Leonardo Carreño

Óscar Andrade: el verborrágico “caudillo” de pico y pala

El líder sindical irrumpió en la interna comunista para posicionarse como precandidato y hoy es una de las voces que más aplaude la militancia

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25 de mayo de 2019 a las 05:04

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Los muros de Montevideo y el interior lo pedían a gritos. Los panfletos desperdigados por los pisos de cada acto sindical lo insinuaban. Los comentarios entre dirigentes lo daban como un hecho. ¿Por qué no Óscar?, era la pregunta instalada.

Con ese ruido silencioso se fue imponiendo la candidatura del secretario general del Sunca,  Óscar Andrade, por fuera de los planes del Partido Comunista, abocado desde siempre a la búsqueda de una candidatura única. Sin embargo, el “clamor popular” terminaría doblando el brazo de la cúpula partidaria. 

El 18 de agosto del año pasado, luego de meses de reuniones, mensajes, pintadas y volanteadas, un grupo de frenteamplistas independientes, cooperativistas y sindicalistas le puso el primer broche oficial a eso que hasta entonces era un rumor. El Partido Comunista se sumó un mes más tarde y, pese a las dudas iniciales, hoy están agradecidos de haber tomado esa decisión.

Radical de pelo largo 

El senador Juan Castillo y el diputado Gerardo Núñez son dirigentes comunistas de distintas generaciones, pero ambos conocieron al verborrágico obrero de la construcción a principios de la “complicada” década de 1990. “Era un joven inquieto y de pelo muy largo”, dice el actual secretario general del Partido Comunista, que más allá de la diferencia etaria enseguida vio en Andrade “un perfil de luchador social”, una “aguda inteligencia” y “gran capacidad de movilización”. 

“Eran momentos complicados en el partido. Me acuerdo que se había convocado un congreso y yo había quedado como responsable del área sindical. Convocamos una actividad en Paso Molino y allí apareció Óscar con un discurso muy elaborado”, recuerda Castillo. “Creo que la característica más diferente que tenía en ese entonces es que tenía el pelo largo. Y era mucho más delgado”, añade Núñez con algo de nostalgia por esas primeras épocas de militancia en el movimiento sindical y la Juventud Comunista. 

Oriundo del humilde barrio Villa Felicidad, hijo de una madre tupamara y un padre con simpatías hacia el Partido Colorado, Andrade Lallana conoció el mundo del trabajo antes que la adolescencia, y ya a los 12 años realizaba changas  en la zona, y tuvo a la panadería como primer oficio. De hecho, fue entre las masas que comenzó a pulir sus dotes gremiales, que explotaron tras su ingreso al sindicato de la construcción, donde se ganó rápidamente el respeto de sus compañeros. En 1996 ya integraba la dirección nacional y años más tarde fue electo secretario general. 

El 29 de agosto de 2013, entrevistado por el semanario Voces, el entonces presidente José Mujica lo catalogó como un “caudillo” y un “regalo de los dioses”. “El Sunca tiene un caudillo, ¡loco! Tiene un señor caudillo y decir estas palabras hiere la cultura de la izquierda, pero hay que incorporar ciertas cosas como el peso de la personalidad. El Partido Comunista no tiene otro hombre de masas como ese, es un regalo de los dioses que le dio la historia. Yo tengo la mejor impresión del tipo”, expresó el líder del MPP.

Justamente durante el gobierno de Mujica adquirió mayor notoriedad al ponerse al hombro la ley de responsabilidad penal del empleador, una vieja bandera del Sunca que Andrade enarboló en el Parlamento vestido de mameluco naranja. El 7 de noviembre de 2013, el hoy precandidato estuvo en sala, como suplente del diputado Doreen Ibarra, y fue el principal protagonista del debate. 

Pese a su intención de dedicarse exclusivamente al Sunca, el Partido Comunista lo convenció para que encabezara la lista en Montevideo en las elecciones de 2014. Andrade logró una banca pero renunció en 2016 para volver a su verdadero hogar. Un año después incursionó inesperadamente en televisión, como panelista del programa Todas las Voces (Canal 4) y némesis del liberal Conrado Hughes. 

Ya para entonces hubo quienes empezaron a soñar con verlo presidente. Hoy lo acompañan en cada barrio con la utopía de ganar , y con la convicción de que su sola participación enriquece el debate de campaña y mejora las posibilidades electorales del Frente Amplio. 

El pasado 18 de mayo, en el acto conjunto del Frente Amplio en Melo, Andrade volvió a ser el más ovacionado, al igual que un mes atrás en Paysandú y como antes en el Parque Rodó, que coreó su apodo en Febrero ante la admiración de los otros tres precandidatos. “Te levanta un muerto”, comentaba un dirigente de la campaña de Daniel Martínez  en medio de los aplausos.

“Creo que estamos en un muy buen momento. Me parece que Óscar ha logrado que una zona del electorado frenteamplista, mucho más allá del estrictamente comunista, vuelva a entusiasmarse con la militancia política”, afirma Castillo, en referencia a los que “desencantados por izquierda” que pedían una “conexión” entre el oficialismo y las organizaciones sociales. 

¿Que va a pasar después de junio? “Ese ya no es un trabajo de Óscar Andrade. Es del partido y nuestros aliados. Habrá que definir paso a paso”, agrega el senador comunista. Núñez, que admite haber recibido cartas, mensajes y correos eléctronicos pidiendo la candidatura de su camarada, también dice que “hay que esperar”. Por ahora disfruta cada vez que las masas corean: “Boca, Boca”.

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