Una obsesión enfermiza y un error periodístico

Una mujer que persigue desde hace años al cantautor indujo a un error al diario, que, sin quererlo, trasladó el engaño a sus lectores. Solo queda pedir disculpas.

Tiempo de lectura: -'

27 de septiembre de 2011 a las 13:33

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

El pasado sábado 24 el suplemento O2 publicó una entrevista cargada de dichos y supuestas confesiones de Joaquín Sabina. Pero las declaraciones publicadas –reproducidas también en elobservador.com.uy– no pertenecían al músico.

El proceso de esta entrevista fallida comenzó en noviembre. El periodista Daniel Viglione se contactó con el entorno cercano al cantante, en momentos en que Sabina estaba en Montevideo para dar un concierto. Fue así que tras una conversación con Jimena Coronado, su pareja y vinculada a diversas cuestiones profesionales de Sabina, se accedió a una dirección de correo a través de la cual el artista quedaría en contacto para responder preguntas. Luego de no tener respuesta desde ese correo, el periodista rastreó una dirección alternativa de Jimena Coronado por internet.

En mayo, y desde esta nueva dirección, Coronado respondía así a un mail de Viglione: “Envíame el cuestionario actualizado –que no lo encuentro– y Joaquín te responderá, por su amistad con Benjamín (Prado, escritor y amigo personal del autor español), a quien adora”.

Desde ese momento hubo un ida y vuelta de 23 correos, hasta el 20 de setiembre, cuando la nota quedó lista para ser publicada. En esa nota, el supuesto Joaquín Sabina habla de una sola mujer, aparentemente la musa inspiradora de todas sus canciones. “En realidad mi musa se llama Lucía Folino, una poeta, abogada, periodista y profesora argentina, nacida en Avellaneda en 1956, que por su proscripción se ha vuelto sumamente famosa en círculos de la alta política y en las inteligencias de espionaje”, dice el correo.

Folino está casi de forma omnipresente en toda esta entrevista con quien se suponía era Sabina.

Durante ese intercambio, Viglione solicitó una llamada telefónica para hablar personalmente, pero esa llamada nunca llegó. La historia de contactos previos con su representante parecía suficiente para confiar en las respuestas. Nos equivocamos.

El sábado, a pocas horas de publicada la entrevista, el Facebook de El Observador recibió varios cuestionamientos y acusaciones de fanáticos de Sabina, incluidos algunos sitios especializados locales como Ciudad Sabina.

Lucía Folino ya había sido acusada de difamar al músico muchas otras veces en Argentina y España. El lunes, el propio Benjamín Prado escribió a Viglione para decirle que había sido víctima de un engaño.

Finalmente, Berry Producciones, la productora que se encarga de manejar la carrera de Sabina confirmó el engaño y a través de un mail añadió: “Lucía Folino es una pobre mujer, con graves trastornos mentales, y que le deseamos que pronto se ponga en manos de especialistas que puedan ayudarla”.

El Observador fue engañado, y, sin quererlo, trasladó el engaño a sus lectores. Pedimos disculpas por eso.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.