La técnica Pomodoro y cómo ayuda a concentrarse en lo que cuesta

Esto se explica porque existen dos formas de pensar, señala un artículo de El País de Madrid. Una es la focalizada, que es aquella que mantiene la atención al máximo, mientras que la difusa es la que relaja y ayuda a distraerse con prácticamente todo lo que pase a su alrededor. 

La técnica Pomodoro (tomate en italiano), propuesta por el italiano Francesco Cirillo en la década de 1980, asocia su nombre a relojes de cocina con los que se mide el tiempo de cocción, y entiende que tanto la forma de pensar focalizada como la difusa son necesarias. La creatividad, según esta técnica, surge de conectar cosas dispares que nacen solo de la mente difusa pero, para ser productivos, es necesario alternar ambas.  

Técnica

Se necesita un reloj, smartphone o lo que se tenga a mano para medir intervalos de 25 minutos en los que tiene que focalizarse para sacar adelante aquella tarea que cuesta. Luego, hay que hacer una pausa o darse un premio. 

Terminados los 25 minutos hace una pausa de 5 minutos, que se puede ir alargando a medida que pasen los "pomodoros" (tiempo de trabajo). Si bien el intervalo propuesto por Cirillo es de 25 minutos, puede ser de 20 o 30. Es necesario que cada uno identifique lo que más le ayude. 

Durante los 25 minutos, hay que centrarse solo en esa tarea. Si se aplica esta técnica se deben retirar de la vista todas las interrupciones posibles, como el celular. 

Los minutos de descanso, en tanto, no deberían extenderse, ya que son para ayudar a la mente focalizada. Además, a medida que pasan las sesiones de concentración, puede ir tomando descansos más largos. Se aconseja que cada cuatro "pomodoros" se tome un descanso de 20 minutos, o 30 cada cinco. Allí podrá premiarse con algún dulce, un paseo o cualquier cosa que le de energía.