Una mitad le dijo sí a la gestión de Lacalle Pou: cinco conclusiones que dejó el referéndum

Los resultados, que la Corte Electoral procesó a una velocidad meteórica, confirmaron sobre las 22 horas de este domingo una victoria del No, con el  49,02% de los votos, y el Sí obtuvo  48,05%

Por más que el presidente abriera el paraguas y dijera que no habría nada para festejar, porque no sería un triunfo sino “la ratificación de una herramienta”, con estos resultados puede celebrar.

Estos datos ratifican el plan de gobierno con el que el electorado quiso cambiar tras 15 años de gobiernos frenteamplistas y reproducen, para el gobierno, la votación de noviembre de 2019. Además, estos datos ratifican los niveles de aprobación de la gestión presidencial que en el tercer año de mandato la ubican en alrededor del 50%.

También se ratifica la vigencia de la coalición multicolor que con un resultado favorable del Sí podría verse complicada.

El balance del Sí

El mensaje del presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, a la militancia cometió el mismo error que Daniel Martínez en noviembre pasado. Sin reconocer la derrota habló de “empate técnico”. “A esta hora nadie sabe quién ganó, hay empate técnico”, les dijo desde el escenario instalado en el Gaucho. 

“No pueden decir que ganó el No… no hay nada más poderoso que un pueblo luchando”, dijo Pereira.

En la Torre Ejecutiva, el presidente Lacalle Pou dijo ante una pregunta que Pereira no lo llamó, y que si bien el secretario de Presidencia Álvaro Delgado llamó al presidente del FA (“lo estuvimos buscando”, dijo Lacalle), no pudieron hablar, y desde el entorno de Pereira les adelantaron que habría un comunicado de reconocimiento de la derrota, que terminó publicándose sobre las 23.45.

De todos modos, el resultado del Sí permite hacer algunas consideraciones como que el resultado de 48,8% supera el 48,4% de noviembre sobre los votos válidos por lo que si bien no le alcanzó para derogar la ley, se puede destacar la mejor votación y ratifica que la militancia de izquierda recuperó los votos de algunos de los desencantados. Ese dato le da optimismo a la izquierda de cara a 2024.

El factor indecisos

Aunque mucho se especuló sobre el papel de los indecisos -las encuestas cerraron con 28% en el caso de Equipos, 22% en el caso de Opción y 10% de Cifra- finalmente ese grupo del electorado terminó por ratificar al gobierno aun cuando la votación fue algo menor que en noviembre de 2019 cuando votó 90%, ahora lo hizo aproximadamente 85% de los habilitados.

A su vez, los votos en blanco y anulados no movieron la aguja. Los votos en blanco que sumaban para el No que fueron el 1,3% le permitieron superar el 50%.

Si se compara con las dos votaciones nacionales de 2019, el techo lógico que tenía el No era del 54% (la votación de todos los partidos en octubre de 2019) y el piso aceptable era del 49% (la votación de Lacalle en el balotaje). Estuvo casi en esa cifra.

¿Quién es el ganador?

No hay dudas de que el ganador es el presidente Lacalle Pou, que manejó bien los tiempos de la campaña: se guardó en los momentos iniciales de la campaña y apareció en los momentos clave.

Este domingo al dar su mensaje no perdió oportunidad de defender la ley aprobada por “una mayoría que escuchó, que dialogó” y una “ley pensada para el bien de todos los uruguayos da más derechos, más libertades y más garantías”.

Además, no perdió oportunidad para expresar “el apoyo personal a todos los hombres policías que fueron utilizados injustamente en campaña”.

El país desde el 28 de marzo         

Con la ratificación de la herramienta, en palabras del presidente Lacalle, el gobierno seguirá adelante con su programa y está ahora obligado a concretar las reformas anunciadas.

El presidente Lacalle dijo al hablar desde la Torre Ejecutiva que le urge la reforma educativa. También mencionó seguridad social para los próximos 30-40 años, temas asentamientos en la rendición se le dieron recursos es momento de impactar positivamente, vocación de abriros al mundo. Confiamos en los uruguayos su destreza, abrirse al mundo en un bloque que tiene que entender que tiene que abrirse al mundo, profundizar en la obra pública

Esta semana tiene un mojón que será recibir un nuevo informe de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), y decidir una vez más un aumento o no de combustibles. Pero el equipo económico tiene otras definiciones sobre aumentos así como la emergencia sanitaria. 

Cambio de pisada en una mirada histórica

Esta votación cambió la pisada con respecto a los últimos dos referéndums. En toda la historia de la democracia uruguaya hubo tres consultas populares para ratificar o anular leyes. En los dos últimos referéndums –ley de empresas públicas en 1992 y desmonopolización de Ancap en 2003- los resultados fueron un duro golpe para los gobernantes Luis Alberto Lacalle y Jorge Batlle.

Claro que el momento de Lacalle Pou hoy es muy distinto al de Batlle saliendo de la crisis, y al de Lacalle Herrera, que había asumido con un débil respaldo. En 1992 la papeleta blanca del Sí que impulsaba la derogación se alzó con el 66%, a poco más de un año y dos meses de su aprobación, mientras que el No (es decir, quienes querían mantener la ley) cosechó un 25%, lo que significó un duro revés para la administración blanca. En 2003 la ley por la desmonopolización de Ancap perdió categóricamente. “Vota Sí por Ancap y el Uruguay productivo” obtuvo el 62% de las adhesiones y la ley fue derogada. El final era esperado.