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Rebaja de naftas con gusto a poco y con impacto marginal en el IPC
El gobierno ya no apela a los precios administrados; estudiarán ajuste en tarifas de ANTEL
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23 de octubre de 2015 a las 05:00
Casi dos semanas después de que el directorio del ANCAP solicitara una reducción de los precios, el gobierno aprobó el pedido y desde hoy los combustibles son 2,3% más baratos. La rebaja promedio de $ 1 en las naftas y el gasoil (ver Claves y aviso en página 20) tiene gusto a poco para el bolsillo de los consumidores, y deja entrever que la decisión se concretó más por respuesta a la presión ejercida desde los distintos sectores productivos, que como una herramienta para contener la inflación.
Según cálculos realizados por la Unidad de Análisis Económico de El Observador, la reducción de los precios tendrá una incidencia de 0,07 puntos sobre el Índice de Precios del Consumo (IPC) de noviembre. Si las autoridades del equipo económico hubieran considerado el precio de las naftas como una carta para contrarrestar la suba de precios podrían haber apelado a una rebaja mayor, tomando en cuenta que la evolución del precio del barril en pesos durante el período julio – setiembre quedó 9,7% por debajo de la paramétrica que el ente utiliza como referencia.
El año pasado la desaceleración de la inflación en el segundo semestre del año estuvo principalmente asociada a los precios administrados, con exoneraciones en los cargos fijos de UTE y ANTEL sumados a una rebaja de la tarifa eléctrica.
Ahora, aunque el IPC sigue por fuera del rango meta (3% y 7%) las autoridades han dado prioridad al uso de otras herramientas. Un claro ejemplo son los acuerdos con privados para el congelamiento de precios de algunos productos de la canasta básica, en lugar de recurrir a medidas con efecto sobre las finanzas públicas –y en especial en el resultado operativo de ANCAP, que completó en 2014 dos ejercicios con pérdidas millonarias–.
Precisamente, la determinación del equipo económico de elevar los aportes que las empresas públicas realizan a Rentas Generales durante este quinquenio, llevará también a que ANTEL deba revisar su estructura tarifaria, a contrapelo de lo que había ocurrido en los últimos dos períodos de gobierno, revelaron fuentes oficiales a El Observador.
En el pasado, el ente no subió sus precios lo que permitió una disminución en términos reales de las tarifas de la telefonía y acceso a internet respecto a la inflación. La empresa estatal tiene previsto definir sobre fines de año si aumentará las tarifas de sus distintos servicios a partir de 2016 para poder cumplir con las metas de gestión y transferencias que le exige el Ejecutivo.
Para reducir el déficit a 2,5% para fines de 2019, las empresas públicas deberán transferir en el período US$ 440 millones más de lo que lo que lo hicieron durante el gobierno pasado. Los mayores esfuerzos los tendrá que realizar UTE (US$ 160 millones), seguido por ANTEL y ANCAP con US$ 120 millones cada una. En un tercer escalón vienen OSE (US$ 24 millones) y la ANP (US$ 16 millones).
La rebaja resuelta por el gobierno contó con el apoyo de la mayoría del directorio de ANCAP. En tanto, el representante del Partido Nacional, Diego Labat, no acompañó con su voto por considerar que había margen para una reducción de al menos 5%, según dijo a El Observador.
Con el ajuste de las tarifas quedó también operativa la nueva paramétrica, que se compone con un precio del Brent de US$ 59,5 por barril y un dólar a $ 29,60. Hasta ahora la referencia estaba US$ 60 para el crudo y un dólar a $ 27,50. El criterio utilizado por ANCAP establece que esos valores se revisen cada tres meses para mantener los precios actualizados. El ente también está discutiendo con los técnicos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) cuándo se aplicarán a la paramétrica los correctivos de costos internos de la empresa.
Por su parte, el gerente de la Intergremial de Transportistas de Carga, Humberto Perrone sostuvo que la "baja de combustibles es modesta pero ayuda". "La baja solo mitiga los aumentos en otros rubros", afirmó en declaraciones a radio Carve, y puso como ejemplo que a partir de este mes deberán afrontar una suba de 15% en el precio de los seguros.
En tanto, desde el sector industrial se considera la rebaja como una "buena señal" tomando en cuenta la disposición a colaborar con el gobierno que muestra el sector con un nuevo acuerdo de precios, pero se entiende que debe ir acompañada de otras medidas como una reducción de la tarifa eléctrica y de aportes patronales.
Según cálculos realizados por la Unidad de Análisis Económico de El Observador, la reducción de los precios tendrá una incidencia de 0,07 puntos sobre el Índice de Precios del Consumo (IPC) de noviembre. Si las autoridades del equipo económico hubieran considerado el precio de las naftas como una carta para contrarrestar la suba de precios podrían haber apelado a una rebaja mayor, tomando en cuenta que la evolución del precio del barril en pesos durante el período julio – setiembre quedó 9,7% por debajo de la paramétrica que el ente utiliza como referencia.
El año pasado la desaceleración de la inflación en el segundo semestre del año estuvo principalmente asociada a los precios administrados, con exoneraciones en los cargos fijos de UTE y ANTEL sumados a una rebaja de la tarifa eléctrica.
Ahora, aunque el IPC sigue por fuera del rango meta (3% y 7%) las autoridades han dado prioridad al uso de otras herramientas. Un claro ejemplo son los acuerdos con privados para el congelamiento de precios de algunos productos de la canasta básica, en lugar de recurrir a medidas con efecto sobre las finanzas públicas –y en especial en el resultado operativo de ANCAP, que completó en 2014 dos ejercicios con pérdidas millonarias–.
Precisamente, la determinación del equipo económico de elevar los aportes que las empresas públicas realizan a Rentas Generales durante este quinquenio, llevará también a que ANTEL deba revisar su estructura tarifaria, a contrapelo de lo que había ocurrido en los últimos dos períodos de gobierno, revelaron fuentes oficiales a El Observador.
En el pasado, el ente no subió sus precios lo que permitió una disminución en términos reales de las tarifas de la telefonía y acceso a internet respecto a la inflación. La empresa estatal tiene previsto definir sobre fines de año si aumentará las tarifas de sus distintos servicios a partir de 2016 para poder cumplir con las metas de gestión y transferencias que le exige el Ejecutivo.
Para reducir el déficit a 2,5% para fines de 2019, las empresas públicas deberán transferir en el período US$ 440 millones más de lo que lo que lo hicieron durante el gobierno pasado. Los mayores esfuerzos los tendrá que realizar UTE (US$ 160 millones), seguido por ANTEL y ANCAP con US$ 120 millones cada una. En un tercer escalón vienen OSE (US$ 24 millones) y la ANP (US$ 16 millones).
La rebaja resuelta por el gobierno contó con el apoyo de la mayoría del directorio de ANCAP. En tanto, el representante del Partido Nacional, Diego Labat, no acompañó con su voto por considerar que había margen para una reducción de al menos 5%, según dijo a El Observador.
Con el ajuste de las tarifas quedó también operativa la nueva paramétrica, que se compone con un precio del Brent de US$ 59,5 por barril y un dólar a $ 29,60. Hasta ahora la referencia estaba US$ 60 para el crudo y un dólar a $ 27,50. El criterio utilizado por ANCAP establece que esos valores se revisen cada tres meses para mantener los precios actualizados. El ente también está discutiendo con los técnicos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) cuándo se aplicarán a la paramétrica los correctivos de costos internos de la empresa.
Rebaja "modesta"
La baja tampoco conformó a sectores productivos, como el agro. El presidente de la Federación Rural, Fernando Dighiero, dijo ayer El Observador que la rebaja aprobada por el gobierno es un "despropósito" y que "no cambia en nada" la situación de los productores agropecuarios. En los próximos días estará dando inicio a una nueva zafra de siembra de cultivos de verano (soja, maíz, sorgo) con perspectiva de caídas en el área producto de los bajos precios que tienen estos commodities en los mercados internacionales. "Con el combustible más caro de la región es difícil competir", cuestionó Dighiero.Por su parte, el gerente de la Intergremial de Transportistas de Carga, Humberto Perrone sostuvo que la "baja de combustibles es modesta pero ayuda". "La baja solo mitiga los aumentos en otros rubros", afirmó en declaraciones a radio Carve, y puso como ejemplo que a partir de este mes deberán afrontar una suba de 15% en el precio de los seguros.
En tanto, desde el sector industrial se considera la rebaja como una "buena señal" tomando en cuenta la disposición a colaborar con el gobierno que muestra el sector con un nuevo acuerdo de precios, pero se entiende que debe ir acompañada de otras medidas como una reducción de la tarifa eléctrica y de aportes patronales.
