Con un show de Vinicius, Real Madrid aplastó a Barcelona y se quedó con la Supercopa

Vinicius, la gran figura de la noche, fue el autor de tres goles y Rodrygo del restante, mientras que Robert Lewandowski anotó para el cuadro culé.

El Real Madrid dió un golpe en la mesa desde el inicio. Llamó la atención la formación titular de Xavi que, al igual que el año pasado, optó por utilizar cuatro mediocampistas. Una actuación muy pobre del Barça, que fue superado en todas las líneas y facetas del juego, y que sigue teniendo horrores defensivos que le condiciona, prácticamente, el partido.

El elenco de Carlo Ancelotti sorprendió con dos goles en los primeros diez minutos de partido, aprovechando al máximo las falencias defensivas del Barça. Tras una mala coordinación defensiva, el conjunto blaugrana adelantó mucho las lineas sin tomar marca y, gracias a una genialidad de Jude Bellingham, Vinicius apareció por el medio, esquivó a Iñaki Peña y puso el 1-0.

El Real Madrid se encontraba muy cómodo en el partido, manteniendo posesiones largas y manejando los tiempos del encuentro. El Barcelona no atacó mal las veces que lo intentó, de hecho ejerció una presión alta con Pedri, pero defiende muy mal, paga muy caro los errores y, un equipo como el Madrid, no perdona.

Cerca de los diez minutos, Vinicius volvió a adelantar al Madrid: con una defensa adelantada, abierta y otra vez sin tomar marca, estando completamente vulnerable, el equipo de Xavi volvió a dar ventajas. Dani Carvajal lanzó el balón largo para Rodrygo que ganó en velocidad y asistió a Vinicius para el 2-0.

El Barcelona llegó al descuento de la mano de Robert Lewandowski pasada la media hora de juego en un determinado momento en el que el equipo jugaba más cerca del arco del Madrid, pero no traducían la posesión en peligro. Primero Ilkay Gundogan, el mejor futbolista del conjunto culé en la primera parte, quién adelantó las líneas y profundizó con Alejandro Balde. El español colgó el centro y el polaco aprovechó el rebote para sacar un bombazo de volea y poner el 2-1.

Las alegría e ilusión le duró poco al conjunto blaugrana. Los errores defensivos del cuadro culé no acompañan las buenas intenciones en ataque y rozando los 40 minutos de juego, Vinicius cayó en el área tras una sujeción de Ronald Araújo y el árbitro no dudó y sancionó penal. El brasileño se hizo cargo y estampó su hat-trick y el 3-1.

Ampliamente superior el Real Madrid en el primer tiempo. Al Barcelona se lo notó desconcertado y perdido, sumado a las descompensaciones defensivas que le pasaron factura. Los de Ancelotti en ataque hacieron lo que quisieron y encontraron espacios por doquier.

Vinicius, sin dudas, fue la gran figura de la primera mitad, siendo el autor de los tres goles del conjunto blanco. N obstante, hubo mucha responsabilidad de Ancelotti de que el partido se presente de esta manera, ya que descifró a la perfección la intención de Xavi al colocar cuatro mediocampistas.

Para contrarrestar este planteamiento, el entrenador italiano cubrió bien el fuerte del Barcelona, poblando la mitad de la cancha y haciendo un equipo corto, habiendo muy poca distancia entre el primer jugador del Madrid y el último. A su vez, apostó a la velocidad de sus delanteros para atacar los espacios y lastimar.

El Barcelona intentó por momentos romper líneas utilizando a Pedri, pero hubo una gran labor tanto Aurelien Tchouameni y de Toni Kroos que lo controlaron. El Madrid hizo circular muy bien el balón, con mucha dinámica y precisión, haciendo fluir su juego. El resultado se asemejó por completo al desarrollo del cotejo e incluso pudo haber sido más abultado.

De cara a los segundos 45 minutos, Xavi sorpresivamente no realizó ninguna modificación para intentar cambiar el esquema y buscar variantes, algo llamativo y poco comprensible. El Real Madrid, por su parte, también continuó con los mismos once.

En los primeros minutos del segundo tiempo, se pudo apreciar a Pedri situado más a la izquierda y no tan centrado, con Frenkie De Jong y Gundogan en el eje y Sergi Roberto volcado a la derecha. Xavi mantuvo los nombres y el esquema, pero varió la ubicación de los mismos. El Real Madrid, con la tranquilidad del resultado, optó por esperar y lastimar en el contraataque.

El Barcelona controló la pelota  en determinado lapsos pero el Real Madrid el juego. Los de Ancelotti, cuando tuvieron la posesión, la movieron con mucho más criterio y fluidez. Fue un equipo más vulnerable, juntó pases cortos y construyó jugadas a través de transiciones largas. Los dirigidos por Xavi se la pasaban entre sí pero no gravitaron en ningún momento, no cambiaron el ritmo y emplearon un fútbol muy anunciado. 

No es noticia, pero Bellingham es la solución a todos los problemas del Madrid. Defiende, presiona y gambetea de manera efectiva. En esta oportunidad no convirtió, pero tuvo una influencia muy importante en el juego. El equipo blanco, con la confianza por las nubes, se divirtió en la segunda mitad dentro del campo. Muvió la pelota e hizo cansar al Barcelona.

Mejor tarde que nunca, cerca de la hora de partido Xavi movió el banco de suplentes y se produjeron los ingresos de Fermín López, Joao Félix y Lamine Yamal, en lugar de Ferran Torres, Sergi Roberto y, sorpresivamente, Pedri. Modificó el dibujo táctico, pasando al clásico 4-3-3 para así intentar recortar distancias en el marcador.

Lamine Yamal pegado a la línea derecha, con Lewandowski en el centro y Joao Félix que jugó con más libertad. No se instaló en la izquierda sino que, fiel a sus caracteristicas, se cerró y flotó en el frente de ataque. Una lástima que no compartió minutos con Pedri.

Para matar cualquier esperanza culé, Rodrygo sentenció el partido. Tras un centro razo de Vinicius buscando a Bellingham, el flojo despeje de Jules Koundé le sirvió la pelota al brasileño que definió en el punto de penal en total soledad para poner el 4-1. Goleada histórica del Real Madrid que le vale un título más a su enorme palmarés.

Para profundizar una noche negra, Ronald Araújo fue expulsado por doble amonestación. Padeció el partidazo de Vinicius, le cometió el penal -donde vió la primera amarilla- y nuevamente le cometió una infracción ante el brasileño que derivó en su correcta expulsión. Nada que reclamar. Se quedó con 10 hombres el Barcelona con mucho partido por delante aunque, para su fortuna, el marcador no se movió.

Goleada histórica del Real Madrid que conquista el primer título de la temporada y el 101 de su historia. Tachó por completo al Barcelona en todos los aspectos de juego y fue ampliamente superior. Le pagó con la misma moneda que en la edición anterior de la Supercopa.

Muchos puntos altos en el conjunto merengue, como Vinicius, la gran figura de la noche, Rodrygo o Bellingham que, pese a que no convirtió, tuvo una influencia muy importante en el juego. Título más que merecido por el equipo que es, la manera en la que juega, como se entienden y complementan los jugadores y por ser uno de los elencos más completos de la actualidad -sino el más- en las distintas facetas.