Salman Rushdie regresa con La decadencia de Nerón Golden

Este 2018 se cumplirán 30 años de la primera publicación de Los versos satánicos, de Salman Rushdie, un acontecimiento que seguramente derivará en varios homenajes y reediciones de lujo. Pero el aniversario también servirá para que muchos recuerden que la cabeza del escritor indio nacionalizado inglés sigue teniendo precio desde que el ayatolá Jomeini proclamara una fatwa en su contra, instando a su ejecución.

Aunque distinto, el caso es similar al de Roberto Saviano, ese joven escritor italiano que se atrevió a escribir un libro revelador sobre la mafia (Gomorra) y que desde entones debe vivir escondido y cambiando de domicilio constantemente por las amenazas de muerte recibidas.

Dentro de lo malo de todo el asunto, se puede rescatar que en un siglo marcado por la imagen en alta definición, la palabra aún conserve la fuerza necesaria para hacer temblar de rabia o miedo a los poderosos de todo el mundo.

Sin nombrarlo en ningún momento, ya que lo ridiculiza presentándolo como el Jocker, Rushdie ataca en esta última novela al presidente estadounidense Donald Trump, figura caricaturesca que –a base de clichés, locuras y un odio visceral por todo lo no americano– marca el declive del gran país del norte.

Pero no se trata de una novela política o enfocada al actual presidente de EE.UU, sino que la ascensión al poder de Trump sirve de telón de fondo a una historia que puede considerarse clásica, ya que sigue los pasos de los cuatro miembros de una rica familia india que emigran para dejar atrás un pasado marcado por la tragedia y el crimen.

Los Golden, el padre y sus tres hijos, se instalan en una mansión en la zona más exclusiva de Manhattan donde son aceptados a pesar de que se les considera gente rara.

La descripción, la pintura de caracteres que hace Rushdie en las primeras cien páginas de la novela son excepcionales por donde se mire. La prosa es deslumbrante y la forma de contar resulta apabullante en su dinámica y en su cadencia barroca.

Así el lector se entera de que el cabeza de familia es un matón a la vieja usanza devenido en hombre rico, que el mayor de los hermanos sufre agorafobia y es un incapaz a pesar de su inteligencia, que Apu es un pintor de calidad en busca de un paraíso perdido y que el menor de los hermanos, que además es hijo ilegítimo, se debate en una crisis de identidad sexual que lo hace tambalear a cada instante.

La historia es contada por René, un vecino de los Golden, aspirante a guionista de cine que encuentra en la exótica familia el modelo que está buscando desde hace tiempo.

Pero poco a poco, él también pasará a formar parte de esa estirpe en decadencia.

La novela se basa en ese quinteto al que se suma una joven rusa que rápidamente conquista al padre, a pesar de las reticencias de sus hijos, que la ven como una arribista que llega para quedarse con la fortuna de la familia.

Este argumento es matizado con observaciones sobre la realidad de Estados Unidos que Rushdie deja caer cada cinco páginas. Ese modus operandi a veces funciona y otras no, ya que el comentario político o social contribuye a resaltar tal o cual conducta de uno de los Golden, pero otras veces actúa como una digresión que saca al lector del clímax.

De lo mejor del libro es cuando el autor señala lo insólito del triunfo de Obama pero también de la victoria de Trump, marcando así el carácter desconcertante de los estadounidenses, feroz reflejo de un mundo en transición no se sabe bien hacia qué.

La decadencia de Nerón Golden no será recordada como lo mejor de Salman Rushdie,pero tiene varias escenas memorables y destila un humanismo conmovedor.