Huma Rojo

Vestidos de fiesta: del guardarropas a la tienda de alquiler

Basados en la necesidad de variar vestuario a bajo costo, estos emprendimientos rentan unas 30 prendas por semana y se ponen en manos de diseñadoras locales para darles a sus clientas un look soñado, y adaptado al gusto local

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02 de marzo de 2016 a las 05:00

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Fernanda Álvarez le dijo a su madre que quería un vestido para una fiesta de un familiar lejano. Era hermoso, único. Al ver la etiqueta con el precio, la madre, Graciela López, se espantó y le comentó, entre risas, que si gastaba eso en un vestido pondría en alquiler todos los que ya tenía en el ropero.

Así, de una broma, el año pasado surgió The Closet, una de las decenas de tiendas de alquiler de vestidos que ofrecen en Uruguay una solución más económica al dilema de qué ponerse para una fiesta.

Aunque hay emprendimientos de este tipo en distintos puntos de Montevideo, es en el barrio de Pocitos donde se concentra el mayor interés por esta tendencia que toma fuerza a nivel local.

Allí están instaladas Fernanda Álvarez y Graciela López. The Closet cuenta hoy con unos 150 vestidos, la mayoría confeccionados por la propia Álvarez, que además de dedicarle su tiempo a la moda, trabaja como profesora de inglés.

The Closet alquila alrededor de 30 vestidos a la semana. "Es mucho más de lo que pensábamos cuando empezamos", comentó entre risas Graciela López, que confiesa estar por momentos cansada de tanto ajetreo causado por este emprendimiento que funciona en una habitación de su casa.

El backstage
Daniela Tozzo tiene más tiempo en el rubro. Hace cuatro años compró a otra chicas los 15 vestidos y la marca No Repito Vestido.

"En ese momento no era para nada común alquilar vestidos", recordó Tozzo, que hoy tiene unos 180 vestidos para ofrecer al público.

"Te tiene que gustar y lleva mucho trabajo. Hay que arreglar los vestidos, lavarlos y dejarlos en condiciones, no es solo atender a la gente; el trabajo más duro es el que está atrás", puntualizó la emprendedora. No Repito Vestido trabaja con reserva en el barrio Prado.

"Alquilo una casa, me parece más acogedor que un local y aparte me da seguridad", indicó Tozzo, que también ofrece zapatos para salir con todo el atuendo competo para la fiesta.

El look completo compuesto por un vestido largo y sandalias sale, como máximo, $1.400 en No Repito Vestido.

A mediados de 2015, Yoanna Chiesa inauguró su tienda de alquiler de vestidos Huma Rojo en el Cordón. "Funciona y la gente se anima. Es una opción que permite variar", remarcó.

La emprendedora dejó su trabajo en 2015 para poder dedicarse a pleno a su nuevo proyecto. Hoy recibe alrededor de 80 reservas diarias para distintas fechas y tiene más 300 vestidos.

Diseños made in Uruguay

Ofrecer el vestido perfecto no es una tarea sencilla. Las comerciantes se esfuerzan por lograr que sus prendas se destaquen y lo hacen, mayoritariamente, con la ayuda de diseñadoras locales.

En el caso de The Closet, madre e hija optan por comprar telas lisas y luego bordarlas para lograr un diseño único.

Por su parte, en No Repito Vestido las prendas se compran a diseñadoras uruguayas o se mandan hacer a textiles locales.

"Al principio compraba los vestidos por internet. Económicamente era muy conveniente pero no lo hago más porque no es la moda que se usa acá", explicó a Café & Negocios su directora, Daniela Tozzo.

Por otra parte, el local Huma Rojo, de Yoanna Chiesa, funciona con un modelo de negocios diferente al de sus colegas.

Además de mandar hacer los vestidos, recibe prendas de quienes quieran ponerlas en alquiler y, a cambio, les da una comisión –de aproximadamente el 25% del precio de la renta– por cada vez que son alquilados.

Con más tela para cortar

Con un negocio sumamente rentable entre manos, las tiendas de alquiler de vestidos solo piensan en crecer.

En el caso de The Closet, aunque López reconoce que prefiere continuar en su casa, la magnitud del negocio la está obligando a pensar en un local o quizás en alguien más para que las ayude.

Por su parte, Tozzo, de No Repito Vestido, sueña con que su emprendimiento crezca. "Me encantaría agrandar y que la clienta tenga a alguien que esté únicamente para ella. Quisiera tener de aquí a un año a tres chicas trabajando y una diseñadora propia y exclusiva", proyecta.

En el caso de Chiesa, de Huma Rojo, la expansión ya está en marcha y en los próximos días abrirá un nuevo local en Pocitos para complementar el servicio de su sucursal de Cordón.

Un agujerito en la pollera

¿Qué sucede si el vestido se quemó o se manchó? La respuesta varía según donde se alquile. En el caso de The Closet solo una vez ocurrió que un vestido regresara quemado pero lo repararon y no le cobraron nada extra a la clienta. "Nos manejamos en confianza", apuntó Graciela López.

Daniela Tozzo, de No Repito Vestido, indicó que frente a una rotura analiza la situación. "Si no fue cuidado se le cobra como un alquiler más", dijo. En Huma Rojo se firma un contrato de alquiler en el que se incluye el monto estimado de la prenda. "Si sufre un daño irreversible, se debe pagar", indicó Chiesa, que nunca necesitó cobrarlo.

Plazos

Aunque hay excepciones, usualmente los alquileres son por el fin de semana, se retiran los viernes y se devuelven los lunes.

Complementos

Además de los vestidos de fiesta, los comercios alquilan zapatos y accesorios.

Mantenimiento

El lavado de las prendas se hace en lavaderos o cada local se encarga del vestido. En el caso de requerir una atención más detallada se lo lleva a tintorería y el gasto corre por cuenta de los comercios.


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