Los uruguayos y argentinos tienen los chistes de gallegos; los ingleses, los chistes de irlandeses; los estadounidenses, los de polacos; y los franceses, los chistes de belgas. Este parece uno de esos últimos, pero es una situación real. Un conductor de la localidad de Hensies,
Bélgica, fue multado por circular en una zona de 50 kilómetros por hora a 696 kilómetros por hora.
No, no leyó mal. Seguramente lo mismo pensó el conductor, cuando el gobierno le envió por correo la notificación de la multa. Pero la cámara instalada en la calle detectó que su Opel Astra circulaba a esa velocidad. Incluso luego de establecer el margen de error habitual, el aparato detectó que la velocidad era de 654 kilómetros por hora.
Para hacerse una idea, es el doble de la velocidad que alcanza un auto de Fórmula 1, o más o menos el equivalente a la velocidad de un tren bala vacío. Un auto preparado especialmente para ser el más rápido alcanzó los 700 kilómetros por hora para batir el Récord Guinness. Pero por muy tuneado que estuviera el Opel, es una velocidad imposible.
El problema fue provocado por un error de código de la configuración de la cámara, lo que el gobierno le informó al chofer cuando este remitió de nuevo la multa exigiendo una explicación. Lo bueno, según publica
el diario inglés The Telegraph, es que se reconoció el error y se corrigió la multa. Lo malo es que igualmente iba a 60 kilómetros por hora, por lo que el exceso de velocidad existía, y la multa tuvo que ser pagada igual.