Leonardo Carreño

Socialistas: denuncia de violencia política basada en género agita interna del Congreso

La presencia de un denunciado por violencia política en el Congreso socialista disparó un mensaje público por parte de la denunciante, que reclamó por un "silencio" en el PS que "resulta desolador"

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05 de julio de 2022 a las 05:02

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"Hoy decidí romper el silencio y hacer una descarga, porque ya no aguanto más", escribió el sábado en sus redes sociales la exsecretaria de Organización de la Juventud Socialista (JSU), Circe Rosano, mientras se desarrollaba el 50° Congreso del Partido Socialista. 

"Hace más de dos años que me vengo callando porque soy parte de un partido que se rige por protocolos y reglamentos, y siempre elegí respetarlos", sostuvo, antes de señalar que esa misma colectividad que por "tantos años" integró ya no le estaba "dando respuestas ante situaciones muy graves" vividas mientras tenía su puesto en la JSU y en el Comité Central socialista. 

La publicación se remontaba a una denuncia por violencia política basada en género presentada dos años y medio atrás ante la Comisión de Violencia de Género de la colectividad. Rosano relató que, estando en lugares de representación, vivió "una violencia simbólica, verbal y psicológica sistemática por parte de un varón", también "junto a otras compañeras en cargos importantes". 

"Una violencia que buscaba permanentemente desacreditarme en mi rol, que terminó agotándome física y mentalmente. Eso es violencia política basada en género. Fue necesario que yo llegara al punto de renunciar a mi cargo en el Comité Central y manifestar que tenía intenciones de desafiliarme, luego de un año de licencia, dado que no sentía que el partido me diera las garantías de que pudiese militar de forma segura y libre de violencia, para que me llamaran a poder contar mi versión por primera vez", relató.  

Sin dar nombres, la militante se despachaba contra el tratamiento del caso en la orgánica. La denuncia apuntó años atrás contra el dirigente de la JSU, Lucas Gargallo, según confirmaron fuentes políticas a El Observador. Fue cuando se enteró que Gargallo estaba presente en el Congreso en calidad de delegado que decidió plantear su versión. "Me siento indignada, triste y por eso decidí hacerlo público. Estoy harta de que se vulneren mis derechos con un silencio que me resulta desolador", cuestionó. 

Consultada por El Observador, Rosano expresó que la publicación apuntaba "a problematizar la violencia política" que sufren las mujeres y "cómo eso está sistematizado". "Iba por manifestarme contra la demora de los plazos y hacer pública una situación que estaba invisibilizada, una violencia simbólica que sufrimos las mujeres que es sistemática. Iba por ahí, más que apuntar a una persona o criticar el trabajo de nadie".

El mensaje no tardó en replicarse en varios chats por parte de detractores de la dirección de Gonzalo Civila, en tanto desde esa corriente minoritaria apuntan hacia Gargallo como un dirigente afín al ala ortodoxa. Ante los hechos trascendidos y las manifestaciones, el delegado se retiró del Congreso. 

Consultado por El Observador, Gargallo contestó: "Participé en tanto y en cuanto soy militante completamente habilitado para ese momento. Confío plenamente en los mecanismos que tiene este partido y no estoy en la dinámica de andarle comentando a la prensa estas cosas". El dirigente, que es responsable del portal Oktubre Noticias, señaló que ya presentó sus descargos contra el último dictamen –una garantía establecida en este tipo de procesos– de la comisión de violencia política y alegó que hay "mucho que se ha tergiversado". 

Gargallo indicó que todo este tiempo se mantuvo alejado de la militancia "porque el PS es pionero en el tratamiento de estos casos", por lo que buscó "no hacerle daño al partido". Pese a que varios dirigentes de la minoría lo sitúan como alguien apañado por la mayoría ortodoxa, el dirigente respondió: "Soy tan cercano y tan lejano a todos mis compañeros. No me considero parte de ninguna corriente, soy un militante". 

Las demoras

La titular de la Secretaría de Género y Diversidades del PS, Daniela Brandon, dijo a El Observador que la comisión de violencia política basada en género culminó sus actuaciones y que el próximo Comité Central será el responsable de tratar el caso. La dirigente reconoció que "el protocolo del PS tiene una falla desde hace unos cuántos años, y es que no prevé medidas preventivas" durante el proceso. 

"Hay cosas que tienen que ser súper rápidas y no están siendo. Ahí hay una autocrítica", admitió Brandon. La titular de la Secretaría explicó que la comisión estuvo "acéfala" por varios meses, entre desafiliaciones y licencias médicas durante la emergencia sanitaria. "Hubo un traspapelamiento en los meses en que estuvo acéfala, y asumimos la responsabilidad política que cabe por eso", dijo. 

Brandon aclaró que la violencia política "siempre es seria", pero que este caso no tiene la "connotación de acoso o violencia sexual". "A veces hay situaciones que son violentas, pero no siempre son basadas en género", planteó, aunque al ser consultada sobre si se refería a la denuncia concreta en cuestión, alegó que hablaba en términos genéricos. 

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