el 7 de febrero. Básicamente están vinculadas a los comercios no esenciales, a la circulación nocturna y a los espectáculos deportivos amateurs y profesionales. 

¿Cómo se compaginan estos planteos con los reclamos de muchos sectores que, al revés, reclaman volver a la actividad? 

Hay una respuesta de relato y otra de realidad. Si esto se hubiera hecho antes, duramente, cuando en febrero estaba claro que los contagios estaban aumentando, que la cepa P1 había ingresado y que la reducción natural de la movilidad de enero había tenido efectos, seguramente la situación hoy sería distinta. Lo segundo es que estamos hablando de un mes, lo que debería tener resultados. Los reclamos son justos y no se tomaron en cuenta a tiempo, pero una medida temporal, corta y drástica ahora permitiría tomar en cuenta esa realidad. Por el contrario, si se mantiene esta cuestión de aperturas graduales, quizás terminemos en una reducción drástica cuando no tendríamos por qué. 

¿Cuál sería el país ejemplo del éxito de este tipo de medidas? 

Israel, Canadá, el Reino Unido. En parte Chile. 

¿Esos casos podrían haberse aplicado a la realidad uruguaya?

Israel tiene recursos económicos, pero Uruguay también los tiene. Así como fue un ejemplo para nuestro Sistema Nacional Integrado de Salud, puede ser un buen ejemplo ahora. 

Más allá de que, como el Frente Amplio ha dicho, no se buscará la cabeza de ningún ministro ¿Qué van a tener que responder Azucena Arbeleche y Daniel Salinas? 

Nosotros entendemos que la situación actual de la pandemia es el resultado de la política pública que se ha aplicado. Creemos que la pobreza, la pérdida de empleo, el aumento en las tasas de contagios y los fallecimientos son el resultado de una política pública. Entonces, queremos saber cuál es la razón por la que no se adoptaron políticas alternativas, qué evidencia hay para lo contrario y, en caso de que no exista evidencia, cuáles son las razones de por qué no se cambió la política cuando todo hacía indicar que debía cambiarse. 

Incluso y desde un punto de vista económico, si se comparan los US$ 711 millones gastados en 2020 y los US$ 980 millones que se van a gastar este año, prácticamente la plata es la misma. Si sacamos el dinero que va para el sistema de salud, más o menos andamos en US$ 500 millones cada año. Gastás la misma cantidad de dinero en un año en el que no tenías todavía el problema, en el fondo, y gastás lo mismo el año siguiente cuando tenés pobreza y desempleo incrementados y una desigualdad también incrementada. 

Cuando uno habla de evidencia científica quizás se concentra demasiado en lo sanitario pero hay que recordar que en mayo del año pasado la Universidad de la República y el Instituto de Economía ya decían que las medidas eran insuficientes y que con un aumento relevante de las transferencias se podría reducir a la mitad los 100.000 pobres más que hubo. Había evidencia empírica, y no con el diario del lunes, que decía que era posible tomar medidas con un costo económico relativamente soportable para que el aumento de la pobreza fuera, por lo menos, la mitad. Hay una estrategia sanitaria que se compone de una política en salud y de una política económica. Si alguno de los dos ministros convocados no comparte las orientaciones generales o particulares, tendrá que decirlo. La responsabilidad es colectiva. No se puede interpelar al presidente. 

El director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Isaac Alfie, sostuvo que las medidas propuestas por el Frente Amplio lo único que lograrán será crear más desempleo y más pobreza.

Debería fundamentar esas palabras. El impacto fiscal de las medidas no son de una magnitud que obligue al gobierno a un endeudamiento que después no pueda pagar. El círculo virtuoso entre la mejora de ingresos, sea por renta básica, por compensación salarial, por políticas activas de empleo con el mercado interno es clave. De hecho, el gobierno envió al Parlamento un proyecto para subsidiar a empresas que creen empleo. Eso tiene un costo fiscal. Con el criterio de Alfie eso también podría crear pobreza y hambre después. Nuestras medidas hacen más potente la reactivación económica, la adelanta y la hace más justa. Con las medidas gobierno la reactivación económica, que va a llegar, la caractericé como TDI: tardía, débil e injusta. Estas medidas que proponemos nosotros la hacen menos tardía, menos débil y menos injusta. No logro entender cómo traerían más hambre o más pobreza.

Camilo dos Santos
"Los fundamentos del gobierno son pretextos para no tomar medidas"

Dejando de lado las acciones del gobierno ¿Por qué entiende que la población acataría esa reducción de la movilidad que se propone? 

La población ya hizo una experiencia de reducción de la movilidad. Es verdad, como decís, con una percepción de riesgo distinta, en un momento en que las imágenes en el mundo eran terroríficas, pero ya lo hizo. Creo que si supiera y si tuviera claro que es por un mes, que la evidencia demostró que se logra, y que hay compensaciones económicas, estoy convencido de que aceptaría perfectamente. Lo aceptó cuando su percepción de riesgo era alta, aún sin compensación económica. 

En la reunión que Lacalle Pou mantuvo con ustedes manifestó que no estaba dispuesto a salir a “reprimir trabajadores”

Siempre y cuando salieran. Es un problema de valoraciones. Insisto, confiamos en que la gente, con un mes de reducción, con una compensación económica, no hay ninguna razón para pensar que la gente desobedeciera una medida como esta, altamente solidaria. No encuentro razones. Los fundamentos del gobierno, económicos, científicos y culturales, son absolutamente pretextos para no tomar medidas. 

¿Por qué el Frente Amplio insiste en el concepto de “muertes evitables”? ¿Le atribuyen directamente al gobierno la responsabilidad de los fallecidos? 

El concepto de muertes evitables es técnico, y así lo vamos a plantear en la interpelación. Un ejemplo: los infartos de miocardio se redujeron 30% luego de las políticas de tabaco. Hubo personas que no se murieron por la aplicación de estas políticas. Hay una relación directa entre políticas que antes no se aplicaban y las muertes por causas cardiovasculares. 

El trabajo de la Unasev (Unidad Nacional de Seguridad Vial) logró reducir sustantivamente las muertes por accidentes de tránsito. Acá es lo mismo. Si hubiera habido una política pública que hubieran reducido la circulación comunitaria del virus y, por ende los contagios, habría menos muertes. Es tan sencillo como eso. Eso es lo que vamos a decir. Cada uno lo tomará como lo entienda. 

El resultado político de la interpelación se sabe de antemano. ¿Qué otras acciones puede tener en sus manos el Frente Amplio? ¿Sigue apostando al diálogo? 

Nosotros no consideramos la interpelación como una ruptura. Lo consideramos una continuidad natural de lo que hemos hecho. El diálogo siempre estará presente. De hecho, acabamos de votar un seguro especial de enfermedad para los trabajadores zafrales de la carne. Vamos a seguir en esta línea, planteando acciones que propongan alternativas. 

¿Qué tanto tiene esta interpelación de señal política hacia la interna del Frente Amplio? 

Muchos frenteamplistas pueden decir que van 15 meses de pandemia, que hace cinco meses que los casos crecen, hace dos meses que la situación es trágica y no han interpelado. Nosotros estamos convencidos de que el Frente Amplio llega a la interpelación en el momento justo, cuando realmente hicimos todos los esfuerzos para que se tomaran otras medidas.

Si en noviembre de 2019 el presidente electo hubiera sido Daniel Martínez, ¿En qué escenario estaría el país hoy? 

Seguramente tendríamos menos pobreza, menos desigualdad y menos desempleo y el impacto de la crisis sería más parejo. Además, se hubiera acompañado la evidencia científica. 

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