Leonardo Carreño

Un empuje frentista que une a la multicolor

Dos interpelaciones en una semana, con resultado previsible, fue la ayuda que la izquierda le dio al oficialismo para reforzar vínculos de unidad, aunque son apenas dos rounds de un combate largo

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02 de octubre de 2021 a las 05:00

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El empuje entusiasta de la izquierda, pisando el acelerador de la disputa política y mostrándose fortalecida tras un proceso de recomposición amarga que parece dejar atrás, termina ayudando al oficialismo a reafirmar sus lazos, aunque no sea por afecto, al menos por el instinto de defensa, como expresión partidaria que da base al gobierno.

El avance público del Frente Amplio, retomando iniciativa política y mostrando poder en la militancia activa permanente, se sumó a otro empuje del movimiento sindical, que era esperado por varias razones, pero del que no se conocía la dimensión que podía alcanzar.

Todo eso termina generando un incentivo a los miembros de la “coalición multicolor” a reposicionarse, limar asperezas y concentrarse en lo que los une.

Es como el susto con el hipo, un efecto sorpresivo e inesperado, que hace interrumpir de manera momentánea la respiración; y luego cuando la frecuencia respiratoria se vuelve a normalizar, favorece la desaparición del hipo.

El caso es que la izquierda toma acciones que no sólo muestran su poder movilizador, sino que se le pueden convertir en un bumerán en efecto político y en imagen pública, porque como partido político y movimientos gremiales se retroalimentan en activismo y eso le da efecto positivo, también los errores de unos, los pagan los otros.

Es el caso de una ofensiva de conflictividad sindical que genera rechazo a nivel de opinión pública, según monitoreo permanente de encuestas. Eso se hace más fuerte si la interrupción de actividades afecta la vida cotidiana. Es más grave el conflicto en el Puerto que en el de Acodike, en cuanto a magnitud, pero cuando la gente siente que puede quedarse sin un insumo imprescindible como la garrafa, se irrita más.

Aparte de la afectación directa, un paro de tres días seguidos en la operativa del Puerto, es grave por sí mismo y más si no se ha percibido que ese recurso fue de última instancia y antes hubo otro tipo de acciones. Ahí no hace la cuestión si el reclamo es apropiado, sino que la alarma se genera por la dimensión de la medida.

Justo cuando el país está saliendo de una emergencia sanitaria (todavía no ha salido) y cuando se espera que la economía pueda dejar atrás el estancamiento dado entre 2015 y 2019, la recesión iniciada en la primavera de 2019 y la crisis de otoño de 2020, la paralización del puerto durante 72 horas, es una medida impopular sin remedio.

La obra de UPM2 es la inversión privada más grande y da trabajo a muchos; el convenio se ha cumplido sin problemas y el estallido de conflicto anticipado pega mucho en los que no tienen trabajo y esperan por aunque sea, una changa. Todo parece acelerado y fuera de tiempo.

***

Pero, además, en momentos en que la bancada “multicolor” atravesaba problemas no menores respecto a una de las prioridades presupuestales, en lugar de dejar que la platea viera una escena de mala imagen de un gobierno, el Frente Amplio metió dos interpelaciones en una semana, al ministro del Interior, Luis Alberto Heber, y al ministro de Defensa, Javier García.

Obviamente eso une al oficialismo, que párrafo más, párrafo menos, le era fácil hallar una declaración para suscribir todos unidos. Los atacan, se defienden. Se defienden unidos.

La bancada opositora ayudó a unirse a la bancada oficialista.

José Mujica tiene instinto en encontrar puntos débiles del gobierno para meter cizaña y provocar roces.

La bancada frentista tuvo puntería perfecta para generar golpes que unieran a su adversario.

Luego de 15 años de gobierno con un deterioro de la seguridad pública y de mantener trato inhumano en las cárceles y tras la fuga de un mafioso internacional, interpelar al ministro que asumió hace pocos meses, tenía un resultado previsible. Y sobre compra-venta de aviones, también había un punto flaco para la izquierda.

Más allá de las razones para interpelar, que son un derecho de la oposición, desde el punto de vista de estrategia política, ambas sesiones terminaron con una declaración conjunta de los cinco partidos de gobierno y las manos levantadas en bloque.

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El “bloque político y social de los cambios”, como es la expresión que utiliza la izquierda para referirse a la interacción entre Frente Amplio, PIT-CNT y otras organizaciones gremiales y sociales, tiene un cuarto trimestre del año cargado de actividades:

- 7º Congreso Ordinario del Frente Amplio (sábado 2 y domingo 3 de octubre)

- 14º Congreso del PIT- CNT (de viernes 5 a domingo 7 de noviembre)

- campaña electoral interna del Frente Amplio (noviembre)

- terceras elecciones internas del FA para elegir presidente de coalición, delegados a Plenario Nacional, presidente de departamentales del interior y miembros de plenarios (domingo 5 de diciembre).

Todo eso, en paralelo con la campaña por el “Sí” a derogar la LUC (los 135 artículos impugnados de la Ley de Urgente Consideración N° 19.889, del 9 de julio de 2020).

O sea que al Frente Amplio y al PIT-CNT le sobran temas para fijar en agenda y para ganar espacio público, mientras se concentra en conquistar voluntades para el eventual referéndum.

Pero si insiste en pegar a la coalición, los arrincona juntos, los ayuda a unirse.

Y en ese terreno ya se ha visto cómo se mueve el presidente como un caudillo de nuevo tiempo, que se siente bien en las prácticas de siempre, la calle, los pueblos, el mano a mano, y también lo hace en aprovechar espacios en medios o en redes sociales.

Los vínculos entre los partidos aliados en el gobierno tienen sus problemas, porque en algunos casos hay posturas diferentes que parecen irreconciliables, y en otros hay personalidades poco compatibles para acuerdos prácticos sobre coincidencias y también para dejar de lado los asuntos discrepantes.

En ese marco, la izquierda movió piezas que esta semana aparentan reflejar una reacción. Por un lado, generó inquietud al mostrar cómo su aparato político se mueve pisando firme; por otro lado, atacó al oficialismo en temas que iba a generar una reacción en defensa, y en unidad.

A veces tener la iniciativa se vuelca en contra.

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