Para tener un cuerpo como el de Jennifer López

López ofrece la posibilidad de conocerla y viajar a Nueva York si se acepta su desafío de pérdida de peso a través de Body Lab, el cual publicita con intensidad su origen como una compañía “de mujeres, para mujeres”.

“Te desafío a salir del capullo y descubrir a la mariposa, para amarte a ti misma más que a nada en el menú”, afirma en el video promocional, que está repleto de fraseología linda y con referencias al poder femenino. ¿O sea que si alguien come una hamburguesa es porque no se quiere a sí mismo? ¿En qué se diferencia eso del marketing basado en la culpa y en la vergüenza de antaño?

El mensaje es claro: súmese al desafío de López y compre sus productos Body Lab para poder ser “la chica de tus sueños”. O sea: JLo.

El paquete de ejercicios de López puede ser adquirido con un precio de oferta de US$ 99 (originalmente costaba US$ 164). Incluye el kit “de adelgazamiento ultra rápido en siete días”, que son tres píldoras diferentes que prometen “un triple proceso de desintoxicación y limpieza”, la “quema total termodinámica de grasas” y una “recarga probiótica”.

Desafortunadamente, este material es, según la personal trainer Kat Whitfield, “bastante inútil para el público al que apunta”. Lo dice con propiedad en tanto es la autora del libro

Ajustemos nuestro detector de mentiras, una guía para “navegar la supersaturada e inflada industria del fitness y de las dietas”. Whitfield tiene una licenciatura en ciencia del deporte y el ejercicio de la Universidad de Carolina del Norte y está certificada por el Estado como personal trainer.

Cómo detectar la mentira

“Generalmente cuando se ve la palabra ‘desintoxicación’ o ‘limpieza’, es casi seguro que no es legítimo”, dijo Whitfield, agregando luego que los beneficios de las desintoxicaciones son, en todo caso, psicológicos.

Los probióticos “son útiles para temas digestivos o intestinales”, explica Whitfield. “De todas formas, es un tema muy complejo. O sea que decirle a alguien que simplemente tome un determinado probiótico para adelgazar es irresponsable”.

Y en cuanto a la “quema total termodinámica”, Whitfield afirma que “nadie necesita tomar algo que diga que incrementa la calidad de calorías que quema durante el ejercicio o que incrementa la velocidad del metabolismo”.

Incluso los complementos proteicos que ofrece López son rechazados por Whitfield: “Son básicamente batidos de proteínas con precios inflados”.

Por supuesto, López no es la única celebridad culpable de ofrecer la posibilidad de bajar de peso y tonificarse con productos dudosos. Otros ejemplos son el método de Tracy Anderson, que incluye entre sus famosas usuarias a Gwyneth Paltrow o la propia López. Ese método establece que ninguna mujer debe levantar un peso superior a 1,5 kilos.

Whitfiled explica que estas celebridades no tienen sus esculturales cuerpos por hacer esos ejercicios, sino que ya los poseían desde antes, lo que resulta engañoso para los clientes.

Incluso considera que en el mundo del fitness se conoce a Anderson como una persona “deshonesta”.

Quizá el mejor consejo de salud dado por una celebridad es el que fue tuiteado por el astrofísico Neil deGrasse Tyson, quien, si bien no es conocido por su estado físico, parece tener la idea correcta: “Un libro de pérdida de peso escrito por un médico debería tener una sola frase: ‘Consuma calorías a un ritmo más bajo del que tu cuerpo las quema’”.