Recambio sindical: la vieja escuela mira a los nuevos

En 2006 el ministro de Trabajo, Eduardo Bonomi, y el titular de la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), Julio Baráibar, se entrevistaron con el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT. Fue uno de los tantos encuentros de los noveles gobernantes, asumidos un año atrás, con la cúpula de la central sindical.

“¿Te acordás cuando nos dabas clases de barricada?”, le preguntó el dirigente del PVP Luis Puig a Baráibar, antiguo militante del MLN, antes de darle un abrazo. El jerarca había estado preso en el Estadio Nacional de Santiago en Chile junto a otros uruguayos durante la dictadura de Augusto Pinochet y también tenía formación y recorrido sindical. Hoy ya no forma parte de ningún cuadro oficial o político.

A su vez, en 2010, Puig asumió como diputado por el PVP y se alejó de la dirigencia.

Ese es apenas un ejemplo de una nómina amplia de históricos dirigentes que por diferentes razones hoy miran el partido desde fuera de la cancha.

Enseguida vienen a la mente más nombres como Richard Read del sindicato de la bebida, el portuario Juan Castillo, Gustavo Pérez de AEBU, Gustavo Signorele de los judiciales, Mabel Lolo y Elena Lequio de los municipales de Montevideo o Luigi Bazzano de los funcionarios del Estado, entre muchos otros.

¿Cómo ven la actualidad del sindicalismo uruguayo? ¿Cómo perciben el recambio? ¿Cuáles consideran que son los desafíos principales? El Observador conversó con varios de ellos, en esta nota que también recuerda la trayectoria de otros dirigentes reconocidos que hoy están retirados.

“Están flechados”

Uno de los alejamientos más notorios de los últimos años de la cúpula del PIT-CNT fue el de Read, el histórico dirigente de la FOEB. En agosto de 2015 decidió dar un paso al costado y dejar el lugar que ocupaba dentro del Secretariado Ejecutivo por tener diferencias con la conducción de la central sindical.

Desde ese momento hasta ahora ha mantenido una postura crítica con algunas actitudes de la dirigencia. “La independencia de clase, una cuestión fundamental, se ha ido perdiendo”, afirma Read. “Ves comunicados de algunos gremios en los últimos días que son pavorosos”, dice.

“Están flechados, son brazo de un partido y no les interesa los que piensan distinto. Son la gente que cree que el movimiento sindical es de izquierda”, expone. Y para Read la “gente que cree eso es proclive a estos flechazos de pérdida de independencia de clase. Los que creemos que el movimiento sindical no es de izquierda, porque no lo es, es clasista, estamos muy por arriba de los partidos políticos”, sostiene.

Cuando empezó a planear su retiro tuvo claro quién tenía que liderar la FOEB cuando él ya no estuviera: Fernando Ferreira. “Era el número uno de la lista opositora (del sindicato), pero tenía que ser el sucesor. Es un tipo derecho, incorruptible”, asegura.

Poco respaldo

La ex presidenta de Adeom Montevideo Elena Lequio cuenta que “siempre defendió la bandera de la independencia de clase” y no comparte que los trabajadores “sean timón de cola de los políticos de turno”. Lequio también se muestra crítica con el accionar del movimiento sindical y dice que desde que el Frente Amplio está en el gobierno “ha sido parte integrante”.

“Pienso que si el gobierno cambia, la actitud va a ser más confrontativa”, razona pensando en el escenario que se puede venir después de las elecciones presidenciales del próximo 24 de noviembre.

Según explica, después de 30 años de experiencia le “sobran” los dedos de una mano para contar las veces que su sindicato tuvo respaldo de la central cuando había problemas con la administración municipal.

“Algunos dirigentes sí nos apoyaban y otros ni siquiera se querían sentar con nosotros porque veían peligrar sus cargos políticos futuros”, recuerda la ex funcionaria municipal que está jubilada desde 2014.

Sin liderazgos que "entusiasmen"

Gustavo Signorele fue miembro del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT por alrededor de cinco años y también integrante de la Asociación de Funcionarios Judiciales por más de 30 años.  Aunque sigue en actividad laboral, la militancia sindical es para él algo del pasado. Según dijo, en el último tiempo se produjo un recambio apresurado de dirigentes “que no fue bueno” porque se perdió experiencia y formación.

“El recambio tiene que ser gradual y no que todo lo anterior no sirve de nada”, afirmó. Puso como ejemplo el caso de sindicatos que han perdido peso en la diagramación de estrategias, planteo de tácticas y formas de negociar.

“El movimiento sindical ha cambiado mucho. Era combativo, con mucho estudio, con mucho trabajo. Hemos pasado a casi un plan de refundación de los sindicatos”, afirma.

Para Signorele, también ha bajado el interés por afiliarse a los gremios, entre otras cosas, por “falta de propuestas claras y liderazgos que entusiasmen a la gente”, incluso a defender sus propios derechos.

“Siempre el planteo ha sido ser el escudo de los más débiles. Esa es una de las cosas que hoy no está pasando. El movimiento sindical tenía posiciones políticas importantes en el país en defensa de los más jodidos, de los que no estaban sindicalizados, de los que vivían la explotación cara a cara, día a día. Eso se ha ido perdiendo”, dice.

Por su parte, Puig recuerda haberse nutrido de dirigentes con mayor experiencia y también haber sido parte de un recambio.

“Cuando llegue a la dirección del sindicato del gas en 1986 como secretario general tenía referentes no solo del gremio; tenía la experiencia de Gerardo Gatti, de León Duarte o de Hugo Cores”, recuerda.

“El movimiento sindical a lo largo de la historia ha tenido la virtud de poder integrar a diferentes generaciones y lo va a seguir haciendo. Lo más claro fue la construcción del PIT en 1983 y del PIT-CNT en 1984 donde se amalgamó toda una generación de luchadores con jóvenes dirigentes que surgían”, señala. 

Puig indica que “la renovación no se trata de que quienes tienen determinados años salgan de la actividad o de la dirección sindical, sino que se vayan integrando nuevos que es imprescindible para fortalecer la vigencia”.

Luigi Bazzano fue por años representante de la Confederación de Funcionarios del Estado (COFE) en las negociaciones de los trabajadores públicos con el gobierno antes de su retiro de la actividad en diciembre de 2017. Desde su óptica, el sindicalismo pasa hoy por un proceso normal de renovación con nuevos cuadros de dirigentes.

“Los viejos dirigentes vamos siendo reemplazados por compañeros que ingresaron después que nosotros a la militancia”, dijo.

A diferencia de quienes perciben cierta falta de interés por la militancia gremial, Bazzano destaca que los niveles de afiliación al movimiento sindical han crecido “de manera sustancial”, a partir de la aprobación de distintas leyes en materia de relaciones laborales como la de Negociación Colectiva en 2009 o la de Libertad Sindical de 2006.

Más retiros

Otros dirigentes con muchos años de extensa militancia se alejaron de la conducción de los sindicatos. En junio de este año Pedro Stéffano se jubiló de su trabajo como bancario en Scotiabank y terminó su carrera gremial como presidente de AEBU.

En el portal del gremio recordaron la trayectoria de Stéffano. Había ingresado a la actividad financiera en 1974 y ya en ese momento se vinculó al sindicato.

Fue integrante del Sector de Banca Privada de AEBU durante muchos años y en 2015 asumió el cargo de presidente del Consejo Central, máximo órgano de conducción del gremio bancario.

Además de Juan Castillo, el sindicato portuario también vio el alejamiento de otro referente que estuvo en la conducción durante décadas: Óscar López.

En la inauguración del XIII Congreso del PIT-CNT el 24 de mayo de 2018, el presidente de la central sindical, Fernando Pereira, se refirió al sindicalista portuario.

“Un querido compañero se retiró de la actividad laboral, ahora ha dejado la dirección del PIT-CNT, pero sigue tan militante que nunca”, dijo sobre el estrado. Luego le entregó una plaqueta por su extensa trayectoria.

López, además de dirigente portuario, fue durante mucho tiempo uno de los coordinadores de la Mesa Sindical de Entes.

Un paso al costado

Richard Read (Federación de la bebida)

El histórico dirigente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) decidió retirarse de la conducción del gremio y de la actividad sindical en febrero de este año. Fue orador del emblemático acto del 1° de mayo de 1983. Participó en la ronda de Consejos de Salarios de 1985 convocados por el gobierno de Julio María Sanguinetti. A partir de la primera administración de Tabaré Vázquez jugó un papel preponderante en la negociación colectiva acordando varios convenios con importantes ajustes salariales y beneficios para los trabajadores de la bebida.  Actualmente es el responsable de varios centros educativos que tiene la FOEB.

Luis Puig (Sindicato del gas)

En 1986 fue elegido secretario general del sindicato del gas. Durante varios años integró el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT. En 1996 era dirigente sindical en Gaseba (filial local de Gaz de France, luego adquirida por Petrobras) y fue despedido junto a otros cinco trabajadores. En 2005, luego de años de conflictos y enfrentamientos la empresa los retomó.  Fue electo diputado en 2009 cuando el PVP apoyó la candidatura de José Mujica a la presidencia y se alejó de la central sindical. En la siguiente elección obtuvo nuevamente la banca. En los dos períodos integró la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados.  En la última elección de octubre perdió su banca en Diputados.

Mabel Lolo (Adeom Montevideo)

Considerada como una de las más radicales, la histórica dirigente hoy está jubilada aunque integra la Comisión de Vivienda de Adeom, gremio del que fue secretaria general. Las décadas de estudio del digesto municipal, así como de las normas y los derechos y obligaciones de los trabajadores la mantienen como una referente. De forma esporádica, recibe consultas de compañeros que le piden su consejo por determinado problema laboral, según narró en una reciente entrevista realizada por El Observador.

Gustavo Pérez (AEBU)

Se acercó al sindicato bancario a finales de la dictadura. En ese momento trabajaba en una cooperativa de crédito. En 1991 ingresó a la dirección de AEBU y tuvo a su cargo el área de interior hasta 2005. Ese año asumió la presidencia del Consejo Central (órgano máximo de dirección) del gremio. Pocos años después llegó un momento de tensión para los trabajadores: la reestructura de la Caja Bancaria. Allí, fue partícipe de innumerables negociaciones con el Poder Ejecutivo y también de extensas asambleas de bancarios. En 2016 se alejó de la conducción de AEBU y decidió terminar con su actividad sindical.

Luigi Bazzano (COFE)

Fue trabajador de la Biblioteca Nacional a donde ingresó en 1982. Durante más de 30 años se desempeñó como dirigente del sindicato de base y del gremio de COFE. Hoy no tiene responsabilidades en la dirección aunque sigue afiliado. Los trabajadores estatales protagonizaron varios choques con el presidente José Mujica por diferencias con la reforma del Estado, que este impulsaba y de la cual poco se concretó.

Gustavo Signorele (Sindicato de Judiciales)

Fue dirigente del sindicato de funcionarios judiciales e integrante del secretariado ejecutivo del PIT-CNT por la corriente Articulación (ala moderada del sindicalismo). De todas formas, el gremio judicial protagonizó fuertes conflictos por reclamos salariales, tanto durante la administración de José Mujica como en la actual encabezada por el presidente Tabaré Vázquez. Las diferencias con el Poder Ejecutivo llevaron incluso a que en 2010 cuando se discutía la ley de Presupuesto se ocupara por algunas horas la sede de la Suprema Corte de Justicia en Plaza Cagancha.

Juan Castillo (Sindicato portuario)

Fue secretario general del sindicato portuario (Suanp, ahora SUPRA) durante varios períodos. En 1995 ingresó al Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT. Allí ocupó las áreas de organización, relaciones internacionales y propaganda. Luego, fue coordinador de la central sindical durante 14 años. En las elecciones de 2009 fue electo senador por el Partido Comunista (PCU), pero no asumió el cargo. En 2012 fue elegido vicepresidente del Frente Amplio. El 1° de marzo de 2015 asumió como director Nacional de Trabajo, cargo que dejó en 2017 para pasar a ocupar una banca en el Senado. También se desempeña como secretario general del PCU.