Sociedad > Hay 3 andinistas fallecidos
Tragedia en la Cordillera: Reanudan las tareas de rescate de los cuerpos
El Grupo de Operaciones Policiales Especiales (GOPE) de Carabineros de Chile ha reanudado las tareas de rescate de los cuerpos de Ignacio Lucero, Raúl Espir y Sergio Daniel Berardo, andinistas fallecidos mientras intentaban escalar el Cerro Marmolejo, se reanudaron a cargo han confirmado el desenlace fatal de una expedición que despertó preocupación desde su última comunicación el 1 de diciembre.
En línea con eso, también se conoció el último mensaje enviado por Lucero. Su esposa, María Fernanda Martínez Thierry, compartió las palabras del guía de montaña. "Estoy emprendiendo mi viaje", decía el mensaje, algo que fue interpretado como una despedida por Martínez Thierry.
Las labores de búsqueda, que se iniciaron el 29 de noviembre, culminaron con la localización de los cuerpos a unos 50 metros de distancia entre sí en el camino de descenso del Cerro Marmolejo. Aunque las esperanzas de encontrar a los montañistas con vida eran escasas, la confirmación de su fallecimiento ha conmocionado a sus familiares, amigos y la comunidad de alpinistas en Argentina y Chile. Se cree que los andinistas argentinos podrían haber muerto por una violenta ráfaga de viento frío.
Ignacio Lucero, de 50 años, era un experimentado instructor nacional de andinismo y guía de trekking, con un impresionante historial de 62 ascensos al Aconcagua y travesías en más de 20 picos superiores a los 4.500 metros en Argentina y otros países. Su vida estuvo marcada por la superación, tras sobrevivir a un infarto y un ACV en el monte Manaslu en Nepal en 2011.
Raúl Espir, intendente de la localidad pampeana de San Martín, y Sergio Daniel Berardo, escribano en la misma ciudad, compartían la pasión por las expediciones de montaña. Espir, de 55 años, había asumido su cargo en 2019 y obtenido la reelección en 2023. Ambos formaban parte del grupo liderado por Lucero, quien tenía una empresa de turismo de montaña.
El Cerro Marmolejo, un estratovolcán en la frontera entre Chile y Argentina, se alza a 6.108 metros sobre el nivel del mar, convirtiéndolo en el "seismil" más austral del mundo. La tragedia en esta imponente montaña recalca los riesgos ineludibles del montañismo, aún para aquellos con vasta experiencia.
