¿Qué dice un estudio sobre la utilidad de la cuarta dosis contra el covid-19 y la inmunidad de rebaño?

En medio del pico de casos por la nueva cepa, el presidente, Luis Lacalle Pou, había puesto en suspenso la necesidad de una cuarta dosis para contrarrestar posibles nuevas olas del covid-19, pero este jueves, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, confirmó que habrá una "revacunación anual", puesto que "es lo que recomiendan hoy el laboratorio, los médicos y la comisión de vacunas", y volvió a remarcar que Uruguay tiene un acuerdo con Pfizer para la provisión de esas dosis.

Díaz señaló que al momento "hay muy pocos datos científicos aún sobre los efectos de la cuarta dosis". De todos modos, afirmó que en Uruguay ya no es posible frenar el avance de ómicron y que una eventual "revacunación" actuaría como una medida preventiva contra nuevas olas que pudieran generarse. Según el informe, haber padecido covid-19 funcionaría, en aquellos que se vacunaron, como una dosis extra. 

La estrategia de ofrecer una cuarta dosis, según el experto, apunta a “ir a lo cuantitativo”. "Si se logra un aumento en el nivel total de anticuerpos neutralizantes, la fracción (aunque sea pequeña) que resulta efectiva contra la nueva variante será igualmente suficiente para prevenir muchas infecciones", explicó. 

De todas formas, Díaz expone en su informe que aún no se puede estar seguro de que se vayan a generar nuevas variantes de covid-19 que sustituyan a ómicron. Esgrime allí que hay científicos que creen que esta variante infectará a "buena parte de la humanidad", llegando así a una inmunidad natural. Pero a eso se contrapone que, por el acceso desigual de las vacunas, países de menor estatus socioeconómico siguen generando un riesgo sanitario, por ser posibles generadores de nuevas variantes. Esto ocurre porque a mayor propagación del virus, mayores oportunidades hay de que continúe mutando. 

El inmunólogo también realizó un análisis de la efectividad de las vacunas, tanto para evitar la transmisión como los casos graves frente a esta nueva variante. En ese sentido, concluyó que los anticuerpos generados son "poco efectivos" para evitar contraer ómicron. "El nivel efectivo de anticuerpos neutralizantes suele caer entre 10 y 30 veces cuando se compara la neutralización de la variante ómicron con la del virus original. Esto no quiere decir que el nivel de anticuerpos neutralizantes caiga a cero, sino que disminuye en forma importante", desarrolló.

En ese sentido, expuso que las terceras dosis logran compensar, al menos en parte, la caída de los anticuerpos neutralizantes —los que previenen la infección—. Las vacunas sí cuentan con altos niveles de efectividad para prevenir los casos graves. 

A la hora de desagregar por tipo de vacunas, los estudios muestran que las personas que recibieron tres dosis de Pfizer estarían "mayoritariamente" protegidas para contraer el virus, pero se tendrá que analizar en los hechos si eso realmente resulta así. La mezcla de dos dosis de Coronavac y una de Pfizer genera menos anticuerpos para prevenir el contagio, pero los anticuerpos son aún menores en quienes recibieron solo dos dosis de la vacuna del laboratorio estadounidense. El peor panorama respecto de las posibilidades de contagio lo tienen quienes se inocularon solamente con dos dosis de Coronavac, puesto que "casi no tienen" los anticuerpos que previenen la ómicron. 

¿Se puede alcanzar la inmunidad de rebaño natural en Uruguay?

Los contagios por la variante ómicron batieron récords en Uruguay y en el mundo. Consultado por El Observador sobre si es posible alcanzar la inmunidad de rebaño en forma natural debido a la gran cantidad de contagios, Díaz respondió que en teoría sí, pero en la práctica se deben hacer varias salvedades. 

En primer lugar, sostuvo que de lograr de esa forma la inmunidad, estaría únicamente restringida a la variante ómicron. Por otra parte, los anticuerpos que previenen de contraer la enfermedad tienen una duración "relativamente corta", por lo que en aproximadamente seis meses esta inmunidad podría comenzar a degradarse. Lo contrario ocurre para la prevención de los casos graves, para los que la inmunidad es duradera. 

El tercer reparo, y fundamental, es que por la alta transmisibilidad de esta variante, el número de reproducción del virus  —número de personas a las que infecta cada contagiado— es más alto que el que se había calculado para el virus original. Este número se había estimado para 2 o 3 personas por infectado, por lo que con un 60% o 70% de la población contagiada, era posible alcanzar la inmunidad de rebaño. Pero en este caso, al ser una variante más contagiosa, se necesita un mayor porcentaje de inmunización colectiva para "proteger" a los no inmunizados, frenar los brotes, y evitar que el virus siga contagiando. 

Díaz lo ilustró con el caso del sarampión: es tan contagioso que se requiere más de 90% de la población inmunizada para que los brotes dejen de reproducirse.

A partir de ello, el experto expresó: "Eso demoraría varias semanas más y además no es posible determinar si ese porcentaje se alcanzaría, porque hay un grupo de gente que se cuida mucho de no contraer el virus". Además, sostuvo que "si la infección no fuera letal, se podrían 'abrir las canillas', pero las vacunas prevén la enfermedad severa en un 95%, 96%, 97%, depende, pero no es 100% por lo que es la variación individual. Intentar alcanzar la inmunidad natural se traduciría en un costo en vidas". 

El Reino Unido, uno de los países más golpeados por el avance de esta variante, tuvo una ola que duró cerca de 45 días y luego la curva de contagios comenzó a caer. Los expertos y el Ministerio de Salud Pública prevén que algo similar pase en Uruguay. ¿Por qué? "Porque se llega a una inmunidad de rebaño parcial, es decir, una inmunidad colectiva que no se puede expresar en términos de todo o nada. El tapabocas y las medidas no farmacológicas también contribuyen. El contagio de los grupos de personas que tienen más redes de contacto disminuye la cantidad de personas susceptibles a infectarse. Quizás hay más personas susceptibles de infectarse, pero son quienes se quedan más en sus casas, o mantienen estrictas medidas de cuidado", respondió Díaz.