Plantar una semilla

¿Cómo entró a la empresa?
En el año 1987 el ingeniero que estaba a cargo tuvo un accidente muy grave del que no se logró recuperar. En ese momento ingresé para sustituirlo. Con el tiempo fui tomando más responsabilidades.
Aprendí muchísimo de la parte técnica, luego me metí en lo comercial y en el año 1992 comencé a manejar la empresa como gerente general.

¿Cuáles son sus funciones?
Por un lado técnicas, estoy permanentemente actualizándome sobre los nuevos productos que se van incorporando a los ascensores. También manejo la parte comercial, el trato con los clientes y las ventas de la empresa. Además, soy el responsable de todos los presupuestos y contratos que salen de la empresa. Por otro lado, llevo un control estricto de todo nuestro personal, ya que soy el responsable ante la intendencia de que todo esté en condiciones de seguridad. Por lo tanto, conozco a toda mi gente, tengo diálogos y reuniones permanentemente con ellos.

¿Qué es lo que más valora de la empresa?
El ambiente de trabajo es muy positivo. Siempre se trata de resolver los problemas y no hacer un mundo de ellos. Somos gente muy práctica. En Delta nadie manda solo, toda las decisiones importantes se resuelven por consenso.
El secreto del funcionamiento de esta empresa es que no depende de una sola persona, sino que depende de lo mejor de varias personas a la vez. Es una empresa que ha ido siempre para adelante y motiva permanentemente a la actividad y proactividad de sus empleados. A diferencia de mi antiguo trabajo en la administración pública, encontré aquí un campo fértil; me divierte mucho trabajar aquí.

¿Cómo evaluaría sus años al frente de la empresa?
Me produce una enorme felicidad haber podido ayudar a un montón de gente. Además siempre quise que el día que mi vida termine haber podido plantar alguna semilla. Es por eso que disfruto mucho de pasar por los edificios y recordar cada ascensor que coloqué y acordarme de su historia. Siento que mi paso por la vida no fue en vano.

¿Cuáles son sus cualidades emprendedoras?
El haber caminado siempre derecho y en la vida haber tenido muchos amigos en el camino. Te los vas cruzando y te ayudan a seguirte desarrollando. Confían en vos y permiten que les vendas el producto.
Un buen emprendedor debe ser un tipo ético, aventurero -dentro de cierta lógica-, y debe haber llevado una vida acorde a la que quiere llegar.