La fiera nunca se fue, sólo se tomó un descanso. Rafa Nadal se clasificó a la siguiente instancia del Master 1000 de Madrid, luego de imponerse de manera fenomenal ante el australiano Alex de Miñaur en dos horas de partido por 7-6 (6) y 6-3, con la presencia de figuras emblemáticas en la Caja Mágica como el rey Felipe VI, el futbolista del Real Madrid Vinicius y Zinedine Zidane.
El español tuvo un buen inicio de juego, aunque su rival equilibró el desarrollo lo que provocó que ya el primer set se decidiera a través del tie-break, luego de que el español haya logrado igualar 6-6 en el último juego, en un duelo muy parejo para el nacido en Mallorca, que se enfrentó ante uno de los jugadores más rápidos del circuito. Con cierta fortuna, se hizo Nadal con el game y aseguró el tie break: la bola golpeó en la cinta y cayó del lado australiano.
Rafa tuvo que pelear en el tie-break al igual que en todo el primer set, pero eso no le impidió que pueda desplegar su buen tenis y lastimar al australiano, principalmente con su revés, haciendo que De Miñaur se mueva por todo el ancho de la pista mediante tiros punzantes y ganadores por parte del español.
Muchos cambios de ritmo en la intensidad de los golpes por parte de Rafa que le permitió controlar la mayoría de los puntos. Buena aceleración del español, que encontró por momentos estático a De Miñaur, aprovechando también las reiteradas imprecisiones por parte de su rival. No obstante, pese a la buena diferencia que tuvo en un momento Nadal en el tie-break, el australiano comenzó a equiparar el nivel empleando movimientos rápidos y respuestas contundentes a los ataques del español.
De Miñaur logró igualar el resultado 6-6 de manera parcial en el tie-break, luego de estar tres puntos abajo de diferencia, pero Nadal sacó a relucir su experiencia y talento para llevarse el primer set por 7-6 (6) y dar un paso enorme de cara a lo que restaba de partido. La clave para encarrilar el encuentro para Rafa era hacerse con la primera manga.
Un partido brillante de ambos jugadores en el primer set, con un tenis de alto vuelo y con un Alex de Miñaur que apostó por hacer correr a Nadal para intentar hacer la diferencia en el aspecto físico y que tomó muy bien la pelotas adelante, ante un Rafa que lo aguantó a la perfección y contrarestó muy bien con su derecha cruzada y empleando un juego más desde el fondo de la pista con tiros ganadores y precisos.
EFE Alex De Miñaur
El segundo set comenzó con el servicio de De Miñaur pero con un gran comienzo de Nadal, siendo punzante con sus ataques y agresivo para contrarestar los golpes del australiano. Tal es así que las buenas noticias siguieron llegando para Rafa que logró quebrar el servicio en el primer game de la segunda manga para asentarse más en el encuentro.
Lo que en un momento fue la incógnita de como iba a reaccionar Rafa, se reviritió y pasó a ser De Miñaur el que tuvo dudas en el inicio de la segunda manga, ya con un quiebre en contra. Las imprecisiones en el juego del australiano persistieron ante un Nadal que ratificó la rotura conseguida y que se adelantó por 2-0 de manera parcial.
Rafa se aferró a su saque para comenzar a dominar el punto, empleando tiros razantes y muy potentes para impedir que De Miñaur llegué a responder. La gran ventaja y un aspecto clave para Nadal es que logró mantener su servicio y no tener quiebres en contra en los cuatro primeros games de la segunda manga, lo que le permitió ponerse 3-1 por delante.
Un rendimiento de Nadal que fue de menos a más desde el inicio del encuentro hasta la mitad de la segunda manga. Reacción inmediata al quiebre en contra que sufrió en el primer set y ratificó su rotura a favor en el segundo. Los puntos importantes del partido se los quedó el español, que empleó un tenis fantástico y, sobre todo, agresivo.
De Miñaur tuvo una reacción en el cuarto game y se aferró a su servicio para recortar distancias, apostando al peloteo extenso y largo para ir desgastando a Nadal en el aspecto físico. Sin embargo no logró afirmar esa reacción porque Rafa rápidamente remontó y sacó una diferencia de 4-2, ganado un punto magnífico y dando un punto de inflexión.
El australiano comenzó a asentarse con su servicio, lo que le permitió recortar nuevamente distancias en el marcador. Pero la ecuación se modifica por completo cuando el saque es de Rafa, que mantuvo su alto nivel a lo largo de todo el encuentro y apostando a su contundente revés y ponerse a un quiebre de ganar el encuentro, que finalmente llegó: el español tuvo otra rotura a su favor y selló el triunfo enorme por 7-6 (6) y 6-3.
Increíble el nivel de Nadal, que se tomó revancha ante De Miñaur, quién lo eliminó anteriormente en el Master 1000 de Montecarlo. Ante cualquier adversidad y no estando del todo en su plenitud física, el nacido en Mallorca se quedó con un triunfo importantísimo ante un gran rival, desplegando un tenis fantástico.
