Sepultureros en Latinoamérica temen que el número de muertes por coronavirus es mayor que las cifras oficiales

Tres sepultureros, uno vestido con una bata protectora blanca, enterraron rápidamente el ataúd de madera de Vítor Batista. Hace dos semanas, el hombre de 96 años fue hospitalizado con neumonía, pero, como otros que están ocupando las tumbas en Vila Formosa, el cementerio más grande de Brasil, murió antes de recibir los resultados de una prueba de coronavirus.

"Estoy seguro de que tenía corona", dijo Ulisses Frutuoso, el sobrino de Batista. "Siento que realmente no sabemos el alcance de esta tragedia". Levantó su mano hacia el cielo, señalando que las muertes por covid-19 probablemente se han disparado mucho más allá de los más de 2,400 que se han registrado oficialmente en Brasil.

Los trabajadores en el cementerio en São Paulo, que han estado muy ocupados excavando hileras de tumbas — a veces han tenido que usar una retroexcavadora — están igualmente convencidos de que el coronavirus ha cobrado más víctimas de lo que sugieren las estadísticas oficiales. "Muchos como él llegan aquí antes de obtener los resultados de la prueba", dijo uno de ellos, que deseaba no ser identificado, señalando el ataúd mientras se lavaba las manos. "Hemos estado enterrando a muchos".

Los sepultureros, los trabajadores de la salud y los investigadores en los dos países más grandes de América Latina, Brasil y México, cuentan una historia diferente a los números oficiales. Hasta el domingo, México tenía 8,261 casos confirmados y 686 muertes. Pero Hugo López-Gatell, el subsecretario de Salud quien es el zar del coronavirus del país, admitió que el verdadero nivel de infección es al menos ocho veces mayor porque, por cada caso positivo de coronavirus, probablemente otra docena no se han detectado. Pero ese estimado de 55,951 parece estar basado en datos de hace dos semanas, lo cual sugiere que la cifra real es aún mayor.

Una encuesta realizada por el periódico Estadão que estaba basada en datos oficiales mostró que el número de muertes registradas como insuficiencia respiratoria y neumonía en Brasil aumentó en 2,239 en marzo de 2020 comparado con el mismo período en 2019.

Investigadores de un grupo de respetados institutos universidades en Brasil dijeron la semana pasada que probablemente hay cerca de 12 veces más casos de coronavirus de los que el gobierno ha registrado oficialmente en el país más grande de América Latina, donde viven cerca de 211 millones de personas. Hasta el domingo, Brasil tenía más de 38,000 casos confirmados, lo que pondría la cifra real en 456,000.

"El rápido curso de la pandemia y el bajo número de pruebas realizadas en Brasil dificultan la estimación del número real de casos confirmados", dijo el Núcleo de Operaciones e Inteligencia de Salud, o NOIS. "El alto grado de subregistro podría conducir a una disminución en la implementación de acciones de contención".

El presidente Jair Bolsonaro es uno de los pocos líderes mundiales que ha minimizado los riesgos del virus. Él sostiene que la pandemia ha creado un "clima de terror" y ha atacado a los gobernadores estatales por imponer confinamientos parciales. El jueves, despidió a su popular ministro de salud, Luiz Henrique Mandetta, un médico, quien divergió públicamente con su jefe cuando solicitó un distanciamiento social más estricto, y quien admitió que había más casos de los confirmados. "Sólo estamos viendo la punta del iceberg", dijo el mes pasado.

Según Chrystina Barros, experta en gestión de salud pública en la Universidad Federal de Río de Janeiro, donde forma parte de un grupo que está intentando combatir covid-19: "Siempre es muy complicado cuando la política se mezcla con los aspectos técnicos de la lucha contra una pandemia".

La situación es similar en México, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador insiste en que el país de 127 millones de personas es un ejemplo para el mundo.

"Creo que en todo el país hay entre 60,000 y 80,000 casos y no menos de 5,000 muertes", dijo un especialista en neumonía que trabaja en dos hospitales privados de la Ciudad de México. "En una y media o dos semanas, esto va a explotar".

A sus colegas en los estados de México se les ordenó que no registraran los casos, dijo el especialista. El director de un hospital público en la Ciudad de México sostuvo que — basado en el llamado Modelo de Vigilancia Centinela que se está usando para rastrear enfermedades respiratorias — las cifras oficiales "no cuadran".

Jaime Bonilla, el gobernador de Baja California, un estado que se ha visto muy afectado, dijo que los números oficiales no coincidían con los de su estado y les pidió a las autoridades que dijeran la verdad. "¿Por qué difunden información si no es real?" preguntó.

Las autoridades sanitarias han negado un encubrimiento. Sin embargo, sólo en la Ciudad de México se han registrado más pacientes intubados por covid-19 de lo que el gobierno federal dice que están intubados en todo el país. Cuando se le preguntó si la tasa de mortalidad se estaba subregistrando en una proporción similar al número de infecciones, el director del hospital dijo: "Hay que multiplicar todo por ocho".

Además, las pocas pruebas que se han realizado no siempre han sido precisas. "Más o menos el 70 por ciento de los pacientes que tengo aquí han tenido resultados negativos, pero los escáneres y los síntomas muestran que son 100 por ciento covid", dijo el director del hospital, y agregó que ahora se les ha permitido a los médicos registrar las muertes que resultan de estos casos como "neumonía atípica, probablemente covid".

La situación en algunos hospitales en Tijuana, cerca de la frontera con EEUU, parece crítica, según informes de los medios locales. Aunque la agencia estatal de seguridad social ha negado los informes, el gobernador Bonilla admitió que los médicos estaban "cayendo como moscas" de covid-19.

"Es engañoso que México haya estado registrando sólo una fracción del número de casos durante tres meses", dijo Sandra López León, una epidemióloga mexicana que reside en Nueva York. Dado el rezago entre el repentino aumento de casos en EEUU y México, "México tiene sólo una o dos semanas para evitar muertes".