Rebrotes de coronavirus en EEUU y Europa generan muchos menos muertos que la primera ola: ¿por qué?

Hace un mes se popularizó la gráfica de los casos positivos de covid-19 en EEUU con un concepto que, básicamente, decía: la primera curva fue ignorancia, la segunda, estupidez.

Los vaticinios eran de un escenario caótico como el de marzo, cuando el virus golpeó con una fuerza demoledora a Nueva York, y situó a su sistema de salud al borde del colapso. Oficialmente el colapso no llegó, pero el virus sí tuvo desastrosas repercusiones en barrios pobres, hogar de muchos indocumentados que murieron en sus casas por miedo a ir a los hospitales, u otros que sí fueron a los hospitales y se enfermaron allí o dispersaron aun más el virus. Hoy, con 19,5 muertos por millón, el estado sigue haciendo más de 70 mil tests por día, y el porcentaje de positivos no pasa del 2%.

La segunda ola afectó a estados también superpoblados como Florida, Texas o California. En Florida el pico se dio a mediados de julio, con alrededor de 10.200 casos diarios. En estos días bajó hasta 2.300, una cifra que no permite asegurar que la situación está controlada como en Nueva York, pero sí que el pico ya pasó. Lo mismo en Texas (10.800 y 3.800) o California (12.800 y 6.000). Pero más fuertes aún son las bajas en las cifras de internaciones y muertes.

Para ver las gráficas de los otros estados deslice en la flecha

Las explicaciones a eso son conocidas: mejor testeo, más casos entre gente joven, más conocimiento sobre cómo tratar a los enfermos. Y el verano, que facilita las actividades al aire libre, donde la transmisión es mucho más difícil y no se cruza con otras enfermedades típicas del invierno. El miedo hace un mes en EEUU era que el repunte de casos provocara, tarde o temprano, un aumento en la cantidad de muertos. Y aunque lo hubo, y la situación sigue siendo grave, la curva de muertos fue mucho menor a la vaticinada.

Ahora, el miedo se mantiene para la llegada del invierno boreal, mientras estado a estado se discute la profundidad de las reaperturas.

Como pasa en los países grandes, la epidemia parece estar moviéndose hacia otras regiones, pero en este caso se trata de estados más pequeños, lo que hace prever menos casos en números absolutos, y menos problemas por una menor densidad de población.

El caso europeo

En Europa están en un proceso similar. Tras el fuerte golpe de marzo y abril, España, Italia y Reino Unido están sufriendo rebrotes. La situación es peor en España, donde se están registrando hasta 9.000 casos por día, a la par de lo que se vio en el primer pico, en el medio de fuertes críticas a los gobiernos regionales por la lentitud para cortar las cadenas de transmisión.

Sin embargo, la gráfica de muertos es radicalmente diferente: 24 muertos por día en un promedio móvil de siete días, bastante por encima del 1,7 de hace un mes, pero lejísimos de los 868 muertos en promedio móvil de siete días al 1° de abril (el pico real fue de más de 900). Italia tiene la misma lógica, pero con cifras aún más bajas, incluso cuando tuvo mayores aperturas para el turismo, y lo mismo ocurre con Reino Unido.

El crecimiento de casos en España empezó a darse hace un mes y medio, por lo que el incremento exponencial de los positivos ya tendría que haber provocado un aumento similar de muertos. Sin embargo, eso no ocurrió.