Ruibal, Laura Raffo, Patricia Damiani, Loureiro y Michel Cohen: 20 años de cambio y evolución empresarial

Alejandro Ruibal: “Hoy estamos a la altura del primer mundo”

Director de Saceem

Hubo muchos cambios en los últimos 20 años. Se aceleró y se hizo más accesible la incorporación de tecnología en la construcción, que tuvo un avance con nuevos métodos y equipamientos en general en las obras de arquitectura y de ingeniería, de la mano de grandes proyectos como las plantas de celulosa, que en estos 20 años se construyeron dos y se está por empezar la tercera. 

Ese tipo de emprendimientos dejan mucho en la industria de la construcción: generan mano de obra entrenada o especializada en determinadas tareas; generan que las empreas locales tengamos que desarrollar otras habilidades y capacidades para trabajar en esos proyectos, que son muy exigentes y que involucran obras de hormigón, obras civiles, de montaje y eléctricas. Son emprendimientos que removieron bastante la industria. En el sector de arquitectura también se desarrolló mucha técnica con la incorporación de métodos constructivos que mejoraron mucho la productividad de las obras. 

Otro cambio importante es la modalidad de contratación o nuevos esquemas de negocios, como las concesiones u obras de Participación Pública y Privada (PPP), que se usan en todo el mundo y llegaron a Uruguay. Los empresarios tuvimos que armarnos para ese desafío; en defintiva somos tomadores de reglas de juego del mercado y nos tenemos que revolver y mover dentro de ellas. El mundo globalizado se aceleró por las herramientas digitales e internet. Eso generó que la información fluya mucho más rápido. Antes había que viajar mucho a las ferias para enterarse de los últimos avances y  hoy estamos a la altura del primer mundo en el uso de la tecnología.

Laura Raffo: “Cambió muchísimo el manejo de los empresarios con los medios”

Economista. Exeditora de Café y Negocios

En estos años cambió muchísimo el relacionamiento y el manejo de los empresarios con los medios de comunicación. En un comienzo, era una gran novedad cuando hacíamos notas al empresariado local. Los empresarios no estaban acostumbrados a salir en la prensa hablando sobre temas relevantes de sus empresas. No eran notas para publicitar lo bien que hacían las cosas, sino que iba más profundo: investigar mercado, por qué las empresas crecían o no crecían, qué pasaba con la dinámica de los mercados. Recuerdo que les resultaba muy difícil revelar las cifras de la empresa y hablar de sus competidores. Eso cambió para bien. Los empresarios uruguayos están mucho más dispuestos a contar las estrategias de sus empresas y rendir cuentas de lo que hacen, porque la sociedad de consumo cambió. El consumidor es mucho más exigente, quiere saber a fondo cómo hace las cosas la empresa; no solo cómo hace sus productos, sino cómo se comporta con la comunidad. Eso transparentó el trabajo de las empresas, que hizo que estuvieran mucho más dispuestas a volcar información a la prensa, a un suplemento especializado en negocios, como es Café & Negocios. 

Otro cambio muy importante es el surgimiento de un mundo emprendedor. Antes no estaba tan potenciado en Uruguay. En los ultimos 20 años se generaron redes de apoyo a emprendedores a través de programas con organismos internacionales, como el BID, y a través de fundaciones y agencias de gobierno. Por lo tanto, empezó a verse algo que en Uruguay antes era poco común: gente joven iniciando emprendimientos y pudiendo ser exitoso con ellos. 

Un tercer factor que veo que cambió mucho es la llegada de capitales internacionales al país, que movilizaron el mundo de adquisiciones y asociaciones. Uruguay era y sigue siendo un mundo empresarial en preponderancia de empresas familiares, pero esas empresas en estos 20 años fueron muchas veces adquiridas por fondos y capitales internacionales que son grandes jugadores de la región, y que traen consigo una visión diferente de la gestión. Las empresas uruguayas están cada vez más mirando hacia al exterior. Gracias a que Uruguay es muy potente en materia de industria de software y conectividad, creo que las empresas uruguayas tuvieron una enorme oportunidad de desarrollo hacia el exterior. Eso en un mercado como el uruguayo es absolutamente fundamental para crecer. 

Otro tema que cambió para bien es la importancia que se le da al talento, potenciado porque somos un país de servicios. Las empresas se dan cuenta de que la real diferenciación está en la gente; se busca que la empresas sean mejores lugares para trabajar, se mejora la cultura empresarial, se ofrecen capacitaciones a las personas. 

Patricia Damiani: “El agro dejó de ser porteras adentro”

Productora agropecuaria

El escenario actual del sector agropecuario en nuestro país ha evolucionado muchísimo comparado hace 20 años. La actividad dejó de ser porteras adentro, para vincularse porteras afuera en lo local y al mundo. La globalización ha sido un factor fundamental. Quiero destacar el reconocimiento y la confianza que  el Uruguay ha logrado, para tener acceso a cupos de altísima calidad.

El plan sanitario a nivel nacional, la trazabilidad y el plan de uso y manejo de suelos son tres aspectos que todos los que de una manera u otra trabajamos en el sector los cumplimos con muchísima responsabilidad. Somos 3 millones de habitantes y producimos alimentos para 30 millones de personas.

La incorporación de  la tecnología  al sector nos permite producir y obtener mayores rendimientos. Por ejemplo, hace 20 años en el país había diez feed lots, (corrales de engorde); hoy se han multiplicado exponencialmente, lo que ha permitido que en menos hectáreas, se produzcan muchos más kilos de carne y con animales de menor edad.

En el plano agrícola, se ha invertido en maquinaria que permite excelente  calidad de siembra y cosecha, y accediendo cada día más al mapeo del campo. Como desafío, tenemos que lograr mayor rentabilidad y ser más competitivos. Esta meta se logra con mayores rendimientos por hectárea y siendo cada vez más eficientes bajando los costos de producción. Es un honor trabajar en el sector agropecuario, un sector que trabaja los 365 días del año, productor de alimentos y que siempre ha demostrado su apoyo al país.

Leonardo Loureiro: “El sector tecnológico creció de forma exponencial”

Presidente de CUTI

Cuando Café & Negocios empezó, no llegábamos a ser 150 empresas en el sector. Hoy somos 380. Había niveles de exportación interesantes pero recién empezaron las exportaciones grandes en estos últimos 20 años. Por el 2002 se exportaban US$ 80 millones; hoy, US$ 750 millones. El sector tecnológico en los últimos 20 años ha crecido de forma exponencial. Desde hace unos cuantos años se ha venido confirmando la digitalización de las empresas. Hoy hay mucha infraestrcutura utilizada por Antel, pero también, al contar con fibra óptica, hoy tenemos un ancho de banda excelente. Lo mismo para la incorporación de tecnologías dentro del Estado: el expediente electrónico, los sistemas de gestión empresarial, la ciberseguridad, la firma electrónica. 
También es muy relevante cómo los jóvenes han entendido que es importante estudiar en tecnología. Cuando las otras áreas de la economía incorporen más tecnología, esto va a ir creciendo más todavía. 

Michel Cohen: “El mundo se aplanó”

Director de Lolita

Los últimos 20 años marcaron el desarrollo más acelerado de la historia en la industria del retail. Uruguay no quedó al margen de esa realidad mundial.

Las principales empresas de e-commerce del mundo son adultos jóvenes de sólo 25 años pero en los últimos 20 se convirtieron en los líderes indiscutidos del retail mundial. El mundo se aplanó, y los principales retailers europeos no dudaron en establecerse en Uruguay. Hoy en nuestro pequeño mercado, las grandes marcas compiten de igual a igual con los retailers uruguayos.

La estabilidad de nuestro país  junto a la política de estado de los distintos gobiernos, que mantuvieron las mismas reglas de juego en forma independiente del color del partido de turno, atrajeron al Uruguay grandes compañías en todos los rubros. La estabilidad de nuestro pais  fue un atractivo que compensó la falta de volumen de nuestro mercado. Las empresas pasaron por un proceso de profesionalización , innovación y resiliencia, que les permitió subsistir e inclusive sobrellevar las dificultades que presentó la crisis del 2002, y la pandemia a todos los agentes económicos.

El cliente cada vez más informado y exigente se transformó en el centro de todos los esfuerzos. La venta de productos dejó de ser una simple oferta de objetos que dio lugar a la creación de comunidades en busca de experiencias. La híper segmentación y la personalización en el marketing paso a ser el nuevo norte en el desarrollo del comercio. 

El advenimiento de las redes sociales llevó a la inmediatez como premisa para todas las comunicaciones, y a la transparencia es la condición en todas las relaciones entre las empresas y sus comunidades de followers. En los últimos años el más rápido e innovador pudo superar al competidor más grande y más conservador.