Entre el invierno, que es época fuera de temporada en España, y las restricciones por covid, que justo comenzaron a levantarse el fin de esta semana, Barcelona puede disfrutarse con una calma especial, sin barullo; con un silencio que permite apreciar los rincones que guardan historia. En estos últimos días de un mes entero que he pasado por esta ciudad, caminaba por esas callecitas en calma total, como no había visto antes. Iba por el antiguo bar Leo, uno de tapas y ambiente flamenco, que tiene recuerdos del extinto cantaor Bambino, en la esquina de las calles D’Alcanar y De Sant Carles; seguía por El Filferro de cocina mediterránea, El Xingo de la Barceloneta, el Estraperío bar de tapas en calle de la Atlántida, y todo en silencio.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá