Razones para festejar y para reflexionar de cara al 2024

A pesar de haber coronado una campaña electoral mala, superficial, por momentos infantil y plagada de falsedades, el oficialismo y la oposición tienen buenas razones para celebrar y algunos elementos para repensar de cara al 2024

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28 de marzo de 2022 a las 05:04

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Que se diera rienda suelta a la celebración en los comandos del Sí y el No en la noche del domingo no fue casual. La victoria correspondió a solo uno de ellos, pero en el juego de las interpretaciones políticas no es extraño que todos encontraran motivos para festejar. 

En los hechos se refrendaba 135 artículos de una ley lejana y desconocida para la ciudadanía. Un mamotreto normativo que no significaba nada en particular para la gente, más allá de la carga semántica que desde uno y otro lado le atribuyeron. Como si eso fuera poco, fue una campaña mala, superficial, plagada de falsedades y engaños. Por momentos fue una contienda infantil, con un nivel que jamás despegó del suelo, impropio de lo que la política acostumbró a los uruguayos. La convocatoria para este domingo 27 de marzo era una misión imposible. 

A pesar de todo ello, los uruguayos volvieron a votar. Y lo hicieron en un número admirable para la cantidad de obstáculos que desestimulaban la participación y teniendo en cuenta lo que sucede con este tipo de convocatorias en otras partes del planeta. 

Lo hicieron a pesar de quienes planificaron y ejecutaron las campañas. Al momento de poner el sobre en la urnas, los votantes decidieron no abstenerse: se volcaron por una opción o por la otra. Con este escenario ya sobran los motivos para que el oficialismo y la oposición celebren, pero en cada uno de los casos hay otros elementos que se ofrecen como motivos válidos para festejar. 

El oficialismo recibió un espaldarazo electoral que le permitirá renovar fuerzas y encontrar una bocanada de oxígeno luego de dos años de gobierno dominados por una pandemia. Desde el inicio de esta historia, el presidente Luis Lacalle Pou tomó el referéndum como una oportunidad política. El resultado final de la elección le dio la razón. Ahora tiene un año y medio más, quizás dos, para que su gobierno de coalición multicolor pueda mostrar concreciones, antes de que el ambiente político y social vuelva a caer en la esquizofrenia electoral.

El Frente Amplio se encontró con una derrota esperanzadora. Repetir el escenario de noviembre de 2019 luego de dos años de ejercer una oposición dubitativa, desorganizada e incapaz de marcarle la agenda al gobierno podría considerarse un logro. La izquierda sigue manteniendo una inequívoca base social con capacidad de militancia y movilización, que constituye un piso firme de cara al 2024. Está en su dirigencia política el desafío de capitalizar ese caudal. Habrá que ver en definitiva cuáles de los nombres que se auto postulan en la largada será capaz de abrirse del pelotón para correr más rápido.

Lo que ninguno de los dos debería perder de vista es que más de 100 mil uruguayos señalaron un voto de abstención, ya sea por la vía de la anulación o del voto en blanco (más allá de que ese último favorecía al No en esta elección). Eso constituyó cerca del 5% de los votos, cuando en el referéndum de 1989 alcanzó el 2,5% y en el de 2003 el 2,3%.

¿Qué es lo que dice un voto blanco o uno anulado? Aunque no son infinitas, las interpretaciones pueden ser tantas como los motivos que esos electores encontraron para dejar el sobre vacío o para invalidar el voto. 

Una interpretación dominante y que suele permear los análisis es que esas formas de votar son la expresión de una apatía sobre las posibilidades que ofrece una elección en particular o la señal de un rechazo general al sistema político

La incorporación de estas advertencias debería ser parte medular de cualquier análisis partidario que tome a esta elección como un precedente válido de cara a la próxima elección nacional. 

Para unos y otros la señal es evidente: hay más de 100 mil uruguayos a los que no les interesó decidir sobre el destino de esta ley. Para ahondar en alguna de las causas de ese comportamiento solo hace falta revisar cada día de esta campaña electoral. 

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