Una mujer proveniente de Detroit -Michigan, Estados Unidos- se niega a darle las nueve vacunas correspondientes a su hijo de nueve años porque su religión está en contra, según informó
El País.
Si bien en este Estado no existe la obligación de vacunar a los
hijos, una sentencia judicial le exige que lo haga. “Vacunar a mi hijo iría en contra de mi religión. Esto se trata del derecho a decidir. De elección. De poder elegir las opciones médicas con respecto a mis hijos”, dijo la mujer a The Washington Post.
Esta mujer fue demandada por su exmarido y padre del niño en noviembre del año pasado, y tiene fecha límite hasta este miércoles para darle las vacunas al niño. “No he tenido la oportunidad de alegar mis razones, por lo que lo más probable es que entre en prisión”, agregó.
A su vez, algunos colegios -públicos y privados- de Michigan están obligados a dar un curso sobre
salud de vacunación a los progenitores. La madre dijo que asistió a los cursos talleres con su exmarido y que juntos decidieron no vacunarlo, ya que si se alega por motivos religiosos puede rechazarse la vacunación.
De todas formas, la mujer insistió en que no es que esté en contra de las vacunas, sino que entiende que es un derecho de los progenitores elegir.
Por su parte, las autoridades sanitarias de Estados Unidos se enfrentan a diario con la lucha antivacunas, por los problemas que trae no hacerlo. Esto se ve, por ejemplo, con el sarampión que se declaró erradicado en el 2000, pero que en el 2014 surgieron 23 brotes con 668 infectados. O también con la tos ferina, que en 2015 en California aparecieron 10.000 enfermos y más de 18.000 en todo el país en 2015.
El movimiento antivacunas tomó fuerza en EE UU en 1988 gracias a una publicación de una revista que indicaba una posible relación entre el autismo y las vacunas. Según El País, hoy en día el propio Donald Trump apoya a estas familias, incluso desde antes de llegar a la presidencia.