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Una financiera y empresas para triangulaciones: los tentáculos en Uruguay de la banda del Croata que hizo disparar el dólar blue

La organización fugó US$ 348,2 millones en cinco años; la investigación comenzó luego que el FBI detectara operaciones sospechosas en Montevideo
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19 de noviembre de 2023 a las 05:00

El martes 8 de noviembre, el juez argentino Federico Villena procesó con prisión a Ivo Esteban Rojnica –más conocido como el Croata– y Federico Pulenta, dos argentinos que habían sido señalados por el gobierno de Alberto Fernández como los “mayores operadores” del dólar blue en la ciudad de Buenos Aires.

Junto a ellos, también fueron procesados sin prisión otros cuatro hombres que formaban parte de la organización: Ignacio Ricard, Juan Pablo Angelillo, Claudio Szlaien y el uruguayo Agustín Estrada Palomeque. 

Con Rojnica y Pulenta como cabecillas, todos fueron acusados de integrar una organización que se dedicaba a sacar dinero al exterior y reingresarlo (y multiplicarlo) mediante operaciones irregulares en el mercado cambiario.

De acuerdo con la investigación, la banda concretó, al menos 4.763 transferencias de dinero por US$ 348,2 millones y utilizó diferentes sociedades que le permitieron ocultar el “origen ilícito de los fondos puestos en circulación en el mercado”.

Operativo de AFIP en la casa del Croata

Documentos judiciales y pesquisas revisadas por El Observador dan cuenta que las indagatorias comenzaron en el año 2018 a partir de una alerta realizada por el Federal Bureau of Investigation (FBI) de Estados Unidos tras detectar operaciones sospechosas que se habían realizado en Montevideo.

Desde entonces, mediante escuchas y cruzamiento de información, los investigadores pudieron determinar que los tentáculos del grupo se extendían a varios países como Brasil, Paraguay, Italia, Emiratos Árabes Unidos, Singapur y Hong Kong, además de Argentina, Estados Unidos y Uruguay.

También, pusieron en la mira a algunas empresas argentinas dedicadas a la exportación, las que comenzaron a ser investigadas por subfacturación mediante triangulaciones con sociedades anónimas uruguayas.

El origen

El caso se disparó el 30 de mayo de 2018, cuando un funcionario de la embajada norteamericana en Buenos Aires trasladó a la Justicia un informe del FBI que indicaba que Szlaein estaba enviando dinero de origen ilícito por canales no oficiales a Estados Unidos. El documento incluía una lista que mencionaba que Szlaien realizó 719 transferencias por US$ 56 millones a través de una organización vinculada a Pulenta.

Las sospechas habían comenzado al detectar un giro de US$ 200 mil a una empresa –Antelope LLC que era de Pulenta– por parte de Gladio Financiera, una agencia de valores uruguaya que funciona en una zona franca de Montevideo.

Ante la Justicia, el director de la financiera explicó cómo era el funcionamiento. Dijo que el dinero de clientes argentinos lo reciben de cuentas de ellos en el exterior, a través de una transferencia desde la cuenta del cliente a una cuenta de aquella firma dentro de una subcuenta a nombre del cliente

Según contó, Pulenta fue cliente por unos dos años entre 2015 y 2017. También dijo que además de esta cuenta, abrió otras corporativas con diferentes nombres.

A su vez, relató que el vínculo se cortó luego que una cuenta a nombre de Antelope en un banco de Estados Unidos registró problemas por operaciones sospechosas. En esa cuenta, “depositaban dinero en efectivo”, dijo y explicó que agentes de cumplimiento le preguntaron por qué una persona estaba ingresando US$ 9.900 todos los días en la cuenta, algo que “era un delito”. “Él (por Pulenta) dijo que era por actividad de turismo”, narró ante la Justicia.

“A mí no me gustó esto porque como él me traía clientes, luego el resultado de esas inversiones, los clientes me pedían que remita el dinero a nombre de Pulenta o alguna de sus sociedades y después se la transfería a esa misma empresa pero en la cuenta de ese Banco de Estados Unidos”, graficó.

El Croata Rojnica

El fallo menciona que en esa relación con la financiera uruguaya apareció otra persona, Jonathan Rivas Fuentes, un salvadoreño de la empresa DCBD Group que los vinculó con Kingdom Trust, un agente financiero de Islas Vírgenes Británicas para transferir fondos al exterior.

De acuerdo con la documentación que presentó, las empresas de Pulenta movieron unos US$ 21 millones que dejaron a Gladio Financiera una “ganancia en comisiones de US$ 110 mil en los años de relación", dice la sentencia judicial.

En negro

Buena parte de la investigación se desarrolló a partir de la intervención de los teléfonos que utilizaban Rojnica, Pulenta, Rivas y Estrada Palomeque.

En las escuchas, queda de manifiesto que el objetivo de la banda era trabajar con cuentas “en negro” y dinero sucio.

A modo de ejemplo, en una de las conversaciones se oye a Estrada decir que no trabaja con cuentas declaradas. “Con cuenta declarada no hacemos nada, salgo corriendo para otro lado. Yo voy por la sombra, con el blanco no me meto”, dice el uruguayo.

Florencia Mascheroni, una empleada administrativa de Nimbus, una de las financieras que manejaban, declaró ante la Justicia que la empresa no estaba registrada y que los trabajadores estaban todos en negro.

A su vez, narró que tuvieron "días de retiro de US$ 500 mil totales. En pesos me acuerdo más que nada en lo visual porque era mucha cantidad. No puedo decir un monto específico. Me habló de más de 10 millones de pesos por día que se movían, podremos haber tenido días de un poco más o un poco menos, lo mismo con los dólares”.

La funcionaria también dijo que le pidieron que borrara "las líneas" y "todo de los teléfonos por seguridad".

Agropez y triangulaciones en Uruguay 

Tras los procesamientos, la Aduana detectó –y denunció– que había empresas argentinas que se dedicaban a la exportación que también trabajaban con la banda encabezada por Pulenta y Rojnica.

De acuerdo con fuentes aduaneras, la maniobra consistía en subfacturar ventas y realizar pagos de servicios ficticios a firmas extranjeras creadas por el grupo. 

Varias de ellas, de acuerdo con documentación a la que accedió El Observador, son sociedades anónimas uruguayas. Se trata de Grainum, Limeil International, Diswely, Dagery Trading y Vantrey, las cuales recibieron pagos por parte de Gorlay Consulting Group Limited, una empresa registrada en Hong Kong que tiene a Rojnica como director.

Las facturas muestran que Gorlay está inscripta como cliente de Blackthorn Finance, una compañía de servicios financieros internacionales a través de la cual se concretaban las transferencias al exterior. 

A su vez, todos los fondos terminaban en una cuenta a nombre de Rojnica en el OCBC Bank de Singapur. 

Uno de los casos refiere a Agropez SA, una empresa pesquera argentina del grupo Conarpesa que está siendo investigada por subfacturar exportaciones de langostinos a China, Perú y España. 

La maniobra alcanzó unos US$ 55 millones y la triangulación de las operaciones se realizó a través de la uruguaya Vantrey, que figura como ubicada en el quinto piso del edificio “Torre X” sobre la calle Juncal en la Ciudad Vieja.

“Utilizaba la cueva del Croata Rojnica para fugar”, dijo una fuente aduanera de Argentina. 

Agropez recibía facturas por “comisiones de venta” de Gorlay y M-East Management Limited, que también tiene al Croata Rojnica como director y está registrada en Hong Kong.

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