Camilo dos Santos

Vínculos laborales de extranjeros aumentaron 40% desde enero de 2014

Con los números actuales están lejos de tener una incidencia en el mercado laboral

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10 de febrero de 2020 a las 05:00

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Uruguay ha vuelto a convertirse en un país receptor de inmigrantes (2018 fue el décimo año consecutivo con balanza migratoria positiva) pero la cantidad de extranjeros que llegó en los últimos años no son suficientes para mover la aguja del mercado laboral. 

Hasta agosto de 2019 había 57.417 puestos de trabajos ocupados por extranjeros (incluidos los que ya tienen la ciudadanía legal), un 40% más que en enero de 2014 (un extranjero con dos puestos de trabajo cuenta dos veces), según datos del Banco de Previsión Social (BPS) a los que accedió El Observador.  De ese número, siete de cada diez trabajan como dependientes. 

Y si bien Uruguay ha acogido una oleada de inmigrantes en los últimos años, no son suficientes para mover la aguja en el mercado laboral ni tampoco de la seguridad social. El doctor en Economía y profesor adjunto de la materia en la Universidad de la República, Matías Brum, dijo a El Observador hasta ahora la cantidad de extranjeros que han llegado “son pocos para la economía uruguaya”. Según los datos que manejan en el Instituto de Economía representan alrededor del 0,5% de la población económicamente activa. 

“El tema es que están concentrados en Montevideo y sobre todo en el sector de servicios. Son muy visibles. Si estuvieran en San Gregorio del Polanco no tendríamos tanta sensación de que están ahí”, aseguró. Según datos difundidos por el BPS en 2018, casi uno de cada tres extranjeros que trabaja en el país se dedica al sector del comercio o la producción agropecuaria. 

El doctor en Economía explicó que los extranjeros tienen limitaciones para trabajar como funcionarios público y los trabajos de “acceso más fácil” en el sector privado están vinculados al sector servicio. Pasados unos años algunos logran cambiar el rubro y volver a un empleo vinculado con sus estudios. 

De todos modos, Brum aseguró que aun si se tratara de un flujo muy importante de personas no tendría grandes impactos en el mercado de trabajo. “Si se diera un aumento de un 10% en un año de la población activa el efecto sería muy menor en los salarios y el desempleo”, aseguró en base en estudios internacionales y agregó que estamos muy lejos de esos números. 

 Además, aseguró que no solo se trata de personas que vienen a buscar trabajo sino que también consume, compra ropa, alquila habitaciones. “Es demanda también”, apuntó. 

El psicólogo uruguayo, Alejandro Klein, aseguró en 2017 en entrevista con El Observador que si no se registra una oleada masiva de inmigración, la edad de jubilación (hoy en 60 años) deberá subir a 76 años para volver viable el sistema. Pero cuando Klein habla de inmigración masiva asegura que son necesarias 500.000 personas. 

En una visita a Uruguay en julio de 2018, el especialista de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en migración laboral, Guillermo Dema, dijo en radio Uruguay que los datos indican que el impacto de recibir inmigrantes es siempre “favorable” y subrayó que en muchos países –como España– los aportes de los migrantes están incluso salvando  a los sistemas de seguridad social. 

A los inmigrantes, enfatizó, no hay que verles como enemigos que van a poner en cuestión nuestro mundo laboral sino que van a “dinamizarlo” . “No solo no pone en riesgo nuestra manera de vivir, sino que son el estimulo para que sigamos creciendo a nivel económico, social y cultural”, aseguró.  

Más información

La inspectora general del Trabajo, Cristina Demarco, aseguró a El Observador que se nota que los trabajadores extranjeros cada vez tienen más información y están mejor asesorados. Si bien existe el temor que la llegada de inmigrantes aumente la informalidad en el mercado de trabajo, porque los extranjeros son menos exigentes y están menos informados sobre las normas, Demarco aseguró que hasta ahora los números no registran eso. 

La inspectora de Trabajo aseguró que están procesando los datos del operativo verano y que no registraron una “incidencia tan grande” como esperaban aunque aseguró que todavía no hay datos precisos. “Hay una percepción de que hay más casos de los que nos llegan pero que cada vez los trabajadores se están informando más”, apuntó y aseguró que en otras épocas los trabajadores extranjeros llegaban “a la deriva” a la oficina. 
 

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