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Se profundiza la crisis de la empresa argentina Garbarino
Por Agustina Devincenzi- El Cronista-RIPE
Se profundiza la crisis de Garbarino y sale a remate la mayoría del paquete accionario de Compumundo, la cadena que también pertenece al grupo empresario que compró Carlos Rosales, en junio de 2020.
Se subastarán 58.650.000 acciones, equivalentes al 51% del capital social de la empresa. Según la descripción de la convocatoria, el remate se llevará a cabo el 15 de setiembre por cuenta y orden del acreedor prendario Banco Voii en su sede en Buenos Aires, con la participación del martillero Roberto Efraín Cereijo, ante escribano público.
Las acciones ordinarias no endosables tendrán un valor nominal de un $A 1 cada una, con derecho a un voto por acción. De acuerdo al detalle publicado en el Boletín Oficial, las condiciones de pago serán al contado, en efectivo y al mejor postor, aunque también se admite abonar por transferencia bancaria y/o cheque certificado emitido por una entidad bancaria de primera línea, con domicilio de pago en Capital Federal.
“La subasta no comenzará hasta que se controle la identidad de los asistentes e identifique a los oferentes, como así tampoco concluirá hasta que se haga efectivo el pago. En caso contrario, se continuará a partir de la oferta anterior. Solo se permitirá ingresar al acto con los correspondientes DNI. Si se presentara un oferente en representación de un apoderado, deberá exhibir el instrumento pertinente”, precisa el texto.
El sobre que contenga la oferta deberá entregarse cerrado, en la sede del banco, indicando en su exterior “Oferta bajo sobre subasta privada: 51% del paquete accionario de Compumundo”, hasta las 12 horas del día anterior a la fecha del remate.
El martillero procederá a la apertura de los sobres recibidos en presencia del escribano, al comienzo de la subasta. La mayor oferta servirá como base para recibir nuevas posturas cuyas diferencias no podrán ser inferiores a 10.000 pesos argentinos.
En el supuesto de igualdad de ofertas bajo sobre, prevalecerá la presentada con antelación, siempre y cuando el representante se encuentre presente en el acto. Si la oferta bajo sobre no es superada, se procederá a la adjudicación del bien y “se anunciará a viva voz el nombre del adquirente”.
El comprador deberá constituir domicilio en CABA, abonar la seña el día de la subasta y el monto restante al día siguiente, en el lugar a designar al momento de suscribirse el boleto de compraventa. En caso de no abonar el saldo correspondiente en el plazo estipulado, se efectuará un nuevo remate del bien en cuestión. El responsable perderá la seña y deberá hacerse cargo de los gastos ocasionados.
Compumundo integra el grupo, junto con otras cinco unidades de negocio: Garbarino (la cadena de electro), Garbarino Viajes, la financiera Fiden y las plantas Tecnosur y Digital Fueguina.
Después de más de tres meses, la compañía empezó a pagar los sueldos que le adeuda a sus cerca de 4.000 empleados. Sin embargo, la cancelación, por ahora, es parcial y todavía no alcanzó a todos los trabajadores.
El pago se hizo efectivo luego de que la empresa recibió 225 millones de pesos argentinos de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos (AGIP). El ente recaudador porteño le reintegró más de la mitad de los fondos que le retuvo y, ahora, la cadena aguarda la restitución del saldo pendiente, que se encuentra en “etapa de verificación”.
Desde el entorno de Rosales, se muestran esperanzados con la posibilidad de sumar inversores y aseguran que siguen las negociaciones. No obstante, aclaran que la entrada de socios tendrá que ver con la estructuración del negocio que se haga en adelante.
Para lograr el ingreso de accionistas, explican, es clave la concreción de un fideicomiso que permita acceder a capital de trabajo para volver a poner en marcha la operación.
Con esa intención, Garbarino recurrió a Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, para conseguir financiamiento del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). Pero aún no hay novedades al respecto. "Apremia la respuesta, por sí o por no", expresaron desde la cadena.
A la espera de una contestación, el panorama es cada vez más crítico. Se registran retrasos en las entregas por falta de productos, pedidos de quiebra, embargos de mercadería e intentos de desalojo de parte de los propietarios de locales a los que se les adeuda el pago de alquileres, como en el caso de Cencosud, que demandó a la empresa por la mora de las sucursales ubicadas en sus shoppings.
De hecho, semanas atrás, el grupo chileno Cencosud les inició demandas judiciales a Garbarino y Compumundo, en las que exigió el desalojo de ambas cadenas de sus shopping centers porque no devolvieron los locales que ocupan, ya sea por contratos vencidos o rescindidos unilateralmente por falta de pago de los alquileres.
