Todos escuchados y Lacalle más blindado

La semana del diálogo

Ha sido un tema recurrente: el país afronta una crisis muy fuerte con los políticos más divididos que nunca. Adolfo Garcé escribió varias columnas al respecto y aquí en EnClave también te comenté sobre los problemas que enfrenta el sistema político y la necesidad de un acuerdo simbólico para que todo el país tire para el mismo lado, tal como se hizo ante otras crisis.

Si bien aún estamos lejos de eso y no hay perspectivas que suceda un ámbito formal con gobierno, oposición y actores sociales y empresariales, esta semana fue auspiciosa porque el presidente Luis Lacalle Pou tuvo contactos políticos con líderes de todos los partidos. Es un buen mensaje a la ciudadanía, que en cierta medida también hizo bajar el tono del molesto ruido de la batalla constante.

Como muestran los números de las encuestas, por más que en las últimas semanas hubo dos caceroleros —el segundo más intenso— y alguna señal más de descontento, el presidente goza de muy buena popularidad.

Y con las movidas políticas de esta semana fue el mayor ganador, por varios motivos, que te cuento en los siguientes puntos:

Un Frente dividido y cómo atornillar al técnico rival

Lacalle se aprovechó de la debilidad del Frente Amplio, en especial de su presidente Javier Miranda, y se reunió con los intendentes. Se mostró dialoguista, recibió propuestas, dijo que las analizará y los dejó contentos por ser escuchados. ¿El resultado primario? Las críticas desde la izquierda bajaron considerablemente esta semana.

El presidente eligió como líderes opositores a Carolina Cosse, Yamandú Orsi y Andrés Lima, metiéndose nuevamente en la interna del Frente Amplio como había hecho meses atrás cuando eligió como interlocutor a Marcos Carámbula, eventual candidato a suceder a Miranda. Esta vez el presidente se los dijo explícitamente: “A mí me sirve hablar con ustedes y a ustedes también les sirve”. Además, sabida es la mala relación que tiene con Miranda y lo débil que está el presidente del FA en la interna de la coalición, como cuenta esta nota de Gonzalo Charquero.

¿Por qué le sirve a Lacalle esta estrategia? Allí se puede especular varias cosas. La más obvia: “divide y reinarás”. Otra opción que analizan por estas horas los detractores de Miranda en el Frente Amplio es que Lacalle pueda querer atornillarlo hasta fin de año en el cargo. El FA discute si sustituir a su presidente ahora o en unas elecciones en octubre. Si el presidente deja en falso públicamente al líder partidario, incluso quienes no lo quieren pueden sentirse en la necesidad de defenderlo. La escena me hizo acordar a cuando en el fútbol los hinchas del club grande no quieren que de ninguna manera se vaya el DT del equipo rival cuando le está yendo mal, para que sigan por ese camino.

Cosse y Orsi, que tienen intenciones presidenciales para 2024, también aprovecharon la oportunidad para mostrarse en primera línea: marcando diferencias con el gobierno, pero también proponiendo ideas y gestionado problemas para ayudar. A Lima también le sirve ser interlocutor del gobierno para su estrategia de mostrarse como el líder del FA al norte del Río Negro.

Luego de la reunión hubo algunos chisporroteos. El presidente se mostró “sorprendido” porque los intendentes dijeron afuera de la reunión cosas que adentro no habían manejado. Pero tampoco incendió la pradera porque ambas partes quieren mantener el diálogo.

También hubo chisporroteos internos entre los intendentes, dado que en la reunión una de las 10 propuestas de Cosse implicaba un plan metropolitano con San José y Canelones. “¿Esto lo hablaste con (la intendenta de San José) Ana (Bentaberri)?”, le preguntó Lacalle a Cosse. La intendenta tampoco le había dicho a Orsi que iba a presentar esa propuesta, según dijo el intendente canario luego en una radio maragata. Cosse se defiende diciendo que no es una idea nueva

La “fuerte” coalición

Después de muchos meses de evitar una reunión que pedían todos los socios, que Lacalle se haya reunido, ahí sí, con las autoridades del Partido Nacional, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y el Partido de la Gente, lejos de quitarle protagonismo o poder, terminó fortaleciendo al presidente. Tuvo a todos los socios defendiendo la gestión y la coalición en vez de tirando propuestas alternativas a su manejo de la pandemia y la economía, tal como había pasado semanas atrás.

Julio María Sanguinetti —que en la conferencia después de la reunión se mostró como el vocero líder entre los socios— Pablo Mieres y Guido Manini Ríos se mostraron cómplices al contestarle a un periodista que les preguntó por la salud de la coalición: "¿Cómo nos ve?”; “Acá estamos”; “Mejor de lo que algunos desearían”, contestaron respectivamente. 

Lacalle esta semana hizo los deberes y los dejó contentos, pero será una tarea —como la del relacionamiento en una pareja— que deberá seguir cuidando todos los días.

Los anuncios económicos

Después de semanas y semanas de espera el gobierno anunció las medidas económicas para sostener a los sectores más afectados por la crisis. Todos los detalles de las medidas los encontrás acá. A nivel político, ese fue otro punto que se sumó el gobierno. Las reacciones de los socios que pedían medidas fueron favorables. Por más que Manini Ríos dijo que espera alguna cosa más, aseguró que van en el camino que ellos pretendían. Y desde el Frente Amplio hubo críticas pero suaves y enfocadas en el tiempo que durará la asistencia, algo que en cualquier caso se podrá evaluar si la inactividad de los sectores se prolonga.

De trabajos zafrales y no reconocer errores

Otro tema de polémica, un tanto insólita, fue el plan anunciado por el gobierno para crear unos 15.000 trabajos zafrales de las intendencias y municipios de todo el país. La idea, que fue presentada por los intendentes blancos, es muy similar a la que ya desarrolla la Intendencia de Montevideo con su plan ABC.

El lunes, durante los actos patrios en Soriano, Lacalle apoyó la idea pero dijo una frase que generó una confusión: la idea es “que la gente pueda llevar un plato de comida a su casa y al mismo tiempo le devuelva algo a la comunidad”. Algunos lo interpretaron como que se iba a pedir una “contraprestación” a cambio de un plan social. Pero como también dijo Lacalle allí, de lo que se trata es de un empleo temporal, dado que las personas deberán realizar “algún tipo de trabajo, refacción o changa que ayude a la comunidad toda”.

En la reunión entre Lacalle y los intendentes del FA hablaron de esa idea y todos estuvieron de acuerdo en avanzar. Y así lo dijeron los intendentes cuando le preguntaron en la conferencia de prensa posterior.

Sin embargo, ante una segunda pregunta sobre el tema, pero planteado desde el lado de la “contraprestación”, Cosse se mostró contraria: “Con respecto a que quien reciba una prestación social tenga que devolverla con trabajo, puede sonar bien, pero voy a contestar por mí, no comparto para nada esa posición (...) Acá lo que estamos hablando es de gente que está muy mal, y a esa gente el Estado tiene que apoyarla”.

Cuando El Observador marcó esa contradicción con las dos respuestas diferentes sobre la misma propuesta, Cosse se molestó.

La propuesta del gobierno no es más que eso, un trabajo, no una prestación social. Sin embargo, lo que la intendenta hace con el tuit es pretender que los periodistas tengamos que llamar a los políticos para avisarles que se equivocaron, cuando ese no es nuestro rol.

¡Qué difícil es a veces reconocer un error, por más simple que sea! 

En cualquier caso, no es solo un problema de Cosse. Esta semana también en el oficialismo se enojaron con otra nota de El Observador que mostraba una disonancia en el discurso de Lacalle respecto a la “responsabilidad”.