En los últimos días, se observó un aumento en los niveles de conflicto en la casa de Gran Hermano. Tras la retirada de Agostina Spinelli de la competencia, alegando amenazas de muerte por parte de Furia, la producción tomó medidas decisivas. El mensaje es claro: no se tolerarán más actos de violencia.
Para comunicar esta postura, Santiago del Moro convocó a todos los concursantes frente a las cámaras y les hizo saber las nuevas directrices a seguir. "Cuiden sus palabras, los ve el mundo entero, no tienen la obligación de educar pero sí pueden dar el ejemplo", enfatizó. Además, les instó a mantener un nivel de respeto y empatía durante cualquier discusión, a pesar de la libertad para expresarse. "Pueden discutir manteniendo una cuota de respeto y empatía por más de que tengan libertad para decir mucho. Les pido que se respeten", añadió.
"Han ido en una escalada de violencia en cuanto a los dichos, y me preocupa porque un día puede cortarse la violencia verbal y pasar a cosas que los pueden dejar fuera del juego", concluyó.
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