Se llama Hugo y es un dolor de cabeza para el gobierno K

En casi todos los casos de corrupción y lavado aparece mencionado Uruguay. Y hace unos años en Argentina se dijo que Uruguay era una guarida fiscal. ¿Coincide con esa afirmación?

Sí. Porque lo que estamos viendo es que es siempre la primera escala o la última escala del dinero negro desde y hacia Buenos Aires. Es el primer tramo por donde empieza a circular el dinero hacia afuera, desde la Argentina. Por lo general pasa de Buenos Aires a Montevideo, de Montevideo al Caribe y del Caribe a Europa.

¿Somos muy permeables o somos tan cuidadosos que de tan seguros que somos y de tan certeros es fácil evadir los controles?

Yo utilizaria la conjuntiva “y”. Son ambas cosas. La combinación de ambas, la garantía del secreto y la laxitud de algunos controles es lo que permite que esto pase. Uno de los grandes piratas de la historia en el caso Siemens, el hombre se llamaba Reinhard Siekaczek, que se autoapodó “el maestro del desastre”, ya puesto contra al pared por la Fiscalía de Munich le preguntan: “¿Ustedes al final de todo transportaban mucho dinero en efectivo?”. Y la respuesta de él fue: “Transportábamos tanto dinero que a mi asistente le dio hernia de disco”.

¿Qué pasa con la complicidad de los gobiernos?

Ese es un gran eje. Por ejemplo, en Argentina con la AFIP, la Unidad antilavado, la UIF eso es un gran dolor de cabeza, para el sistema y la idea de laxitud. Se combinan varios factores, el que no quiere ver y el que no puede ver. Porque también es cierto que controlar un sistema financiero es virtualmente imposible si no hay un buen sistema de control, si no tenés oficiales de cumplimiento de primera línea y si tenés muchos que no quieren ser controlados y se benefician de eso.

En el último caso de Ciccone por el que fue procesado el vicepresidente argentino Amado Boudou, el kirschnerismo juega un papel central, y revela una ingeniería muy armada.
Lo que se observa en el kirschnerismo, al contrario de lo que pasaba con (Carlos) Menem, es una práctica creciente en la que, en vez de dinero, prefieren acciones y toman el control de empresas débiles. Eso se complejiza más aún cuando tenés que esto era una decisión política estratégica, reprochable pero política y eso se complica porque el presidente se murió y hubo varios que se trataron de pasar de piolas.

Este caso tiene una pata en Uruguay porque Alejandro Vandenbroele, el testaferro de Boudou, es presidente de una empresa que se llama Dusbel, que está en Uruguay e inyectó capitales a Ciccone. ¿Qué papel jugó esta empresa en lo que fue la ingeniería de la maniobra?

Imagínense como las Mamushcas, que cuando sacas la primera aparece otra, y otra, y otra. Y de repente además te sacan la muñeca y te dicen: “no, son estas otras muñecas”. Resulta que vas tirando y, en definitiva, tenés una madeja societaria que pasa desde Argentina a Uruguay, a través de EEUU, con algunas ramificaciones en Europa y en Curacao. En teoría la sociedad uruguaya Dusbel pasó a Argentina 620 mil dólares, que son 2,4 millones de pesos argentinos de la época, pero faltan todavía explicar los otros $48 millones. Entonces hoy, a dos años del estallido del escándalo, tenés dos preguntas que todavía no se han respondido: quién es el dueño de Ciccone y de dónde salió el dinero. Y, en definitiva, terminás en una situación insólita en la que el Congreso de la Nación Argentina ha expropiado una compañía que ignora quiénes son los dueños y nadie que haya ido al congreso a decir “expropiaron mi compañía, páguenme”.

¿Cree que la Justicia argentina llegará a fondo en el caso Boudou o el fallo puede darse vuelta?

Yo creo que eso se irá resolviendo sobre la marcha. No es que quiera evadir la pregunta sino que ya en el 2012 estuvieron muy cerca de salvarlo. Y algo parecido está sucediendo ahora porque hay un camarista a favor de dar vuelta la causa, uno en contra y otro en duda. Y esto se resolverá el próximo mes.

La Justicia de Uruguay investiga la compra del campo El Entrevero por US$ 14 millones en José Ignacio que forma parte de la indagatoria de la ruta del dinero K pero no ha podido avanzar porque la justicia argentina no ha respondido a los exhortos en los que pidió información. ¿Creés que se hace a propósito?
Hay una combinación de factores. Creo que a veces no quieren colaborar y a veces es la desconfianza. Tenés a veces eso, jueces que no quieren investigar y otras veces hay una cuestión de recelo recíproco.

Justo a raíz de la compra de El Entrevero, el director de la IUF Argentina, José Sbatella, entrevistado por El Observador el año pasado decía que en esa compra no había nada turbio porque los millones habían salido de las licitaciones que se ganan ¿Se está dando un vínculo frecuente entre obras públicas, corrupción y lavado?

El argumento de Sbatella era algo así como: ese campo nosotros consideramos que no es derivado de lavado porque no hay delito precedente, porque a su vez el dinero es bien habido, porque proviene de obra pública. El dinero puede ser de origen lícito pero, según como se canalice y según en que manos termine, puede formar parte de una operatoria de lavado.

PERFIL

PERIODISTA y prosecretario de redacción de La Nación
40 años

Periodista y secretario de redacción del diario La Nación, se dedica a la investigación en corrupción, lavado de dinero y fraude corporativo. Es abogado y magister en artes liberales por la Universidad de Navarra. Escribió libros como “Los secretos de la valija”, sobre el Caso Antonini, investigación por la que obtuvo en 2009 el premio a la excelencia periodística de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y “Boudou - Ciccone y la máquina de hacer billetes”.
hugo alconada mon k Periodista e investigador
Controlar un sistema financiero es imposible si no hay un buen sistema de control”.