Aerolíneas Argentinas redujo su personal en un 13% durante 2024, en el marco de un plan de ajuste y reestructuración que busca mejorar la eficiencia de la compañía. Así lo informó su presidente, Fabián Lombardo, en una comunicación dirigida a los empleados, donde detalló que 1.500 trabajadores dejaron la empresa en lo que va del año, mediante retiros voluntarios y acuerdos de prejubilación. Lombardo también destacó que los balances de julio cerraron con ganancias, algo que no ocurría desde 2017, y que el déficit operativo se redujo en un 70% durante el primer semestre del año, pasando de 272 millones de dólares a 79 millones.
El segundo proceso de retiro voluntario concluyó con la adhesión de 850 empleados, mientras que otros 150 aceptaron prejubilarse. Estas 1.000 personas se suman a las 500 que ya habían dejado la compañía desde comienzos de 2024, con lo que la dotación de personal se reducirá a 10.400 trabajadores para finales del año. “Gracias al esfuerzo de todas las áreas, y con la adhesión de más de 1.500 colaboradores que decidieron buscar otras oportunidades, vamos a concluir el año con una nómina cercana a los 10.400 empleados, un 13% menos que la de fines de 2023. Esta cifra nos ubica en indicadores muy similares a los de otros competidores de la industria, un logro inmenso para Aerolíneas Argentinas”, afirmó Lombardo en el comunicado.
Además de los ajustes en personal, la reducción del déficit operativo ha sido un factor clave en la nueva gestión de la empresa. Según Lombardo, esta disminución se ha logrado mediante una serie de medidas destinadas a optimizar los recursos y mejorar la rentabilidad de las operaciones. "Solamente durante julio generamos una ganancia genuina de más de 20 millones de dólares. La última temporada de invierno en la que el resultado operativo fue positivo fue la de 2017", detalló.
El presidente de la aerolínea también subrayó la importancia de seguir reduciendo el déficit anual con vistas a que la compañía sea autosuficiente. “Esto demuestra que nuestro trabajo está rindiendo sus frutos, y reafirma nuestro objetivo de reducir el déficit anual a la mitad del de 2023. Si lo logramos, no va a haber motivos para celebrar, pero sí vamos a demostrarle a la industria y a la sociedad argentina que estamos en la senda correcta para corregir el rumbo de la compañía”, explicó.
Aerolíneas Argentinas ha atravesado una etapa compleja en los últimos años, con dificultades financieras y un fuerte apoyo estatal que ha sido objeto de debate. Lombardo expresó que el futuro de la compañía será “más auspicioso cuanto más se transforme para parecerse a otros competidores de la industria” y destacó la necesidad de buscar nuevos socios y alianzas en el mercado para asegurar su sostenibilidad. “Hay que dejar atrás la idea de que la identidad de Aerolíneas está determinada por quién es su propietario. Lo único que se mantuvo estable durante todas las etapas de esta compañía fue el compromiso inclaudicable de su gente. Ese es su carácter fundamental, y es uno de sus mayores activos”, afirmó el presidente de la empresa.
La cuestión sindical
En cuanto a los desafíos que enfrenta la compañía, Lombardo fue crítico respecto al conflicto gremial que ha afectado el normal desarrollo de las actividades en los últimos meses. Las medidas de fuerza de algunos sindicatos aeronáuticos, como la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), han generado complicaciones en las operaciones de Aerolíneas. Lombardo condenó estas acciones, afirmando que no contribuyen al desarrollo de la empresa ni al bienestar de los pasajeros. “Las amenazas, escraches y viejas prácticas del gremialismo prepotente ya no tienen lugar en la Argentina de hoy”, aseguró.
El presidente de Aerolíneas también resaltó que algunos gremios, como la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), comprendieron la necesidad de ajustar las expectativas salariales a la realidad económica de la empresa y acompañaron las propuestas de la compañía en las negociaciones paritarias. Sin embargo, enfatizó que no permitirá que “conductas abusivas y perjudiciales para los pasajeros marquen el rumbo de la gestión”. Según Lombardo, el conflicto gremial no solo afecta la imagen de la empresa, sino que también pone en riesgo la relación con los pasajeros, quienes son "el combustible de esta compañía", y recordó que la aerolínea aún depende del aporte de los contribuyentes para sostener su operación.
En relación a las paritarias, Lombardo señaló que “solamente el sindicato APTA comprendió el contexto y decidió acompañar las propuestas de la compañía”. El presidente también hizo un llamado a los gremios más conflictivos para que reconsideren sus posturas y busquen soluciones a través del diálogo y la buena fe. "Apelo al buen criterio de los dirigentes sindicales para que destraben la posibilidad de que los trabajadores que realmente necesitan una recomposición urgente de su salario puedan tenerlo, en el marco de lo viable y en el contexto actual del país", agregó.
Por último, Lombardo se mostró optimista sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas y expresó su confianza en que las diferencias actuales con los gremios serán superadas. “Tengo la certeza de que nuestras diferencias de hoy van a ser anecdóticas en un futuro cercano, cuando Aerolíneas Argentinas alcance su verdadero potencial. Confío en que podamos resolverlas a través de la buena fe de las partes”, concluyó.
Con la reducción de personal, la mejora de los resultados financieros y una postura firme frente a los conflictos gremiales, Aerolíneas Argentinas parece estar encaminada a una reestructuración que busca garantizar su viabilidad a largo plazo. Sin embargo, los próximos meses serán claves para determinar si la empresa logra mantener la tendencia positiva y enfrentar los desafíos que aún persisten, tanto en el plano interno como en su competitividad en el mercado internacional.