"Ésta es una noche muy especial y quiero que sea muy loca. Pero, antes de empezar con las locuras, me gustaría decir que ha sido un enorme honor para mí volver a estar junto a dos buenos amigos", dijo Sting cuando el concierto, que cerró la gira de reunión que la banda empezó en 2007, ya llevaba cuatro canciones.
"Después de 150 conciertos no sé cómo no nos hemos estrangulado; aunque eso no significa que no se me haya pasado por la cabeza", bromeó Sting, quien apareció con una camisa oscura sobre el escenario y lucía una barba canosa que acabó afeitándose ante sus seguidores.
En el que parecía el primer descanso de la banda, la gran pantalla con que contaba el escenario mostró los camerinos en los que dos atractivas jóvenes empezaron a afeitar a Sting ante los aplausos y las risas del público neoyorquino, al que la banda ya se había metido en el bolsillo con la segunda canción de la noche.
Sting no dudó en quedarse con una típica gorra de las que utilizan los policías de la Gran Manzana y acabar con ella una canción a la que siguieron temas como "Demolition man", "Driven to tears" y "Every little thing she does is magic", en la que Sting contó con la presencia de tres de sus hijas sobre el escenario.
"Hemos actuado ante 3,7 millones de personas. Esta noche sois 19.000 personas, pero pensad que representáis a toda esa gente, así que quiero ver vuestras manos", dijo el líder de la banda mientras alentaba al público a seguir con él el ritmo de unas canciones que estuvieron llenas de mensaje.
Para deleite de un público que dejó caer alguna lágrima a lo largo de la actuación, el cierre del histórico concierto corrió a cargo de "Next to you" ("Junto a ti"), tema tras el que los tres miembros de The Police se fundieron en un abrazo.